Draco Malfoy nunca se había sentido tan fuera de lugar como el día de boda en la casa Weasley. Aún le costaba asimilar lo que estaba pensando.
Nunca había asistido a una boda. La vez que unos amigos cercanos a sus padres se habían casado no contaba, ya que tenía cuatro años y lo único que podía recordar se debía a fotografías que había visto años después. Al no tener experiencia, no sabía cómo criticar la decoración o la comida o el vestido de novia. Si sabia que las fotos de aquella boda a sus cuatro años debió haber pasado en una realidad diferente, ya que no era ni de lejos parecida a esto.
Al despertarse, Harry no estaba a su lado. Así que se vistió, pensando que tal vez se hubiera perdido el desayuno. Estaba terminando de ponerse su saco cuando abrió la puerta y los gemelos Weasley casi le arrancan la cabeza.
—¡Con permiso!—gritó George con la punta de una escalera sobre su hombro.
—Hombre, estate más atento—le dijo Fred cuando pasó por su lado con el otro extremo de la escalera.
Draco frunció el ceño y fue allí cuando recordó una de las razones por las que habían ido allí: una boda. Él no estaba seguro de quiénes eran los que se casaban, para ser sincero, pero supuso que no estaría mal. Al ser el primer día en meses que no se despertaba y debía escapar de mortifagos, aceptaría lo que sea.
Bajó las escaleras e, incluso antes de llegar al final, el aire festivo estaba allí. Los barandales de la escalera de madera estaban decorados con flores en colores blancos y lilas y rodeados de hojas verdes y frescas. Al lado de la biblioteca y sobre la ventana, había un cartel gigante con los nombres de Bill y Fleur en él. Bueno, ahora sabía quienes eran los que se casaban. Y no hubiera imaginado ni en mil años a Fleur casándose con un Weasley, pero si se ponía a pesar, la realidad es que tampoco se hubiera imaginado a si mismo con Harry Potter. El amor era extraño.
La luz de la mañana lo encandiló un poco cuando se acercó a la puerta que daba al extenso jardín. Le dio un escalofrío pensar que hacia un años había estado allí, viajando en contra de todo lo que le habían enseñado en su vida, solo para advertir a Harry de Bellatrix.
—Se despertó la bella durmiente—dijo Ron, la camisa arremangada mientras agarraba los troncos que sostendrían la carpa—. Todo aquel con manos y pies puede ayudar.
Le dejó un tronco que por poco se le cae. Draco lo miró furioso, pero no tenía más opciones. Caminó a rastras con el tronco para plantarlo en la tierra como el resto.
—Hey, allí estás—se giró para encontrarse con Harry.
—Pudiste haberme despertado—saludó Draco de mal humor.
—Bueno, hubiera preferido un hola, pero si así serán las cosas...—sacó su varita para ayudarse con el tronco. Draco lo imitó—. Te veías muy bien durmiendo.
Draco miró nervioso a su alrededor. No había nadie demasiado cerca como para escuchar, pero había algo en Harry... Hoy estaba más tranquilo de lo que Draco hubiera visto nunca. Confiado.
—Estás de buen humor hoy—le dijo, terminando de colocar su tronco.
—Y tú de un humor de perros—respondió riendo.
—A veces no me gusta cuando me despierto y casi soy decapitado por una escalera—se encogió de hombros.
Harry inclinó la cabeza hacia un lado, confuso. Draco quiso acercarse y besar la comisura de su boca contrayéndose, pero se contuvo.
—Hay una boda hoy. Creo que podríamos estar de mejor humor, por Bill y Fleur. Y, ¿Qué mejor día para celebrar que un día repleto de amor?
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i wish i were hermione | drarry
FanficDRACO Y HARRY están en su anteúltimo año de Hogwarts. El caos recorre el colegio debido a los sucesos del año anterior y los que están por venir. Ninguno de los dos está seguro de quienes son sus verdaderos amigos y quienes los enemigos. En medio de...