Capitulo 23

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 No lo hagas, no, no seas estúpida! Se dijo así misma.


Era demasiado tarde, la ojiverde se había ido directo a los labios de Rosé, la australiana estaba perpleja, Lauren la besaba, no podía creerlo, a pesar de eso, no se alejó, correspondió en aquel beso a la cubana, cerró sus ojos al igual que la mayor, disfrutaban a la par, parecían estar en un viaje a lo más dulce, se sentía bien, no pensaban en nada, se dejaron llevar, Lauren parecía adorar aquellos labios de la australiana, que pasaba?, no quería parar, comenzó a profundizar el beso, las dos lo hacían, entonces Rosé se recostó totalmente en la cama y atrajo consigo a Lauren, esta había quedado sobre el cuerpo de la menor, la chica de ojos verdes llevo su mano derecha al rostro de la pelinegra, acarició su mejilla derecha, parecía tratar a Rosé con tanta delicadeza, comenzó entonces un juego de manos, la australiana llevo sus manos hacia los brazos de la mayor y con las yemas de sus dedos comenzó a acariciar haciendo pequeños círculos, sintió como la piel de la ojiverde se erizaba, perdidas en aquel beso que ahora era una danza entre sus lenguas, suspiros y pequeños jadeos, parecía que no pararían, ni por la falta de aire, no fue hasta que se escuchó un gemido más fuerte por parte de la menor y rápidamente se separaron, que había pasado?



Lo siento, lo siento!- dijeron al unísono, Lauren se puso de pie, estaba totalmente sonrojada, la australiana se había sentado a la orilla de la cama y no le daba la cara a la ojiverde.


Rosé pensaba en que había sido eso, al igual que Lauren, lo que más les costaba aceptar era que se había sentido tan bien.


No, no, no!- la cubana decía mientras se acercó a Rosé.- Lo siento, que estúpida soy!


Tan feo fue?- respondió la australiana refiriéndose al beso.


Qué? No!- la ojiverde le respondió había entendido a que se refería la menor- No es eso- decía y se puso de rodillas frente a la pelinegra- Bonita, es que no sé qué me pasó, no debí.


Está bien, Lauren!- contestó Rosé.- No pasa nada, fue solo un beso.- la australiana parecía tranquila.


Es que es eso!- dijo Lauren- Fue un beso pero, quiero volver a besarte!


HAZLO!- Rosé respondió y soltó una risilla traviesa, Lauren se sorprendió pero no lo dudó y volvió a besar a la australiana.


De nuevo disfrutaron los labios, la una de la otra, entre juegos, besos y abrazos estaban sobre la cama, Rosé se apoyaba sobre el pecho de Lauren, se sentían tan bien las dos.


Oye!- era Lauren que llamaba la atención de Rosé.


Si!- contestó la australiana alzando su mirada para quedar a la par de los ojos de la cubana.


Que me ibas a contar sobre lo que te traes secreteando con Jennie!- dijo la ojiverde y el rostro de Rosé se tornó totalmente rojo.


Una vez más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora