7 | Juegos

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Harry no pudo dormir.

   El día había sido demasiado agotador: había tenido que entrar a sus otras clases fingiendo que nada ocurría y agradeciendo a los dioses que ya no le tocara ninguna con Draco. Incluso fue a la cena, aunque hubiera deseado salteársela, pero sería muy sospechoso si ocurría de nuevo.

   Ron le había preguntando sobre su escape de la clase de Adivinación. A él no se le ocurrió otra cosa que decir más que: Draco. Eso fue suficiente, pues Ron asumiría que era porque nadie lo soportaba.

   Poco se imaginaba que era totalmente lo contrario.

   Hermione había tensado la mandíbula a su lado y, sin darse cuenta, había mirado hacia Draco al otro lado del comedor.

   Harry se sintió mal por ella. En otras circunstancias, tal vez, solo tal vez, hubiera terminado apoyándola, defendiéndola. Al menos se hubiera evitado seguir metiéndose con Draco. Pero ahora... Era la única manera de salvarse a sí mismo.

   Luego vino la noche y la hora de dormir. Y a Harry no dejaron de pasarle cosas por la cabeza: ¿Y si Draco se lo contó a todos sus amigos y ahora están burlándose de mi? Peor, ¿Y si se lo contó a Hermione? ¿Alguien habrá notado lo rojo que me ponía a cada rato en el salón?

   Y tal vez la peor era: ¿Cómo voy a jugar el partido mañana?

   Ni siquiera había previsto que no iba a dormir. Ahora la pasaría incluso peor.

   Sus ojeras eran demasiado notables al siguiente día.

   —¡Wow! ¿Mala noche?—preguntó Seamus.

   Ron se volteó a verlo mientras se abotonaba la camisa y frunció el ceño.

   —Vaya, ¿seguro que estas bien?

   Si supieras, pensó. Odió la cantidad de veces que esa frase se había repetido en su cabeza.

   —Estoy... Bien—aseguró—. Nervioso, es todo.

   —Lo harán bien, ya verás. Eres un gran líder—animó Ron—. Yo, en cambio, debería estar más preocupado.

   —¿De qué hablas? Lo hiciste genial en las pruebas—dijo Harry.

   Ron negó con la cabeza.

   —Fue suerte, solo eso. Ah, por Merlin, mejor no hablemos más de esto hasta la tarde o vomitaré hasta lo que aún no comí—respondió.

   Harry no insistió en el tema y todos caminaron fuera de sus habitaciones, separándose hacia las diferentes clases.

   Harry se tensó. Había olvidado que tenia Pociones a primera hora con Slytherin.

   O mejor dicho, con Draco.

   ¿Es que todo tenía que pasarle a él?

   Intentó hacer como si nada ocurriera. No sería un reto, ¿verdad? Porque realmente, nada ocurría. Nada de nada.

   Harry se enfureció por lo que sintió en el estómago, como si se cayera de la pena.

   Entraron al salón y Draco ya estaba allí. Todo Slytherin está aquí, se recordó. No era necesario que sus pensamientos fueran única y exclusivamente para Draco.

   Junto a Ron se posicionaron lo más lejos posible de sus mesas. Hermione estaba allí sentada, leyendo un libro. A pesar de que le había dicho a Harry que ya no quería esconder su relación, no se la veía muy emocionada de querer contársela a Ron, o alguien más. Pero una cosa era cierta y es que se la veía más relajada que nunca.

i wish i were hermione | drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora