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Natasha y Wanda se habían puesto rumbo a España, tenían todo preparado desde el minuto 1 cuando llegasen, y por si acaso había un plan B, C, D, E y todo el maldito abecedario.

No se habían dirigido muchas palabras debido a que la espía se había puesto a conducir y a la bruja le agobiaba bastante tener que ir de copiloto porque no tenía ni idea de que a botones darles en caso de emergencia, así que si, su interacción había sido nula.
Y hubiera seguido así de no ser porque la espía le dio el mando a Jarvis para que siguiera conduciendo en piloto automático.

— ¿Has ido a España alguna vez? — preguntó la espía para romper el hielo.

— ¿Tengo pinta de haber salido de Sokovia antes del incidente? — Wanda levantó una ceja.

— La verdad no mucha... – la espía pensaba en que seguir diciendo para no perder el hilo de la charla. — ¿Steve te contó lo de la ayuda?

— ¿Qué ayuda? — La bruja arrugó el ceño.

— Debido a "temas legales" vamos a tener un equipo de "ayuda" de agentes especiales. — Natasha abrió una bolsa de frutos secos — Se creen que no podremos lograrlo porque somos dos mujeres.

— ¿Y eso que mierda tiene que ver? Incluso tú sola eres capaz de patearle el trasero a esos supuestos agentes especiales. — Wanda estaba indignada.

— Y tu con una sola mano harías lo mismo, esos poderes son la caña de España — Natasha juraba que podía escuchar en su cabeza al capipaleta diciendo "Entendí esa referencia".

Wanda agachó la cabeza y se cubrió las manos con sus mangas, Natasha al notar aquel gesto se sentó enfrente de ella y la miró.
La bruja no hizo ningún movimiento, pero la pelirroja tomó las muñecas de la castaña y remangó los brazos de la camiseta.

— Se que no te gustan tus poderes... — Natasha estiraba la mano de Wanda una vez la había liberado de aquella tela. — Pero son preciosos, aparte de poderosos, y te hacen ser única. — hizo lo mismo con la otra mano muy delicadamente.  — Todos tenemos errores que nos atormentan — Agarró la muñeca de Wanda y dió un pequeño beso en la palma de su mano — Pero no por ello tienes que sentirte avergonzada de lo que tienes. — acarició la otra mano en vez de besarla.

Wanda la miraba atentamente sin perder ningún movimiento que la pelirroja hiciera. Natasha siempre había tenido ese don, ese sexto sentido incontrolable de querer proteger a Wanda como si su vida dependiera de ello.

— ¿Piensas usarlos en este tiempo? — la espía miró a la bruja.

— No creo, aún no me siento lista — agachó la cabeza, Natasha la volvió a elevar para que la mirase.

— No pasa nada si aún no estás lista, tendremos más misiones y mucho más tiempo. — La pelirroja tranquilizó a Wanda.

— Si ninguna muere... —susurró la brujita.

Wanda miró con amor a la espía, le hacía sentir demasiado diferente comparado al resto, con ella podía sentirse segura.

La espía acariciaba la mejilla de Wanda mientras se repetía continuamente en su cabeza "Es una amiga, es una amiga, solo es tu amiga, amiga"

— Señoritas — habló Jarvis — abrochense los cinturones que estamos a punto de aterrizar. Señorita Romanoff ¿Gusta de hacer usted el aterrizaje manual?

Natasha miró a la bruja, la veía incomoda, recordaba que odiaba los viajes aéreos en el Quinjet, y mucho más los aterrizajes.

— No Jarvis, haz el aterrizaje automático.

Segunda Oportunidad [ScarletWidow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora