Capítulo cuarto

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"Pipipipi pipipipi pipipi" era lo único que se escuchaba en nuestra habitación.

-Estúpido despertador –dije mientras me incorporaba. Tenía los brazos abiertos, la cabeza hacia el lado derecho, una pierna encogida por fuera del edredón y otra por dentro. Si toda mi familia no supiera cuánto me muevo al dormir, pensarían que es fruto de un acto diabólico de asesinato.

-¿Cómo que estúpido? Apresúrate en vestirte –dijo Sara metiéndose unos pantalones ajustados.

-¡Ahhhh! –grité – Miénteme. ¡Ha llegado el día! –superé el tono de voz anterior

-Molly, te lo digo en serio, si no te das prisa nos quedaremos sin conocerles, sin firmas, sin... -le interrumpí.

 -¿Es que no te basta con agobiarme durante los meses de colegio? –me levanté de la cama – Todo va a salir perfectamente. Vamos a cumplir nuestro sueño y no quiero oírte decir lo contrario. Espera a que desayune y nos vamos.

-De eso nada, si te hubieras levantado a su hora, como yo, habrías visto el bocadillo que tu madre nos ha preparado. –solté una carcajada.

-¿Bocadillo, dices? Ni de coña. Quiero mi tostada y mi café. –fruncí el ceño – además solo son las 4 de la mañana.

-Hora en la que perfectamente miles de fans nos pueden adelantar. Desayunarás en el coche. –me replicó mientras yo ponía los ojos en blanco.

Otra de las cosas que no se me olvidaran, estar desayunando un bocadillo de paté y un café, frío.

-Josh, pon la calefacción a ver si se me calienta algo el café.

-Molly, estamos en verano –se burló él.

-Sube el volumen –le ordené. Sara y yo empezamos a cantar.

Everybody want to steal my girl 
Everybody want to take her heart away 
Couple billion in the whole wide world 
Find another one cause she belongs to me 

 

-Bueno muchachitas, son 10 libras por el segundo que habéis estado dentro de mi coche –añadió con su acento británico. Todos reimos. – Cuando terminéis me llamáis y paso a recogeros.

-Molly, tienes el mejor cuñado del mundo –dijo Sara casi perpleja.

-Eso, se cree él –dije con tono de superioridad, pero a la vez burlón mientras nos poníamos en la cola de espera que prácticamente doblaba la esquina unos metros.

-¿Qué te dije? Que un montón de fans se nos adelantarían mientras tu estabas dormida en tu cama. –Sara me dio un codazo al terminar mi frase. Yo sabía perfectamente que todo había pasado al revés, ella fue quien me lo dijo, y no se equivocó. Había más gente que en el primer día de rebajas. Y que luego  digan que "One Direction" no tiene éxito.

-Eh oye seguid la fila, no colarse.

-Perdona –dije con ironía –no sabía que la calle era tuya. Disculpa. –la chica de pelo negro y ojos de color miel me echo una mirada desafiante.

-Si fuera mía ya te habría echado hace media hora. Incluso antes de llegar.

-Pues adelante, échame si...

-Para, Molly, para. Relájate, ¿quieres?. –miró a la chica – Discúlpala, está muy nerviosa.

-Si, ya, como si no fuera que está loca. –Sara y yo abrimos los ojos como platos.

-¿Es que no le vas a decir nada? –Sara no respondía. - ¿En serio? –asentí disgustada.

Una hora, dos horas, tres horas, cuatro horas, cinco horas... ¡Anda, esa es la furgoneta! – Sara y yo nos dimos la mano y empezamos a saltar de la emoción. Cadenas televisivas, e incluso de radio, estaba en la puerta esperando a preguntar a los chicos. ¿Es un pájaro? No. ¿Es un avión? No. ¿Es superman? No. Son "One Direction entrando en la biblioteca. ¡Con que rapidez!

My Perfect Dream (Pt. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora