El Bufete Sáez

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Alexander POV
No dudé ni un momento en decirle todo lo que sentía por ella, no pude controlar las ganas de que supiera cuanto la quería, cuanto la necesitaba y me preocupaba por ella, todo ese remolino de emociones me asustaba, sería estupido negarlo, pero el tenerla así conmigo, sus labios contra los míos en medio de la noche me hacía sentirme completo.
- Quiero estar contigo, quiero que estemos juntos carajo - soltó Caro de repente, pero noté que miraba para otro lado, como si estuviera perdida en su propio mundo
- ¿Qué pasa? - pregunté, negó con la cabeza, como sacando todo de su mente
- No sé, solo que me preocupa todo esto - se acurrucó en mi pecho y rodeó sus brazos en mi cuello
- Voy a hacer hasta lo imposible para protegerte a ti y a tu familia ok? - la miré, sus ojos se iluminaban con el reflejo de la luna y no podía creer como de verla por primera vez en la oficina de los Sáez y quedar encantado con su belleza, ahora estaba entre mis brazos diciendo que si quería estar conmigo
- No quiero que nada le pase a nadie, no por protegerme quiero que te pongas en peligro - me apretó hacia ella como pudo
- Tendré que hacerlo de ser necesario, yo no tengo más propósito aquí que detener a mi padre, pero tú tienes tantas posibilidades Caro, tantas cosas por hacer, yo nací sentenciado, pero no quiero que te sentencies por mi, tu... - me interrumpió
- Guarda silencio, nada de lo que dices tiene sentido carajo, todo eso no es más que palabrería tuya porque sabes perfectamente que eres capaz de mil cosas más, mis padres no aceptan a cualquiera y mucho menos lo dejan entrar en la familia como lo hicieron contigo, si ellos no supieran que tienes un maldito potencial no estarías aquí, no estarías en la oficina, no habría nada, pero aquí estás, dime que no tienes sueños, metas por cumplir, ilusiones -
Sus palabras me hicieron regresar en el tiempo y recordar todas las aspiraciones que tenía de pequeño, era un Niño soñador hay que admitir, mi madre nos crió para creer en nosotros sin importar que, nos crió de la mejor manera posible para siempre confiar en nosotros, pero esas enseñanzas se habían visto nubladas al momento de su fallecimiento y toma de poder completo de mi padre, miré a Caro y sólo ella había sabido recordarme tan buenos momentos...

Carolina POV
Alexander me miraba fijamente, sería que acababa de tocar alguna fibra muy sensible de él?
- Tienes razón Caro - dijo más para sus adentros que para mi
- Pero en serio no quiero que te suceda nada y si es necesario dejar de lado mis sueños, lo haría - oh mi Dios ni siquiera mi lado más meloso sentía esto como algo lindo, me sentí en un cliché de película, reí al pensarlo, lo que hizo que Alexander cambiara su semblante
- No seas ridículo - espeté y me bajé de la posición en la que nos encontrábamos, me tomó del brazo
- Qué dulce nena -
- No puedes dejar todo por alguien que acabas de conocer, no así, sólo no quiero que te pase nada y que llegues a donde quieras llegar, que nada ni nadie te detenga, van a detener a tu padre, a todos los asociados y serás libre de hacer lo que sea, lo que tú quieras, imagina todo eso, no puedes TÚ sentenciarte por una niña de a penas 18 años carajo - en un instante me sentía molesta y ni siquiera sabía por qué, el darme cuenta que todo esto era entre ridículo e injusto para él
- Caro ven aquí - me jaló lentamente hacia él
- Que tengas complejos en los que alejas a la gente con tal de no salir lastimada, no van conmigo - rodeé los ojos
- Eres abogado, no psicólogo - me sentía tensa pero al sentirlo rodeándome con sus brazos me relajé, este definitivamente era un espacio seguro para mi
- Pase lo que pase, cada quien va a seguir su felicidad ok? - solté
- A qué te refieres? -
Giré y lo vi de frente, tomé su cabeza entre mis manos y traté de ser lo más firme posible
- Si algo me pasa, quiero que me prometas que vas a seguir todos los sueños que tenías antes del mundo de tu padre, hazlo no solo por mi, si no por tu madre -

Alexander POV
La tenía mirándome fijamente, diciendo esas palabras como si ella misma hubiera firmado la sentencia de muerte, ni corazón se aceleró y me entró un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, no me había imaginado siquiera el futuro sin que ella estuviera, no tenía idea de por qué, pero no podía ver más allá de a ella y a mi viviendo tranquilamente después de todo esto, o solo a ella logrando todo lo que se propusiera, a mi nunca me había visualizado tan lejos, ya no lo hacía desde la muerte de mi madre y ahora que podía volver a hacerlo, con quien quería pasar ese futuro estaba en riesgo por mi
- Tú y yo estaremos bien, los dos - refuté
- No voy a dejar que te pase nada y a la única persona que estoy seguro que quiero en ese futuro es a ti, así que vamos a asegurarnos de estar bien ok? No solo tú no solo yo, los dos - asintió, lo que hizo que sonriera
- Eres muy persuasivo carajo - se quejó
- Soy abogado corazón - besé su frente, no sabía que maldita hora era, ni siquiera me había preocupado porque los señores Sáez no nos vieran, sólo quería estar con Caro
- Te confieso algo? - dijo mientras se separaba de mi
- Dime - comenzamos a caminar por el jardín
- Creía que venías para sólo dejar en claro que esto - dijo mientras nos señalaba - ya no iba a suceder más -
- Si lo pensé - dije mirando al horizonte para ponerle un poco de dramatismo
- Oye - me dio un puño en el brazo, reí ante su reacción
- Claro que no Caro, nunca pensé en eso, no se si es estúpido o muy arriesgado de mi parte pero a pesar de todo lo que conlleva mi apellido, nunca pensé en alejarme de ti así sin más - la vi sonrojarse, la luna daba muy buena iluminación, esto era como la cita perfecta sin ser una cita como tal
- Es extraño - comentó
- Estar en tu jardín en medio de la noche con un encapuchado que es el protegido de tus padres y que pone en riesgo a todo el mundo por ser hijo de un mafioso? No le veo lo extraño - reímos ante el comentario; antes de que pudiera decir algo más escuchamos ruidos dentro de la casa, lo que hizo que corriéramos a escondernos
- Vaya, escondiéndome en mi propia casa - rió
- Hay que subir por aquí - me tomó de la mano, miré hacia arriba y había una pequeña escalera que daba a lo que parecía un cuarto de servicio, esta casa es cada vez más grande.

Subimos y entramos al cuarto, con cuidado abrió la puerta que daba al interior de la casa, caminamos cuales criminales por el pasillo y entramos a su habitación
- Y a salvo - se tiró en la cama
- No se si te comentaron que yo no vivo aquí señorita - reí mientras me sentaba a su lado, abrió los ojos de par en par como si no hubiera tomado eso en cuenta
- Joder - susurró
No era el momento o tal vez si, pero comencé a mirarla de abajo hacia arriba, ahí tendida, comencé a recordar los momentos que habíamos tenido, en el baño, en el restaurante, mierda...