—Bésame así otra vez.— pidió Nico con total seriedad.
Para Maki no fue necesario escucharlo dos veces, ya que apenas salieron aquellas palabras de la boca de su mejor amiga fue rápidamente a capturar los labios de Nico en un exigente beso.
Nico ahogó un gemido y dejó que Maki se recostara encima suyo rodeando su cuello con sus brazos para profundizar el beso.
El cuerpo de la pelirroja se pegó más al de Nico creando una grandiosa fricción que hacía del beso una mejor experiencia. Sus labios se movían al mismo ritmo y sus lenguas luchaban por ser la más dominante.
Los sonidos lascivos que provocaban sus labios unidos eran realmente excitantes, Nico sintió su mente nublarse por las nuevas sensaciones que estaba experimentando, jamás se había sentido así antes.
Se separaron unos cuantos centímetros para tomar aire y nuevamente volvieron a besarse, y ésta vez Nico enredó sus dedos en el cabello de su mejor amiga para acercarla más, si es que eso era posible.
Abrían y cerraban sus labios sin seguir un patrón exacto, Maki de vez en cuando mordía suavemente el labio inferior de Nico, mientras esta última sólo se dedicaba a suspirar y gemir levemente por lo agradable que era.
Sin previo aviso, las manos de Maki se dirigieron a la parte inferior de la blusa de Nico con la clara intención de quitarla. La pelinegra jadeó sonoramente al sentir el tacto de Maki sobre su piel desnuda, y contra todo pronóstico, levantó las manos para facilitar la misión de la pelirroja, quien lanzó lejos la prenda de vestir.
—Vayamos arriba.— susurró seductoramente Maki en el oído de la pelinegra, repartiendo luego besos en su cuello y tocando un poco su suave piel.
—Nozomi está arriba.— le recordó Nico frunciendo el ceño.
—¿Eso importa?— mencionó Maki sin preocuparse, dándole cortos pero apasionados besos a la mayor.
—Vayamos...— dijo entre jadeos Nico.
Ni lenta ni perezosa, Maki tomó a su mejor amiga en brazos sin dejar de besarla constantemente mientras subían las escaleras.
—Vamos a....mi...habitación.— dice Nico entrecortada ya que Maki no dejaba de besar sus labios.
Maki fue directamente a la habitación de su mejor amiga y como pudo cerró la puerta.
Aún no podía creer que realmente estuviera sucediendo.
Estaba apunto de tener sexo con Nico.
La pelinegra fue recostada sobre la cama mientras su mejor amiga la besaba sin descanso.
Lentamente fue bajando sus besos por el cuello de Nico, luchando contra sí misma para no dejar ninguna marca en su suave y hermosa piel.
—Maki~…— jadeo la mayor cerrando los ojos por unos pocos segundos, disfrutando de lo bien que se sentían los labios de la pelirroja sobre su cuello.
Con extremo cuidado, Maki dirigió sus manos a la espalda de Nico para poder quitar el sostén blanco que llevaba puesto. Nico sintió que una corriente de electricidad la recorrió al sentir a la pelirroja desnudar la parte superior de su cuerpo, jamás pensó estar de esa manera con su mejor amiga.
—Nico-chan...— murmuró Maki mientras comenzaba a besar el contorno de los pechos de la pelinegra.
Nico cerró los ojos y mordió su labio inferior para tratar de no dejar salir tanto su voz.
—Mmmhh~— gimió un poco alto cuando la húmeda lengua de su mejor amiga se posó en uno de sus pezones.
Maki levantó la mirada para poder observar las expresiones de placer que hacia la pelinegra gracias a su lengua, eran realmente excitante. De un momento a otro los dedos de Nico se enredaron en el cabello de la ojimorada, mientras esta última seguía estimulando sus pechos con su lengua y una de sus manos.
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Muéstrame- NicoMaki
Fanfiction-Muéstrame.- -¿Qué?- -Muéstrame que tan buena eres en la cama.-