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Alexander POV
Salí del maldito pasillo del baño con un bulto entre mis piernas, no sé qué me había ocurrido ahí dentro, pero cada vez que la veo las ganas de hacerla mía me invaden y ver que otros imbéciles la ven con deseo me enoja.
- Que bueno que estés de vuelta Alexander - sonreí a medias, entré a la oficina de los padres de Carolina, mis jefes hace 5 años y prácticamente los únicos que me han tratado como de su familia en años y qué haces tú? Tratar de cogerte a su hija, maldita sea.

A los pocos minutos vi entrar a Caro, me dio una mirada de muerte, yo le sonreí, que bien se oía gimiendo carajo, se sentó en el escritorio a hacer lo suyo, mi bulto comenzaba a dolerme

Alejandra
Ya llegué guapo

Alexander
Ahorita bajo

Era Alejandra, una de las principales interesadas en la resolución del caso rey, como me cansaba esa mujer, pero trabajo es trabajo
- Disculpen, una allegada al caso está aquí, quisiera saber si puedo bajar a acompañarla - pregunté a mis jefes, Julio asintió mientras revisaba unos documentos
- Recuerda no revelar demasiada información - agregó Liliana, asentí.
Siempre me ha apasionado mi trabajo, en serio, pero este caso, no me gusta para nada cuán relacionado estoy, siempre supe que yo tenía un destino diferente a ellos, pero creí que nunca tendría que confrontarlos directamente.
Al llegar al estacionamiento vi el coche de lujo de Alejandra, abrí la puerta sin más y me senté en el copiloto, soy un hombre respetuoso lo juro, pero esta clase de mujeres siempre me han sacado de mis casillas
- ¿Qué nueva información tienes? - pregunté sin mirarla
- Se saluda primero Rey - rodeé los ojos, ella sabe cuanto me molesta que me diga así
- Te pones así sólo de pensar en mi? - agregó de repente, miré mi entrepierna, mierda, seguía así desde que besé a Carolina, ella posó su mano, un quejido salió de mi boca
- Te gusta? - comenzó a acariciarlo, suspiré y miré al techo del coche, en serio que si no tuviera que sacarme las ganas nunca la dejaría tocarme
- Quita tu mano carajo - la aparté, podía hacerlo yo mismo en algún momento
- Oh Bueno, quieres la información o no? - dijo enojada mientras encendía un cigarro
- Subamos para añadirla a los documentos del caso - indiqué; salimos del auto y tomamos el ascensor
- Eso ha de doler bastante hombre - rio mientras seguía mirando mi entrepierna, yo trataba de respirar y no dejar mi maldita imaginación volar imaginando a Caro - ¿quién te dejó así?, ya que claramente a mi me repudias - preguntó
- No te repudio - aclaré
- Lo hiciste desde el día en que decidí apoyar a tu padre, estoy tratando de enmendar mis errores - la miré, sus ojos se habían llenado de lágrimas, nos conocíamos desde pequeños, habíamos sido casi hermanos, pero la vida nos hizo tomar caminos tan diferentes
- No fue tu culpa, nunca lo ha sido ok? - traté de tranquilizarla, ella asintió
Las puertas del ascensor se abrieron y pude ver a los señores Sáez y a Carolina, mierda...
- Buenas tardes - fue lo único que pude articular, noté como Carolina veía desdeñosa a Alejandra, una parte de mi se sentía bien al hacerla sentir celosa, pero había otra que no quería que confundiera las cosas al verme con ella
- Buenas tardes, nos acompañan a comer? - dijo Liliana
- Le tomaré las declaraciones del caso y los acompaño - respondí antes de que Alejandra se incluyera
- Muy bien, buenas tardes señorita Alejandra, agradecemos su cooperación - mencionó Julio
- Gracias a ustedes por la discreción - respondió ella, salimos del ascensor, pasamos por un costado de Carolina y noté su mandíbula apretada mientras se distraía en el celular, era muy linda carajo.

El Bufete SáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora