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Alexander POV
Me desperté a eso de las 9 am, no había podido dormir mucho claramente, salí de mi habitación y Valeria se encontraba en la sala viendo caricaturas
- Hola princesa buenos días - le di un beso en la mejilla mientras la saludaba
- Hola tío, dormiste bien? - sonreí ante su ternura, en serio es hija de Dante?
- Si dulzura, qué tal tu? -
- Muy bien, aquí duermo mejor que como dormía con el abuelo - me quedé extrañado ante su confesión
- Ah si? Y eso por qué? - me senté a un costado de ella
- Con el abuelo siempre había ruido, gente hablando feo y me daba miedo todo - le acaricié el cabello - pero aquí todo es más tranquilo, por cierto, tengo hambre - sonrió de oreja a oreja, lo que provocó que una risa saliera de mi
- Te sirvo algo nena, ahora vuelvo - me dirigí a la cocina, mientras le preparaba el desayuno pensé en cómo sería si viviera con Caro y tuviéramos una pequeña, ella sería tan linda...
- Buenos días mi hermosa - escuché a Dante, lo que interrumpió mi momento iluso
- Buenos días papi - le dio un beso en el cachete para después acercarse a mi
- Qué pasó anoche con Alejandra? -
- Buenos días a ti también hermano - contesté para después ir a dejarle el desayuno a Vale
- Ten Linda, disfrútalo - ella aplaudió contenta y agradeció
- Hombre es en serio, salió del departamento en la madrugada y no ha vuelto - se le notaba preocupado
- Márcale, no sé dónde esté - dije sin tomarle importancia, me tomó del brazo y me arrinconó
- Alexander, no puedes ponerte así en este punto -
- Así como carajo - susurré para que Valeria no se asustara
- Como si no estuviéramos a punto de derrocar a mi papá y tú seas el protagonista del acto - lo miré fijamente, nos retábamos con las miradas
- Se van a dar un beso o que - escuchamos la voz de Alejandra, lo que hizo que nos separáramos
- A dónde fuiste? - pregunté
- Te importa en serio? - contestó, rodé los ojos y seguí en lo mío mientras Dante y ella conversaban, mi mente comenzó a volar, quería hablar con Caro, aclarar las cosas pero sentía que iba a molestarla si me acercaba, ella por fin estaba feliz....al parecer después de tiempos difíciles

Carolina POV
Ya habíamos llegado a casa después de estar todo el día en familia, había dejado a Malena en su casa en mi nuevo coche y Dios mío en serio era la mujer más feliz del mundo; eran alrededor de las 9 pm y a penas caía en cuenta que no había sabido nada de Alexander en todo el día, quería armarme de valor para contactarlo pero mi orgullo y una extraña paz que me invadía, me lo dificultaban
- Bueno princesa, mañana empieza el trabajo difícil con el caso que hemos estado armando y tú debes prepararte para tu inducción universitaria - aterricé en la realidad en ese momento, mierda, esto se había pasado rápido, me quedaba una semana antes de entrar a la universidad y en efecto, mis padres estarían en la corte toda la semana debido al caso Rey, ahora que lo pienso, tal vez por eso me habían dado el coche, porque no habría nadie quien pudiera "atenderme" esta semana
- Lo sé pa, ¿qué rápido no creen? - pregunté mientras comía el último pedazo de pastel que posiblemente haría que explotara
- Ay mi niña, estoy tan orgullosa de ti - sentí el abrazo de mi mamá, esos momentos los guardaba para siempre, todos, en familia, tranquilos, era divino
- Yo estoy muy orgullosa de ustedes también -
Pasó un poco más y todos comenzamos a arreglarnos para ir a dormir, me dirigía ya a mi habitación cuando mi celular vibró

El protegido
"Perdón por no haberte mandado mensaje en todo el día, no quería molestar, me gustaría hablar contigo hermosa, te adoro y feliz cumpleaños de nuevo"

Mi corazón dio un brinco al ver el mensaje, lo había extrañado pero mi paz mental era muy importante para mi y Alex comenzaba a perturbarla, maldita sea, sólo leí el mensaje y me recosté a dormir, mañana será un nuevo día.

- Ya nos vamos - dijo mi papá mientras dejaba un beso en mi frente
- Los amo y mucho éxito mis abogados - grité mientras salían de casa
- Ay que día - dije para mi misma mientras terminaba mi fruta, me levanté para llevar los platos y lavarlos, hasta que apareció Carmen
- Niña Sáez acaso quiere dejarme sin trabajo? - espetó mientras me miraba desde la entrada de la cocina, yo solo reí y levanté las manos en señal de rendición
- Lo que me pasa por amable - ambas reímos
- Con su amabilidad pudiera ayudarme a traer unos víveres por favor? Aldo está con sus padres y ya ve que irán a la corte, así que...- la interrumpí
- No me des explicaciones, por supuesto que te ayudo Carmen, además, quien no querría presumir que tiene nuevo coche - moví las llaves mientras lo decía, ella sonrió y me dio la lista de lo que necesitaba, tomé mi cartera, mis lentes de sol y partí hacia el súper mercado. Al llegar, Alex llegó a mi mente, así que contesté el mensaje de anoche

A: El protegido

"No te preocupes y nunca serás molestia"

O si?

"Cuando gustes podemos hablar, que les vaya bien en la corte hoy, te quiero "

Comencé a conseguir las cosas de la lista cuando de repente
- Hola nena - esa voz....levanté la mirada
- Oh no lárgate de aquí - tenia a Nicolás frente a mi, traté de esquivarlo pero me detuvo
- Lindo coche, el que siempre quisiste - rodé los ojos
- Ajá como sea, muévete - se quitó y seguí caminando derecho buscando las últimas dos cosas para ya irme de ahí
- Recuerdas cómo lo hacíamos en el mío? - gritó en medio del pasillo, me giré molesta, me miró divertido
- Cállate de una vez - susurré fuerte, volvió a acercarse a mi
- No me digas que no te tocas pensando en cómo te lo hacía - me giré hacia el carrito de compras y lo sostuve fuerte, como si este fuera a salvarme de algo, sentí su miembro en mi espalda, Nicolás era un poco más bajo que Alexander pero no medía menos de 1.82
- Nico...- se pego aún más y se acercó a mi oído por detrás
- Cómo gritabas mi nombre, mientras me montabas como loca..- comenzó a bajar su mano por delante mío, detuve su mano
- No - solté, mi sexo comenzaba a mojarse, puta madre, pensé en Alex, no podía hacerle eso
- No me digas que le eres fiel a Alexander - abrí los ojos de par en par, sentí como si hubiera adivinado mi pensamiento...tal y como antes
- Si aunque te moleste - contesté para seguir adelante
- No te vas a librar de mi, te prometí algo y voy a cumplirlo - mis ojos quisieron llenarse de lágrimas pero procuré ser fuerte, no miré atrás y salí de ahí.

El Bufete SáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora