My Perfect Dream (Pt. 1)

Capítulo Octavo

-¿Me vas a contar de una vez  lo que pasó anoche? ¿Molly? Pues nada, tendré que comerme las tortitas con caramelo y chocolate blanco por encima yo sola. –dí un brinco en la cama.

-Eso ni de broma

-Ah, vaya, así que estabas despierta  –me volví a tumbar el cama

-Puede –Sara me miró ansiosa.

-¿No se presentó? Pues tardaste mucho para… -la interrumpí.

-Sí, sí que lo hizo –dije aún con voz adormilada

-Vale, entonces explícame como se puede dormir tranquila tras haber quedado con el chico de tus sueños.

-Pues mira, te metes en la cama, te tapas, cuentas tres y ya te duermes.

-¿En serio tardas tres segundos en dormirte? –no esperó respuesta. –No me hagas cambiar de tema. Anda, cuéntamelo todo –añadió sonriente.

-Ahhh –grité. ¡No lo puedo creer! Verás, me baje del autobús que se atrasó unos diez, quince minutos. Corrí lo más que pude… -conté sin apenas respirar.

-¡Estás de broma! –chilló - ¡Cuéntamelo otra vez! ¡Cuéntamelo otra vez!

-Chicas, si nos os dais prisa en bajar a desayunar llegareis tarde –comentó Peyton.

-¿Es que vamos a algún sitio? –dijo Sara extrañada

-Oh, vamos, chicas, creéis que vais a estar aquí todo el verano sin nada que hacer –asentí – Iréis al supermercado, comprareis pañuelos, lejía, carne, kétchup…

-Es coña. –dije haciéndole entender a Sara. Hay muchas cosas que hacer en Londres para ir a comprar carne y no sé qué más.

-No, y, no te preocupes, os he preparado una lista.

-¿No crees que nos costará encontrar todas estas cosas? –puntualizó Sara

-Para nada. Por algo existen unas personas que trabajan en el supermercado a las que podéis consultar. –la máquina de café emitió un sonido que daba por finalizado el café. –Daos prisa –salió.

-Déjame tu suéter azul. –Sara arqueó las cejas- ¿Qué? No pienso hacer esperar al desayuno.

-Sorry. Where can I find the milk? –Preguntó Sara a una trabajadora mientras me miraba en el espejo de la fruta.

-Uhm… milk… milk… Go ahead and turn on your left.

-Thanks –dijimos al unísono.

-Acabo de recibir un mensaje, es de Peyton. “Comprad algo para almorzar. Olvidé deciros que Josh tiene comida empresarial y he de acompañarle”.

-¿Te apetece lentejas?

-Prefiero judías.

-¿Perritos calientes, entonces? –ambas reímos.

De camino a la caja para pagar la compra, iba mirando el móvil. Sin haberlo planeado tropecé con una chica algo más bajita que yo, de pelo marrón y ojos color miel.

-Oh, sorry –la miré a los ojos.

-Don’t worry. Have we met before?

-Sara, nos hemos encontrado con esta chica antes –negó.

-Sorry,I don’t think so.

-It’s okay.

La chica hizo una pausa y soltó lo que probablemente cambiaría mi vida. “Creo que ya se quién eres. ¿Es posible que tengas unas fotos con Harry Styles?”

-No, pero ojala, me temo que te has equivocado.

-Pues oye –sacó el móvil del bolsillo. ¿Qué coincidencia, es el mismo bolso? –Me quedé paralizada, Sara se asomó para ver la foto. Era yo, ayer. Con Harry. Traté de esconder mi bolso.

-Oye, sé que nos acabamos de conocer, pero no importa, puedes confiar en mí. No te avergüences, te prometo que guardaré el secreto. -sonrió amablemente

-Te-tengo que irme.

Salí todo lo rápido que me permitió la cajera. Necesitaba reflexionar. Salgo un rato a la calle con Harry ya tengo fotos ¡Pero si ni me di cuenta!

-Por algo son paparazzis –replicó Sara

-¿Por qué mis reflexiones siempre se convierten en un diálogo entre las dos?

-Deberías probar reflexionar en silencio.

-Pero, no lo entiendo, Sara. ¿Qué tiempo estuvimos fuera? ¿Diez minutos? -entré en twitter - ¿Pero qué? ¡Será grosera! Mira este tweet.

“Me entran ganas de romperle una pierna a la chica de las fotos con Harry. Se está metiendo en el fandom equivocado”

-¿Tu no soñabas con ser famosa? Ala, enhorabuena –dio un par de palmaditas en mis espalda.