Ron alzó una ceja. Dudaba de Harry y él lo sabía.
—Tienes esa expresión rara, ya sabes, de...
—No tengo ninguna expresión, Ron—respondió cortante.
Estaban a mitad de desayuno y Hermione aún no aparecía. Harry no tenía dudas de que estaba viendo a Draco, porque él tampoco estaba a la vista.
¿Cómo podía su mejor amiga hacer eso? Después de todo lo que habían pasado, después de las veces que habían peleado con Draco. Que lo maldijeran, Hermione le había dado un buen puñetazo en tercer grado. Y a pesar de que Harry le daba vueltas y vueltas al tema, era imposible para él entender cómo Hermione había accedido a esos encuentros. Y como esos encuentros se habían vuelto algo más íntimo.
El asco subió por su garganta. Harry se sentía... Se sentía traicionado. Y no estaba seguro de por qué. Es decir, su mejor amiga había ido con su peor enemigo, pero había algo bien dentro de él... Que no sabía explicar.
Ron le tocó el hombro y señaló a Ginny que comía unos cuantos lugares alejada, rodeada de un grupo de amigas que hablaban sin parar, pero ella estaba cabizbaja y callada.
—No entiendo que le pasa. Estas últimas semanas ha estado...
—¿Extraña?—Hermione apareció de la nada. Harry se enderezó, mirándola de arriba a abajo, buscando pistas de un encuentro con Malfoy. No encontró nada—. Yo también lo he notado.
—¿Será su enamoramiento por Harry otra vez?—preguntó Ron.
Harry rodó los ojos; esperaba que él no fuese la razón. No quería volver a sentirse incómodo en presencia de Ginny, que es como le había pasado desde que en segundo se había obsesionado con él. Por suerte, aquello había acabado hacía tiempo. O eso creía.
Hermione hizo una mueca.
—No seas idiota. Ginny olvidó a Harry desde hace tiempo. Ha salido con varios chicos, ¿no?—preguntó.
—Eso no quiere decir que lo haya olvidado—dijo Ron.
Hermione rodó los ojos.
—Además, ¿cómo explicas que está así desde que olió el frasco de amortentia? Es obvio que olió el perfume de Harry o algo así y se puso mal porque sabe, que desde hace tiempo, su obsesión con Harry no lleva a ningún lado.
—¿Podemos dejar de hablar de mi? Estoy empezando a sentirme incómodo—dijo su amigo.
—Bonito análisis, Ron, pero Harry tiene razón. Si estás tan seguro, ¿Por qué no vas y hablas con ella?—preguntó.
Ron hizo un gesto burlón.
—Eso haré.
Hermione miró sus libros. Harry se pregunto, por millonésima vez, por qué siempre tenía tantos libros encima. ¿Le impediría eso besuquearse con Draco?
Merlin, ¿Por qué había pensado eso?
Esperó que nadie en la mesa notara su rubor.
—Tenemos pociones. Apúrense o llegaremos tarde.
Harry, quien no había querido estar en esa clase en primer lugar, se levantó con resignación. Ron se quedó tanto tiempo como pudo, pero Hermione empezó a gritarle en poco tiempo, por lo que no tuvo más opción que levantarse. Los tres caminaron por los pasillos hasta el aula donde tendrían clases co. el profesor Slughorn. Harry lo conocía de ante mano por una visita que había hecho con Dumbledore.
Como no había pensando meterse a la clase en primer lugar, no tenía libro. Ron tampoco. Se pelearon por los dos de repuesto que había en un ropero hasta que Ron consiguió el más limpio y Harry tuvo que quedarse con el más viejo. Resopló hasta su lugar entre las mesas.
Los tres se miraron cuando Slughorn comenzó a hablar de la poción amortentia. Ron podía sentir que había tensión entre sus amigos, pero no podía descifrar por qué. Los miró de reojo, buscando signos de algo, hasta que Slughorn se acercó a su pequeño grupo.
—¡Díganme, díganme!—acercó el frasco a ellos—. ¿Qué olor tiene para ustedes?
Ron se acercó primero.
—Papel viejo, estofado de mi mamá y jabón—arrugó la nariz—. Espero no estar enamorado de usted, profesor.
—Sería bastante extraño, Weasley—dijo Slughorn con disgusto.
A continuación, acercó el frasco a Hermione. Ella casi se fue hacia atrás de golpe, Harry pudo verlo. No quería sentir el olor, porque seguramente mostraría el secreto que tenían. Miró hacia otro lado, doliéndole ver que su amiga probablemente olería a lo que sea que olía el idiota de Malfoy.
—Césped recién cortado... ¿Sábanas? Y...—se sonrojó—. Papel nuevo.
Dio un paso atrás, como queriendo esconderse. Harry la miró con curiosidad. Hermione debería haber mentido, porque no había forma de que Draco oliera a cosas tan dulces.
—¿Harry?
Harry no se había dado cuenta de que Slughorn tenía el frasco frente a él. Miró dentro; estaba seguro que no encontraría ningún olor, pues él no amaba a nadie, pero se sorprendió a sí mismo cuando empezó a salir una especie de...
—Menta. ¿Gomitas...? Y... ¿Escobas?—se avergonzó de sus respuestas, pues sabía que no tenían ningún sentido.
Sin embargo, Hermione lo miró de reojo. Había una pregunta allí, pero él no sabía descifrarla. Pansy, del otro lado de la habitación, estaba mirando con el ceño fruncido. ¿Qué estaba pasando?
—Interesantes respuestas, muy interesantes. Ahora, ustedes mismos deben dominar este arte, busquen en la página ciento sesenta y ocho y comiencen su propia poción de amor.
Harry era un desastre en pociones ya de por si, pero ahora, con mil dudas en la cabeza, casi ni podía agarrar una cuchara. Hermione tuvo que ayudarlo muchas veces. Y casi termino ella sola el trabajo de Ron, antes de volver al suyo propio, enojada con que a ninguno de los dos les saliera bien.
Al cabo de un tiempo, Harry estaba terminando su poción cuando sintió a alguien en la puerta; alzó la cabeza y encontró a Draco Malfoy, de pie en la entrada. Slughorn lo saludo emocionado.
—Lo siento, Profesor. Estaba hablando con el director. Prometo que no llegaré tarde de nuevo.
—¡Ningún problema, alumno Slytherin! Por favor, únetenos.
Antes de que Slughorn pudiera darle indicaciones, Draco arrugó la nariz.
—¿Qué es ese olor a chocolate?
Todos se quedaron de piedra, observando. Hermione, discretamente, se olfateó el pelo. Harry se quedó mirando extrañado a Draco, pensando en quien podría tener olor a chocolate. Él había tenido que comer muchísimo aquel año en que le daban demasiado miedo los dementores, pero ya no era así.
—Interesante, interesante...—dijo Slughorn—. Pasa, estamos haciendo la poción amortentia.
Draco se sonrojó. Harry se quedó boquiabierto; ¿Draco sonrojado? Para ser sincero, él también lo estaría. Dudaba que Draco hubiera revelado el olor que sentía, aunque fuese una orden. Agachó la cabeza, intentando ordenar sus pensamientos.
¿Hermione olía a chocolate?
ESTÁS LEYENDO
i wish i were hermione | drarry
Fiksi PenggemarDRACO Y HARRY están en su anteúltimo año de Hogwarts. El caos recorre el colegio debido a los sucesos del año anterior y los que están por venir. Ninguno de los dos está seguro de quienes son sus verdaderos amigos y quienes los enemigos. En medio de...