Segunda Oportunidad [ScarletWidow]

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Wanda había esperado el tiempo necesario para ir a ver a Natasha, se hacía demasiado largo, solo eran 2 horas, pero aún así era bastante. La bruja siempre se plantea que a lo mejor la vida de Natasha sería mejor si ella ni Pietro habían aparecido en su vida.

— Hola... — Entró Wanda con nervios.

— Wanda — sonrió Natasha. La bruja se acercó a la camilla donde se encontraba la espía recién despierta.

— Te extrañé mucho. — La bruja se agachó y le dió un corto beso.

— Y yo a ti... ¿Dónde está Billy?  — Natasha reaccionó, recordó rápidamente todo lo que había pasado  pero solo hasta el punto donde se desmayó, nisiquiera recuerda el por qué está ahí.

— Billy está bien, lo están cuidando Yel y Kate. — Wanda se sentó en una esquina de la camilla. — Te desmayaste, discutí con Pietro y el te clavó un cuchillo, detuve la hemorragia y te traje aquí lo más rápido posible.

— ¿Qué es esto Wanda?.

— Es una historia larga, y muy loca, pero no te preocupes ¿sí? Te lo contaré todo cuando estemos en casa.

— ¿En casa? — Natasha no entendía nada, su casa había sido invadida por Pietro, y la casa de Clint no era segura.

— Sí, en casa... — Wanda mostró una sonrisa un tanto forzada, a ella le costaba asimilar las cosas también.

♤♡◇♧

Wanda acompañó a Natasha hacia donde estaban las chicas, Yelena abrazó a su hermana preocupada, Kate saludó a su cuñada.
Las cuatro chicas y Billy fueron guiadas por Alex hasta un coche elegante que las llevaría a su destino. Maggie subió con ellas para asegurarse que llegaban sanas y salvas.
Ninguna de ellas trajo maletas, de hecho llegaron de imprevisto, así que tampoco tenían ropa que ponerse, tendrían que ir de compras o ducharse.

Natasha fue informada de todo lo dicho, del multiverso, de Pietro, y de que a partir de ahora tendrían que iniciar una vida allí. La espía sentía la tristeza de la bruja por lo mismo, a ambas les hubiese gustado siquiera despedirse bien de los Barton, sobretodo Natasha, que recientemente había llegado a sus vidas y ahora tenía que irse nuevamente.

Una vez llegaron, se quedaron de pie admirando la gigante entrada de aquella mansión oscura. Maggie tocó el telefonillo y las puertas se abrieron ante ella. Yelena y Kate caminaban con rapidez intentando admirar todo lo posible.

— Es un gusto conocerlas. — Una voz femenina hacia acto de presencia, en la puerta de la casa, vestida con un traje azul marino, estaba de pie Lena Luthor.

— No si el gusto es mío. — dijo Yelena con la boca abierta mirándola de arriba abajo embobada.

— Nuestro. — corregía Kate en el mismo estado que su novia.

— Chicas, ella es mi amiga Lena Luthor. — Maggie se acercó a ella sonriendo.

— Ustedes deben de ser Wanda y Natasha. — Lena sonreía con amabilidad y le daba un guiño a Billy.

— Muchas gracias por acogernos, no queremos molestar. — Wanda estaba un poco nerviosa ante la Luthor de pie frente a ella, su aura de superioridad y belleza se notaba a kilómetros, Natasha estaba casi sintiendo lo mismo que la bruja.

— No molestan, esta casa siempre se ha sentido en soledad, un poco de compañía vendrá muy bien, y además, si Maggie me pide ayuda no puedo negarme.