My Perfect Dream (Pt. 1)

Capítulo vigésimo cuarto

-Mira, Molly. Prométeme que vendrás –dijo bajando la ventanilla de su coche a la vez que bajaba él  del coche.

-Yo, no creo que deba ir.

-Olvídalo, ¿vale? Perdona la foto, perdona lo que sea que te haya hecho, pero por favor, es importante para mi. Además, podremos hablar de esto, si te apetece.

-He venido aquí para estar con Sara y con mi hermana, no para meterme en más problemas.

-¡Vamos, pero si es solo una fiesta! –vaciló

-La fiesta no es problema, tú eres el problema –me giré bruscamente dirección a la casa de Peyton, entonces volví a girarme para decirle algo a Harry –Está bien, ¿A las ocho? –el solo me giñó el ojo y continuó hacia delante con su coche.

-Benditos sean los ojos –dijo Josh al verme

-¿No trabajas hoy? –pregunté extrañada

-Me han dado el turno libre, la ciudad está bastante tranquila.

-¿No es raro? –me serví lo que quedaba del café

-Bueno, no es la primera vez, ya sabes...

-No me refiero a eso, Josh –me senté a su lado y di un sorbo al café -¿Por qué me habéis dejado dormir con un desconocido? –fui directa al grano

-¿Es que te ha hecho algo? No me lo perdonaría si eso fuese así. –él me miró directamente a los ojos, algo preocupado pero a la vez tierno, algo que solo Josh sabía hacer.

-¿Qué? No, por supuesto que no. No es eso. Es solo que... oye, ¿tú conoces a Harry?

-¿Qué te hace pensar eso? –frunció el ceño y por un momento lamenté haberle hecho esa pregunta.

-Tus acciones, tu mirada de despreocupación, todo en general –respondí

-Es complicado

-La gente suele responder que es complicado cuando no tienen una buena excusa. Josh, ¿qué pasa?

-Buenos días perdida –mi hermana besó mi frente –acabo de salir del supermercado –dijo colocando las bolsas sobre la mesa.

-No sé por qué pero te creo –vacilé mirando todas las bolsas con las que ella y Sara habían tenido que cargar. -¿Es que viene alguien a cenar?

-Compruébalo tú misma

Salí al jardín en busca de algo, más bien alguien. Y mis ojos jamás podrían haber imaginado lo que estaban viendo.

-¿Papá?, ¿Mamá?, ¿Qué estáis haciendo aquí? –corrí para abrazarlos -¡Os he echado tanto de menos!

-¡Pasad! –gritó Peyton desde la ventana del salón.

-Voy a cambiarme, ahora vuelvo.

"Harry, cambio de planes. Mis padres están aquí, no puedo ir a la fiesta contigo, tal vez cuando termine la cena podré llegarme un rato. Lo siento" –Le escribí.

Me daba bastante pena, él no volvería a ver a su familia hasta cinco días más tarde, y ¿quién sabe? Ahora tampoco me tiene a mí

"Me alegro mucho por ti, espero que disfrutes. No te preocupes, estaré bien. Me haría muy feliz que te pasaras, aunque fuera unos minutos. Aunque tú no pienses igual, te quiero"

-Oye, Harry. ¿Nos ayudas? Coge el mantel por allí. –dijo Liam

La sala de celebraciones del hotel era enorme, lo cual era es totalmente proporcionable a todos sus decorados. Lámparas gigantes colgaban del techo, una decena de cuadros lo hacía de la pared tintada en burdeos. La mesa empezó a ser adornada.