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- Olvídalo - contesté tratando de sonar calmada, me mordí el labio en un gesto de nervios
- Oh querida no hagas eso - dijo mientras una de sus manos comenzaba a acariciar mi cadera, la preocupación se apoderó de mi, qué tal si alguien nos veía así
- Aléjate - dije con un hilo de voz, no quería que lo hiciera, no en realidad, aún no tenía ciertos recuerdos de anoche pero algo era seguro, yo también había querido algo.

Su otra mano recorrió mi mejilla
- Con que le mientes a tus padres para salir por ahí - rozó sus labios con los míos, por qué me hace esto?, dirigió su boca a mi oreja
- Ten cuidado, podría ser peligroso - dicho esto depositó un beso en mi mejilla y se fue al comedor
Me quedé helada, no tenía idea de como reaccionar ante su maldita actitud repentina, tomé mis cosas y subí

Carolina
El está aquí

Malena
Alexander?😨

Carolina
Si, está revisando un caso con mis padres y ESTÁ AQUÍ CARAJO

Malena
Tranquila, solo mantente o rodeada de tus padres o no te le acerques, así no pasará nada

Carolina
Muy tarde, me topé con el en la cocina y fue extraño, como me trató, como intentó ¿seducirme? No sé, solo fue raro

Platiqué con Malena por un largo rato y solo pudimos llegar a la conclusión de que tengo que estar alejada para que nada pase, pero la Carolina curiosa quería ver que sucedía, a qué llegaría esto; unos toquidos en la puerta me sacaron de mis pensamientos, abrí sin más

- Tus padres saldrán, yo me quedaré mientras tanto, me dijeron que te avisara - desde que llegué lo miré por primera vez a detalle, tenía puesto un pantalón de mezclilla, tennis formales y una polo, también traía consigo sus lentes; definitivamente se veía bien

- Ah gracias - dije para después cerrarle la puerta a la tentación, o al menos eso intenté, ya que detuvo la puerta con su mano
- Lo de anoche significó para mi - soltó de repente
- ¿Qué? - estaba confundida por su confesión
- El beso, para mi si significó algo - repitió, comenzó a entrar a la habitación, yo solo retrocedí
- Yo ni siquiera recuerdo cómo llegué ahí - dije tratando de hacer que se fuera, pero en vez de eso me tomó de un brazo para después acercarme a él, me tomó la cintura, puse mis manos en su pecho, aunque sabía que no iba a servir de nada
- Puedo ayudarte a recordar - comenzó a acercarse a mi, nada en mi cuerpo quería alejarlo, pero esto estaba mal
- No - susurré, pero no le importó ya que ni siquiera yo estaba convencida de lo que había dicho.

Sentí sus labios sobre los míos, casi como la primera vez, solo que ahora el beso era lento, delicado, subí mis manos a su cuello y me paré de puntitas para poder besarlo mejor y en ese momento vino a mi el recuerdo

El Bufete SáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora