No sé realmente cómo pasó, creía que nunca iba a tener la valentía para salir de todo esto, me sentía tan sola, tan miserable, tan cansada y todo esto por "amor", lo cierto era que yo me lo había buscado.
Tenía todo el poder para que esto por lo que estaba pasando, se hubiese detenido tiempo atrás, mi vida había cambiado de un tiempo para acá, todo para mi ahora era llorar, enojarme, no llegar a reconocer en lo que me había convertido, dejé llegar al límite todo esto, todo por ella, para no perderla, ella era la persona por la cual yo daba la vida, por la mujer que ante mis ojos era la persona más maravillosa de la tierra, lo era.
Aún recuerdo cuando nos conocimos éramos adolescentes aún, ella tenía 15 años y yo era sólo un año mayor que ella, cuando llegué a aquella preparatoria, mi vida estaba pasando por un pésimo momento, mi familia, los que creía amigos se habían vuelto en mi contra, aún no entendía como llegó a pasar, me habían cambiado a esa nueva preparatoria y me sentía tan extraña, entonces pasó algo que jamás pensé, la ví y fue como amor a primera vista, me volví loca con sólo verla, me acerqué a ella poco a poco, surgió la amistad, comencé a sentir cosas más fuertes por Camila, para mi era un amor secreto, según yo eso era, nunca tuve el valor de confesar mis sentimientos, había dos razones, la primera, porque en ese momento ella tenía novia, y llegué a ser testigo de cuánto se "querían", o eso yo creí, la segunda, y la más importante razón, porque no pensé que fuera yo capaz de conquistar su corazón.
Porqué?
Pues por el simple hecho de que Camila Cabello para mi era la mujer más hermosa que existía en el mundo, era un ángel, era algo inalcanzable, la veía por los pasillo de la preparatoria, su cara, su voz, su cuerpo, su olor y sobretodo su gran personalidad que en aquel tiempo tenía, era tan sociable, tan carismática, aunque un poco callada y vergonzosa, y puedo decir que hasta ahora podía ver un poco de aquella Camila adolescente.
Por eso me había enamorado como loca de ella, Camila a pesar de todo lo que había pasado de pequeña con su familia, era una mujer que tenía un carácter intachable, tenía popularidad, nadie se metía con ella, era una persona muy linda, había nacido entre nosotros un lazo que no podía explicar y por tal motivo en ese tiempo me callé, para no perderla, y guardé mis sentimientos, quería que acabarán pero no pude, y tampoco podía alejarme de ella.
También recuerdo que algunas que otras del grupo decían que entre nosotros pasaba algo, muchas veces Dinah me aseguró que Camila sentía algo por mi, pero yo ignoraba lo que me decía, le decía que estaba loca, y le recordaba que ella estaba con alguien, como iba a ser eso posible, nunca le hice caso y le negaba que yo sentía algo por ella, todo por miedo a perderla, hasta que un día me armé de valor y le confesé a Dinah, lo que sentía por Camila, Dinah sólo se rió de mi porque ya lo sabía de sobra, después de eso nos volvimos más unidas y cómplices, graciosamente también con las demás nos habíamos vuelto inseparables.
Camila nunca supo de mis sentimientos y lo agradecía, todo fue bonito en esa época, nunca pensamos que algo malo pudiera pasar, y la vida nos dió una mala jugada.
Todas habíamos pasado cosas, experiencias, momentos buenos y malos que nos habían hecho crecer tan rápido y sin darnos cuenta pasaron los años, pasaron acontecimientos no tan buenos y por tales motivos, perdimos comunicación, nos dejamos de ver, nos alejamos, fueron momentos difíciles, llenos de sufrimiento, y me sentía tan pérdida, porque había perdido a todas esas personas que en tan poco tiempo se habían vuelto muy importantes para mi, sobretodo perdí a Camila, o eso creí.
Después de unos años la vida nos volvió a dar una oportunidad, nos volvimos a encontrar, habíamos madurado, y teníamos diferentes formas de pensar. Llegó un día en que ya no pudimos callar, nos dijimos tantas cosas aquella noche, le dije lo que sentía tiempo atrás por ella y a pesar de que el tiempo había pasado, aquel amor que yo le tenía seguía conmigo, lo más sorprendente es que ella también sentía lo mismo por mi y no dijo nada, porque al igual que yo sintió miedo de perderme, par de tontas que fuimos, después de eso logramos sueños, metas, siempre la una con la otra, y al final terminé, con un anillo de compromiso en mi dedo anular, ella cumplió mi sueño y demostró su amor por mí, correspondió mi amor y juramos frente aquel juez estar juntas en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, pero no sé., me di cuenta que al parecer el amor tiene caducidad, tal vez todo fue muy rápido, o tal vez la costumbre se hizo presente, comenzaron peleas, comenzó a fallar, comencé a cambiar, el amor cambia.
Después de todos estos años nos habíamos lastimado tanto, había muchas discusiones, ya no pensábamos en las consecuencias, su familia se daba cuenta de todo lo que nos estaba pasando, el amor se había quebrado, mi corazón y quiero pensar que el de ella también.
Después de un tiempo de pensar todo lo que pasaba, de darme cuenta que estaba mal, que era una locura, ya no quería seguir así, porque no sabía hasta donde podíamos llegar, y no lo pensé más.
Era extraño para mí, porque había tomado la decisión más difícil y dolorosa de mi vida, después de la última discusión que habíamos tenido, no fue una simple discusión habíamos pasado los límites, y habíamos llevado las cosas muy lejos, la había descubierto, o más bien la había enfrentado.
Aquella noche jamás la podré olvidar, recuerdo su mirada llena de rabia hacia mi y el dolor que sentía no era el físico, ese día mi alma se destrozó totalmente y en ese momento me armé de valor para decirle, detente Camila!
No sé de dónde me salieron las agallas para encararla y decirle que parara de decir tantas cosas que me lastimaban, no había llegado a tanto, pero esta vez ya me había cansado, sentía cómo me iba quedando sin lágrimas, algunas veces me sentía hueca, por todas sus acciones mi autoestima estaba por los suelos, me creía la persona más insignificante que podría existir, me proponía muchas veces cambiar, ser mejor persona para ella, pero ella ni siquiera lo notaba, entonces venía yo con reproches y comenzaba una discusión más, me di cuenta y pensé que nos hacíamos daño, y mucho, no sólo a nosotros si no también a la persona más importante de nuestras vidas, nuestro Príncipe, el que nos había robado el corazón, al que habíamos deseado por dos años, nuestra pequeño y hermoso André.Era algo desquiciado, posiblemente si, a pesar de todo, sentía que no me quería ir de su lado, cómo haría para dormir sin ella, pensé en lo mucho que la iba a extrañar, cómo echaría de menos las manías que tenía al dormir, como poner sus pies sobre mis muslos, a pesar de todo lo que pasaba, había cosas que no cambiaban, no quería mis noches sin ella, recordé que ya lo había pasado varias veces y sonreí amargamente, aún así seguí pensando que iba a ser de mi sin ella, porque ahora sería permanente, no quería dejarla, porqué sabía que aún la amaba pero ella ya no me amaba, deseaba que me detuviera, que detuviera esto, más sin embargo demostró su egoísmo una vez más, diciéndome que pensará bien las cosas, que me diera cuenta lo que estaba haciendo, que estaba destruyendo todo. No me di cuenta de cómo mis ojos estaban inundados de lágrimas y sentía mi corazón palpitar cómo nunca antes.
-Señora JÁUREGUI!- Decía el hombre de traje. - Firme donde le indique.
Salí de mi trance y me di cuenta que estaba frente aquel escritorio y en mi mano izquierda sostenía una hoja que decía., Acuerdos de divorcio...
10 años habían pasado...
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Una vez más...
FanfictionEl amor no viene con instrucciones, el amor puede ser lo más hermoso del mundo, pero también puede llegar a destruirte, porque el amor es reír, es soñar, pero también con el amor puedes herir, puedes llorar, puedes llegar a odiar, o puedes llegar a...