Segunda Oportunidad [ScarletWidow]

8

Natasha entraba después de Wanda a la habitación dando un portazo bastante fuerte. La bruja venía desconcertada por el comportamiento que Nat estaba teniendo desde hace unas horas.

— ¿Es enserio Nataska? — Wanda hacía notar su enfado en su modo de hablar, cuando se cabreaba su acento ruso se remarcaba más.

— ¿Qué es en serio? — Natasha quería intentar guardar la poca calma inexistente que tenía.

— ¿Por qué estás así? —

— ¿Por qué no? — la espía respondía.

— ¿Porque no tienes motivos tal vez? — Wanda se cruzaba de brazos.

— ¿Perdona? — Natasha se acercaba a la bruja lentamente — ¿Que no tengo motivos? — Otro paso más — Tal vez no los tenga, pero me enfada que la tía esa que sigo pensando que no la necesitamos sea tan poco profesional contigo. — A ese punto Natasha estaba demasiado cerca de Wanda.

— Oh espera... — Wanda sonreía — ¿Estas celosa? — la bruja miraba directamente a Nat.

— ¿Celosa yo? No me hagas reír anda

— Pues es lo que parece — Wanda palabra sus dedos por el cuello de Natasha.

— No estoy celosa, no tendría por qué, solo eres mi amiga, lo que me jode es que sea tan directa, no te quitaba la mirada de encima ni de sonreirte, parecía que te iba a comer ahí mismo —Nat dio otro paso haciendo retroceder a la bruja hasta quedar apoyada en la pared — Se supone que somos esposas ¿Sabes? Y si tú no correspondieras a sus estúpidas sonrisas tal vez si podríamos aparentar que lo somos para hacer la jodida misión bien.

— ¿Osea que todo es por la misión? — preguntó Wanda rozando su nariz con la de Natasha esperando que la espía dijera una negación.

— Todo es por la misión — susurró Natasha. Eso hizo reaccionar a la bruja y borrar de su cabeza lo que pensaba hacer.

— De acuerdo — Wanda empujó a Nat para alejarla de ella y se fue de aquel arrinconamiento.

— ¿Ahora te pones de mal humor? — Natasha miró de mala manera a Wanda.

— Déjame en paz Natasha — Wanda caminó a la cocina y se sirvió un vaso de jugo de naranja.

Cogió si teléfono y empezó a mandarle mensajes a Pietro informándole de la situación, su hermano normalmente la solía entender así que al menos le distraería.

~Quieres que use mi velocidad y te cambie el puesto?~

~ Por mucho que quiera necesito completar está misión.

~ Aprovecha las horas libres y sal por ahí, nunca has ido a Madrid, vete de fiesta, conoce gente, invita a la agente esa que te hacía ojitos, diviértete sobretodo Wanda ~

~ Corro con el riesgo de que una Natasha me intente asesinar

~ Es Natasha, encontrará maneras de distraerse ~

Wanda dejó en visto a su hermano con ese último mensaje, la idea que le dió Pietro no era mala, pero le ponía enferma pensar en Natasha divirtiéndose en muchas maneras, y ninguna era con ella, ya sean simples  risas o cosas que impliquen sexo.

Tampoco iba a arruinar esa oportunidad pensando en la espía que lo más probable es que nunca ponga sus ojos encima de la bruja.

Wanda dejó su vaso y caminó a la habitación donde tenía sus maletas, antes de nada se dió una ducha rápida. Ante todo una buena higiene, mientras se duchaba pensaba en que ropa de pondría, no había traído nada como para salir de fiesta ya que en sus planes no entraba nada por el estilo.