—¿Saliste hoy?— Nico fue interrogada apenas entró al departamento.
Maki la observaba desde las escaleras sólo con una bata puesta.
—Si, ¿acaso querías que me quedara a escuchar a esa chica gritar?— la pelinegra elevó una ceja.
—¿Saliste con Yukino?— volvió a interrogar bajando los pocos escalones que le quedaban para acercarse a su mejor amiga, ignorando su comentario.
—No, terminamos hace días.— hizo una mueca de incomodidad, rogando al cielo que Maki no le preguntara la razón de su rompimiento, aunque estaba segura de que ya debía saberlo.
—No sabía que habían terminado.— mencionó en voz baja, Maki parecía sorprendida.—¿Entonces con quién saliste?—
—Salí a desayunar con Nozomi y luego fui al centro comercial a pasar el rato, también vi una película en el cine.— contó dejando su bolsa en el mueble junto a la puerta al igual que las llaves de su auto.
—¿Tu sola...?—
—Si, yo sola, ¿por que tantas preguntas? Pareces mi madre.— rió y luego caminó hacia las escaleras.—¿La chica de la mañana sigue arriba?— interrogó para evitar encontrarse con algo que no quería.
—No, ya se fue desde hace mucho.— respondió observando a la pelinegra subir a su habitación.
—Bien, iré a descansar, estoy realmente agotada.— estiró sus brazos.
—Esta bien.— Maki se mordió el labio inferior para no preguntarle más cosas a la pelinegra. No quería hostigarla.
De verdad que no quería seguir entrometiéndose en la vida de Nico pero no podía evitarlo. Quería saber todo respecto a la pelinegra.
Y aunque no quería ser la típica chica lesbiana que se enamora de su mejor amiga heterosexual, no lo había podido evitar.
Suspiró con frustración pasando una mano por su cabello despeinandolo levemente observando fijamente por dónde se había ido la pelinegra. A veces odiaba saber que Nico estaba tan cerca y tan lejos a la vez.
Vivían bajo el mismo techo y sin importar lo mucho que intentara llamar la atención de Nico, ésta siempre seguía tratándola y viéndola como una amiga, incluso como una hermana, era tan evidente el desinterés de la pelinegra por Maki que inclusive las chicas con las que se involucraba no llegaban a sentir celos al saber que vivía con otra chica, hasta ellas veían que Nico sólo la veía como una amiga y eso la frustraba.
Fue hasta la sala y se tiró de lleno en el sofá colocando un brazo en su frente observando fijamente el techo.
Esa rutina que había tomado no era precisamente de su agrado, por supuesto que el sexo era divertido y todo eso, pero no le gustaba molestar a Nico, pero por alguna razón no podía dejar de hacerla, tal vez por que inconcientemente era un método para protegerse de los sentimientos que había desarrollado por su mejor amiga a lo largo de los años, y terminar de salir con chicas significaba tener que enfrentar a Nico, y no estaba preparada para eso.
¿Como fue que aceptó vivir en el mismo departamento que Nico en primer lugar?
¡Ah, cierto!
No podía decirle que no.
Debió de haber escuchado las palabras de Umi, así no estaría pasando por todo eso.
"—Vivir con la persona que amas puede ser el paraiso y el infierno al mismo tiempo, ¿estás segura que podrás reprimir tus sentimientos una vez que vivas con Nico? Esto no es un juego, Maki, tu propia salud emocional está en juego, piénsalo con detenimiento.—"
¿Cuánto tardó Maki en decirle que si a Nico luego de sugerirle vivir juntas?
Así es, menos de un día.
No podía quejarse de algo que ella misma había decidido, además poder ver a Nico todos los días era realmente gratificante, sólo verla la ponía de buen humor, aunque para Nico fuera lo contrario con ella, siempre se molestaba por que llevaba chica trás chica al departamento, pero, de verdad que no podía evitarlo.
Incluso en esos momentos pensaba en si era una buena idea llamar a alguna chica para pasar el resto de la tarde e incluso toda la noche con ella.
Verdaderamente no podía concentrarse al saber que Nico estaba en el departamento, y ahora menos que sabía que había terminado con el idiota de Yukino.
Sonrió con felicidad al recordar que efectivamente Nico había terminado su relación con ese chico, que apesar de no haberle hecho nada, por alguna razón lo odiaba.
Nico estaba soltera, y eso hacia muy feliz a Maki.
—Nico es heterosexual, entiéndelo.—
Su propios pensamientos la traicionaban y la hacían ver la triste realidad.Su mejor amiga jamás iba a corresponderla, y tenía que hacerse a la idea de una buena vez.
Negó con la cabeza tomando luego su celular.
¡A la mierda!
—Hola, Riko, ¿estás libre ahora?— preguntó con una voz sensual apenas la chica respondió la llamada.
—Oh, Maki, es muy inusual que me llames,— rió Riko suavemente.—Y respondiendo a tu pregunta, si, estoy libre.— respondió con complicidad.
—¿Que tal si te pasas por mi departamento? Podemos pasarla bien.— se mordió el labio inferior.
—Por supuesto. Enseguida voy.—
La llamada terminó y Maki arrastró su mirada por las escaleras. Nico estaba posiblemente dormida en el piso de arriba, buscando por fin algo de paz, y ella como siempre iba quitársela.
¿Por que molestarla de esa manera?
Simple.
Nishikino Maki era una cobarde de primera.
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Muéstrame- NicoMaki
Fiksi Penggemar-Muéstrame.- -¿Qué?- -Muéstrame que tan buena eres en la cama.-