Capítulo 6

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Definitivamente no le importaba lo que sucediera en aquella habitación.

Eso era de lo que trataba de autoconvencerse una y otra vez Nico mientras caminaba de un extremo al otro dentro de su habitación mientras se mordía el dedo pulgar.

—Cálmate...no pasará nada.— se dijo así misma en voz baja.

Pero por algún motivo su corazón seguía acelerado y un sentimiento de inquietud inundaba su cuerpo.

¿Y si Maki sentía algo por Nozomi?

Eso era posible, ellas en algún momento tuvieron una extraña relación, era probable que Maki realmente estuviera enamorada de Nozomi, y Nozomi...bueno, estaba herida por su pelea por Eli, en ese estado podía hacer cualquier cosa sin medir las consecuencias.

Negó con la cabeza en repetidas ocasiones.

Era raro preocuparse por lo que sus dos mejores amigas hiciesen.

¡Que más da! ¡Que hagan lo que quieran!

Se tiró en su cama y miró la hora. Las ocho y media de la noche. Tenía hambre pero no quería salir de su habitación y toparse con alguna de las dos chicas, mucho menos con Maki.

Desde antes que llegara Nozomi las cosas se habían puesto raras entre ellas, y aunque no quería admitirlo, ahora la sola presencia de la pelirroja la ponía nerviosa por culpa de todos esos extraños pensamientos que había estado teniendo.

¿Y si tomaba un trago?

No, a este paso iba hacerse una alcohólica.

Bueno, tal vez estaba exagerando, pero no quería tener que recurrir al alcohol por algo sin sentido como eso.

¿Y si salía a dar un paseo?

No, no tenía ánimos ni siquiera para levantarse, así que esa idea estaba descartada.

¿Había siquiera una opción?

Nico no sabía ni siquiera que era lo que le pasaba.

* * * *

—¿Las cosas están bien?— Nozomi le preguntó a Maki con inquietud.

—Por supuesto, estoy perfectamente.—

—Sabes que no me refiero a eso.— Nozomi se recostó en la cama de la pelirroja y observó a esta última
alzando una ceja.

—No sé a que te refieres.— se hizo la desentendida y continuó buscando un conjunto de ropa que la pelimorada pudiera usar para dormir.

—Bueno, si las cosas estuvieran bien yo no estaría aquí,— la encaró.—¿A que se debía tu repentina llamada diciendo que venga y diga que terminé con Elicchi?— preguntó directamente.

—Eres una gran actriz.— halagó la pelirroja al recordar la actuación de Nozomi.

—No cambies de tema.— la regañó la ojiverde con el ceño fruncido.

—Nunca se te escapa nada ¿verdad?—

—Ese es mi don.— sonrió con orgullo.—¿Pasó algo?—

—Nico-chan.— mencionó el nombre de su mejor amiga en un suspiro.

—Eso ya lo sabía.— dijo como si fuera lo más obvio del mundo. Y de hecho lo era.

—Eso creí.— rió un poco y luego se acercó hasta la cama para sentarse junto a la pelimorada.—La verdad es que no quiero estar a solas con ella.—

—Debiste pensar en eso antes de vivir con ella.—

—Me refiero a que...me es difícil estar a solas con ella luego de lo que me dijo...— bajó la voz mientras sus mejillas se tornaban rojas.

—¿Te dijo algo raro?— Nozomi tomó interés por el tema.

—Me dijo que...—

—¿Te dijo qué?— la animó a terminar.

—Qué le mostrara que tan buena era en....la cama...— desvió la mirada aún sonrojada.

Nozomi ahogó una risa.

Jamás pensó que Nico haría algo como eso luego de la plática que habían tenido, ella siempre había sido una chica hetero inquebrantable.

—¿En serio?— Nozomi se hizo la sorprendida, Maki no tenía que saber que ella era hasta cierto grado culpable.—¿Y que pasó?—

—Nada, ella estaba ebria, no sabía lo que decía.—

—¿Estás segura?— inquirió con picardía.

—Por supuesto, ni siquiera lo recuerda.—

—Eso definitivamente suena a Nicocchi, nunca ha tolerado el alcohol.— Nozomi sonrió internamente, Nico era una buena bebedora, era del tipo que jamás olvidaba las cosas sin importar cuánto bebiera, siempre había sentido cierta envidia por eso, ya que muy por el contrario ella se embriagaba con mucha facilidad.

Y eso quería decir que lo que dijo lo había hecho estando consciente y que además no lo había olvidado, pero debía de hacerle creer a Maki que sí. Así las cosas se podrían más interesantes.

—Es por eso que no quiero quedarme a solas con ella.— señaló nuevamente.

—Pero ¿sabes? Tu plan para traerme aquí tiene algunas fallas.—

—¿Cuáles?—

—Primero, ¿que tal si Nicocchi habla por teléfono con Elicchi? Si lo hace se dará cuenta que no hemos terminado y que ni siquiera estamos peleadas. Segundo, es probable que malinterprete las cosas entre nosotras, para ella tu y yo fuimos pareja en el pasado.—

—Bueno, lo primero no lo pensé bien. Y lo segundo, no creo que ni siquiera le importe.— 

—¿Y que harás? ¿Utilizarás esta oportunidad para declararte?—

—¡Por supuesto que no! Nico-chan es hetero y jamás me aceptará.— Maki bajó la mirada con tristeza.

—¿Y por que no le provocas celos?— sugirió Nozomi.

—No funcionará.— suspiró decaída.

—¿Por que lo dices?— inquirió confundida.

—¿Que crees que he estado haciendo desde que vivimos juntas?—

—Pensé que sólo lo hacías para molestarla.— mencionó con sinceridad.

—Pues que equivocada estabas.— frunció el ceño.—Y como ves, no ha funcionad....—

Maki fue interrumpida por los labios de Nozomi sobre los suyos, al mismo tiempo que escuchó una voz en la puerta de su habitación.

—¿Maki acaso escondist...— Nico se quedó muda al observar la escena.
Sus dos mejores amigas se estaban besando, y por algún motivo eso le ocasionaba cierto malestar.

Nozomi se separó de la pelirroja rápidamente escondiendo una sonrisa, esperaba que eso ayudara a que las cosas avanzaran entre esas dos.

—Nico-chan...— Maki se puso de pie rápidamente limpiándose un poco los labios. Sabía el porque del beso, agradecía el intento de Nozomi por ayudarla, pero como ya se lo había dicho, sin importar que hiciera, no podía causar celos en la pelinegra.

Nico permaneció en silencio con un nudo en la garganta.

—¿Escondiste el vino?— preguntó con voz inestable.

—¿Vas a beber otra vez?—

—Si, soy una chica adulta.— la pelinegra rodó los ojos.

Maki la observó fijamente y nuevamente aquella aura extraña se formó entre ellas.

—Está en mi nevera.— Maki señaló la pequeña heladera en la esquina de su habitación.

—Gracias.— dijo Nico una vez tomó la botella.—Sigan con lo suyo, lamento interrumpir.— y seguidamente cerró la puerta más fuerte de lo que había planeado.

Muéstrame- NicoMakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora