Segunda Oportunidad [ScarletWidow]

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En el interior de Wanda estaban ocurriendo demasiadas cosas, la bruja no era capaz de definir como se sentía en su subconsciente,. Su cuerpo había caído desmayado, pero su cerebro y sus sentimientos no, estaban mas vivos que nunca, trabajando todo el rato. Su cerebro intentaba buscar alguna respuesta su corazón trataba de no salirse de el pecho. En un segundo, vinieron a ella unos flashbacks de su tiempo vivido con Natasha y Pietro.

En el exterior  

Pietro corrió al cuerpo de su hermana antes de que su cabeza golpeara con el suelo.

- ¿La hemos matado? - Preguntó el velocista cargando el cuerpo de su hermana.

- No creo, pero se de alguien que morirá en cuanto mi brujita despierte - Natasha se acercó al cuerpo de Wanda.

Clint miró a la espía, era el único que no había dicho nada desde que entraron.

- Pietro, llévate a Wanda a la habitación y déjala en su cama - Miró al arquero - Yo tengo que hablar con mi mejor amigo.

Pietro usó su velocidad y se llevó a Wanda a la habitación. Clint y Nat quedaron mirándose, el arquero parecía no salir aun de su trance, era entendible. No siempre veías que la chica que murió en tu cara ahora estaba viva frente a tus ojos. Natasha abrió la boca para hablar, pero de esta no salió nada ya que su mejor amigo se abalanzó sobre sus brazos.

- Tengo que darte explicaciones... - Dijo Nat mirando a Clint.

- Si, y muchas - Clint se alejó de los brazos de Natasha y se sentaron a hablar.

Wanda abrió sus ojos dejando ver el color blanco del techo de su habitación. Intentó sentarse en la cama pero un dolor demasiado fuerte de cabeza la detuvo, respiró un par de veces y lo volvió a intentar lentamente. Cuando lo consiguió puso sus manos en su cabeza y la apoyó en sus rodillas. Miró alrededor de su habitación, estaba como la había dejado hace dos años. Su guitarra en la esquina, la tele, su estantería llena de libros y sus posters. Fue repasando parte por parte cada detalle de aquel cuarto hasta que su vista llegó a la puerta, una silueta estaba apoyada en el marco. 

- Despertaste...- La pelirroja se acercó a la cama de Wanda.

- N-natasha - Wanda seguía sin creerlo, pensaba que había sido un sueño - De v-verdad eres tu...

- Soy yo, si... - la bruja se lanzó a los brazos de la rusa.

Sabia que Natasha odiaba el afecto, pero por alguna razón que desconocía pero le gustaba, a ella la dejaba abrazarle cuando quisiera.
Natasha se sentía cómoda con la bruja y viceversa. Además, natasha no iba a negarle un abrazo a la chica que había estado extrañando desde que la vio haciéndose polvo frente a ella.

- Necesito muchas explicaciones Natasha - Wanda dejó caer las lágrimas que estaban haciendo pozo en sus ojos.

- Se que las necesitas, y te daré todas las respuestas que quieras, pero primero debes encargarte de algo más importante - Natasha envió un mensaje por su móvil.

Más rápido que un rayo Pietro Maximoff hacia aparición en la habitación de su hermana. Se quedaron viendo, con una sonrisa ambos. Más Wanda que Pietro, pues aunque para el pelo platino solo habían sido 2 años, para Wanda habían sido muchos más, y había sido también la sensación de sentir como su cuerpo se rompía al momento que le dieron los 47 disparos a Pietro por el cuerpo.

- Pietro - susurró Wanda, se levantó y abrazó a su hermano entre lágrimas.

- Wanda - Pietro dejaba un beso en la cabeza de la menor.

- Lamento interrumpir este hermoso momento - Natasha miraba a los Maximoff. - Pero Wanda, si quieres respuestas debemos ir al salón, ahí está el hombre que te lo puede explicar mejor que todo nosotros.