OUIJA. the boyz, hyunjun

15 - parte 1

A los cinco años de ambos fue que Chanhee y Changmin se conocieron.

Había sido en la fiesta de cumpleaños número cinco de Changmin. A él le habían fascinado incluso desde pequeño todas las cosas que fueran de terror, pero su favorito del momento era Chucky. Amaba todas sus películas y, a diferencia de otros niños de su edad, no le asustaba para nada ese muñeco. Al contrario, él lo consideraba tierno. Por eso mismo fue que recibió de regalo un muñeco de Chucky, el cual no pudo faltar en su pequeña fiesta.

Lo llevaba a todas partes con él, pese a que el muñeco fuese casi de su tamaño él no se despegaba de su lado.

Y cuando estaba repartiendo las bolsitas de dulces para sus invitados, —los niños del vecindario y otros que eran hijos de los amigos de sus papás—, se encontró con un pequeño niño sentado en la esquina del lugar, con sus piernas apoyadas contra su pecho y su pequeña carita escondida entre sus bracitos.

No tardó en darse cuenta de que el niño estaba llorando, por como su cuerpecito temblaba poquito y se podía oír como sorbía su naricita.

— ¿Estás bien? —preguntó, dejando su muñequito a un costado junto a las dos bolsitas que le faltaba por entregar. Y se acercó al niño, posando sus manitas en las rodillas del contrario.

— Tengo miedo... —le respondió en un sollozo el niño, alzando un poco su cabecita para verlo.

Incluso a su corta edad, Changmin supo que cayó rendido por ese pequeño niño que lo miraba con ojitos lagrimosos, aunque, claro, no sabía que era algo más que querer ser su amiguito, pues era aún muy pequeñito para saber eso.

— ¿Por qué tienes miedo? ¿Perdiste a tus papis?

El niño negó con su cabeza, inflando sus mejillas rellenitas y luego abultando un poco sus labios.

— El muñeco ese que tiene el cumpleañero. ¿No lo has visto? Todos los niños aquí dicen que hay que ser valientes y verlo igual, pero yo le tengo mucho miedo —dijo, pasando una de sus manos por su ojo para quitar las lágrimas que seguían cayendo—. Mami siempre me dice que si me porto mal él vendrá a buscarme y ahora está aquí.

— ¿Le tienes miedo...? —murmuró Changmin, mirando hacia un costado, allí donde había dejado su muñeco—. Pues yo veo que eres un niño bueno, así que no está aquí por ti.

— ¿Lo prometes? ¿Prometes que no está aquí por mí?

Changmin le sonrió, mostrándole su hoyuelo. Y luego alzó su dedo meñique, tomando con su manita libre la del contrario y juntando sus deditos meñiques.

— Lo prometo. Y es una pinky promise.

Changmin dejó a Chanhee con sus padres antes de correr y tomar su muñeco Chucky entre sus brazos, lo llevó hacia donde estaban sus papis y les pidió que lo guardaran porque su nuevo amiguito le tenía miedo y él no quería verlo llorar otra vez.

Desde esa vez, Ji Changmin y Choi Chanhee se volvieron inseparables.

Comenzaron preescolar juntos, quedando siempre en las mismas salitas, haciéndose dibujitos mutuamente y ayudándose cuando era necesario. Así también pasaron la primaria y secundaria, juntos, sin separarse el uno del otro y siempre compartiendo el mismo grupo de amigos.