Aquella chica había salido por la ventana de su habitación, bajó por la pequeña cerca que daba al patio trasero de su casa, evitando ser escuchada, a unos cuantos metros estaba la casa de sus amigas, caminó pensando en todo lo que acababa de pasar, se seguía preguntando porque su padre lo hacía, pensaba que aquello iba a pasar desapercibido por sus vecinas, estaba loca por creer aquello, porque encontró a las coreanas justo en la puerta trasera esperándola, Rosé fue la que presintió que así sería, mucho antes Jisoo la había detenido para que no corriera en auxilio de Lauren cuando escuchaban todo lo acontecido en la casa Jauregui, la vieron abrir la puerta, la más delgada se acercó rápidamente, la ojiverde se cubría con su hoddie con capucha negra, la australiana acariciaba su espalda, nadie hablaba ellas no sabían cómo abordar a Lauren, pues habían escuchado lo sucedido. Jisoo se acercó a las dos menores y fue cuando Rosé habló.
Lauren, mírame.- Parecía muy seria la menor, aun escuchado aquello la ojiverde seguía cabizbaja, y volvió hablar, pero esta vez levanto el rostro de la pelinegra.
Por dios, Lauren!.-Fue la mayor, al verle el rostro.
No es nada.- dijo la ojiverde, en voz baja.
No es nada?- Rosé habló con indignación, levantando las manos.
Chae, calma!- Jisoo se dirigió a la menor al ver que la ojiverde pareciera que comenzaría a llorar.-Lauren no necesita más momentos así.
Perdón.- respondió dándole la razón a Jisoo, volteó hacia Lauren, quitó la capucha y vieron completamente su rostro, y el intento de maquillaje, que no había funcionado.
Jisoo caminó tomó uno de los bancos largos de la barra de la cocina, lo acercó para que Lauren se sentara, Rosé le ayudó, y no aguantó más, se acercó todo lo que pudo y la abrazó, se preguntaba cómo podía pasarle eso, se preguntaba la australiana, como un padre podría hacerle eso a su hija, le dolía su corazón al ver a la ojiverde de esta forma, Jisoo permanecía en silencio, los sollozos de Lauren se escuchaban en la cocina, podía escucharse el dolor que salía del corazón de la pelinegra, Rosé lloraba con ella, sintieron los brazos de la mayor, traía en su mano un pequeño pañuelo y comenzó a secar las lágrimas de sus dos pequeñas, para Jisoo eso eran, les daba palmaditas en la espalda, pensaba y quería protegerlas a las dos, pero en ese momento sentía mucho dolor por Lauren, estaban absortas del tiempo y lo que pasaba a su alrededor.
Estuve tocando pero... WWOOOOOOO LAUREN!- escucharon una voz desde el umbral de la puerta de la cocina, la ojiverde se asustó, quiso cubrirse pero fue imposible, y aquella chica apresuró sus pasos llegando cerca de Lauren.
JENNIE?- fue Rosé frunciendo el ceño.
ESTÁS LEYENDO
Una vez más...
FanfictionEl amor no viene con instrucciones, el amor puede ser lo más hermoso del mundo, pero también puede llegar a destruirte, porque el amor es reír, es soñar, pero también con el amor puedes herir, puedes llorar, puedes llegar a odiar, o puedes llegar a...