I never meant to break your heart, I won't let this plane go down, I never meant to make you cry, I'll do what it takes to make this fly… -Cantaba mientras colgaba la toalla en la percha plateada del cuarto de baño. Aún con una toalla de inferior tamaño liada en el pelo, recogía el cuarto de baño empañado tras la larga ducha reflexiva.
Seguía tarareando “Up” mientras me dirigía hacia la habitación en la que escogería qué ropa me pondría para salir a comer. Los domingos siempre han sido días de celebración en mi familia. Desde pequeña salíamos a comer los cuatros con mis abuelos paternos, y hoy no iba a ser menos. Tal vez con los papeles cambiado, pero la familia es la familia. Aunque ni mi madre ni mi padre estuvieran con nosotros sé que al menos ninguno de ellos pasará el día solo. Ayer estuve hablando con mi padre y me dijo que hoy iría con mamá a almorzar. Les echo de menos la mayor parte del tiempo.
Abrí las puertas del armario. Dolida por no haber podido traerme todos mis conjuntos preferidos en el avión, desplegué la ropa de izquierda a derecha.
-No tengo nada que ponerme –suspiré. -¿Qué tal esto con esto? Madre mía, no he dicho nada, van a creer que me escapé de la cárcel. -¿La falda con esta camiseta? Error, error, tiene tonos rosados, nada de rojo y rosa, no quiero que me tomen por asquerosa.
-¿Y la falda celeste con la blusa blanca? –dijo Sara tumbada en la cama.
-¡Si! Y, ¿puedo saber cuánto tiempo llevas aquí? –me giré
-El suficiente como para cansarme de esperar a que salieras de la ducha –se incorporó y se dirigía hacia la puerta. Se detuvo en seco –Aún tenemos un tema pendiente del que hablar, no creas que lo he olvidado – salió por la puerta dirección al baño con la ropa interior en el antebrazo.
-Chicas, daos prisa. Tenemos mesa reservada y ya sabéis que tenemos que ser puntuales –dijo Josh mientras subía por las escaleras. Toc-Toc. ¿Puedo entrar? –a la velocidad de la luz me puse al albornoz rosa y lo até bastante fuerte.
-Creía que querías que me diera prisa en vestirme. Entra –añadí amablemente
-¿Qué tal por Londres? –le miré extrañada
-Muy bien la verdad. Solo es acostumbrarse. Mañana iremos al múseo Madame Tussauds –sonreí y hubo unos segundos de silencio.
-¿Algo interesante? ¿Algo que me quieras contar? –extendió la mano hacia la derecha para poder coger la silla. Se sentó con el respaldo al frente y me miró fijamente.
-No –dije prolongadamente.
-¿Estás segura?
-¿A qué viene esa estúpida pregunta?
-A nada, a nada. Era curiosidad. –se dirigió lentamente hacia la puerta.
-¿Qué sabes? –cerré la puerta de un portazo tan rápido como pude para evitar que saliera.
-Lo suficiente como para advertirte de que te dejes de líos. Tu madre ha confiado en ti, ahora Peyton y yo somos los responsables de cualquier cosa que te pueda pasar. No voy a comportarte como tu padre, pero si como un hermano mayor. Mi objetivo es, vuelto a decirte, que te alejes de cualquier posible lío.
-Vaya, siempre quise tener un hermano mayor.
-Te lo digo en serio. Ándate con cuidado. Sé lo que te estoy diciendo –abrió la puerta y salió sin apenas decir nada.
“¿Qué acaba de pasar?” Me pregunté a mi misma. "¿Sabe Josh lo de Harry?" Bah, no creo, tal vez solo sea casualidad.
Comencé a vestirme y sinceramente no podía dejar de pensar en lo qué Josh me había dicho. "¿A qué se refiere?" Mientras me abrochaba la falda vi como Sara entraba en la habitación.
-Mira y aprende. No he tardado ni la mitad del tiempo que tú.
-Eso es porque sabes que por mucho que te refriegues, tu cara va a seguir siendo igual de idiota –me burlé sonriente.
-O tal vez porque yo me ducho todos los días y necesito menos tiempo, no como otras.
-O tal vez porque… ¿Perdona? Será una broma. Soy yo la que siempre quedo por encima y tú la que ignoras el comentario. Así funciona nuestra amistad.
-Londres te cambia –me giñó un ojo
-Espera, espera, porque no estoy entiendo nada. ¿Qué quieres decir con que Londres te cambia?
-Nada –se miró en el espejo y sonrió descaradamente. Acto seguido anduvo hasta el armario para escoger su ropa – Nada –volvió a decir.
-¿Por qué está la gente hoy tan rara? Sabéis que no cojo bien las indirectas. Para mí es como si hablarais en otro idioma.
-Daos prisa. Los abuelos ya van de camino al restaurante. Josh y yo os esperamos abajo –dijo dando unos golpecitos en el tabique de la puerta. –Si no queréis ir andando…
-Tranquila, no correré ese riesgo –tan pronto como Pey salió de la habitación cogí mi neceser de maquillaje y me fui hacia el cuarto de baño. Sumergí mi pelo en bastante espuma, no se sabe que le puede hacer el clima Londinense a tu cabello. Aunque hoy hacía un día espléndido.
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My Perfect Dream (Pt. 1)
FanfictionHola, encantada de conoceros por fin. No sabía las ganas que tenía de encontrarme con alguien como tu, alguien con el que compartir mi historia. Sé que probablemente no soy la chica más lista del mundo, pero si hay algo de lo que estoy cien por cie...