~ Comprando Amor ~

Epílogo

Había logrado impulsar tanto la empresa de mi abuelo que tenía mucho más trabajo que antes quizá por eso fue la principal razón por la que Elizabeth quería el divorcio.

Sin darme cuenta me vivía todo mi día en la empresa y solo iba a dormir en mi casa

Había perdido gran parte de la vida de Tristán, ahora solo me queda los recuerdos en fotografías.

Estaba triste y solo en aquella gran casa.

Que apenas hace algunos meses atrás era llenada por risas y alegría.

Me levanté del sillón y me fui a servir un trago más de whisky.

Lo tome tan rápido como lo servi

Tome uno más y otro y otro.

Perdí la cuenta

En realidad nada me importaba.

Estaba solo

Triste y ahogado en alcohol.

Me volví a sentar en el sillón y me quedé ahí hasta que el sueño me ganó.

El sonido de la alarma de mi teléfono me hizo reaccionar.

Estaba amaneciendo ya.

Hoy era el día en que vería a Elizabeth con su licenciado.

Me levanté difícilmente del sillón, me dirigí al baño, y me duche con el agua más fría.

Me cambié y sin ánimos de nada salí de mi hogar.

Pase por una cafetería y pedí el café más cargado.
Pague y le di un sorbo.

Salí de ahí y me subí de nuevo a mi auto.

Llegué por fin a la empresa.

Subí hasta la oficina.

Me traía tantos recuerdos de cuando Elizabeth trabajaba conmigo.

Sin darme cuenta una lágrima rodó por mi mejilla.

Entre al elevador y subí al piso correspondiente.

Prendí mi teléfono.

Y los mensajes llegaban en cola.

Leía los nombres nada más.

Hasta que ví el de ella.

Entre a su mensaje y lo que decía me dió un poco de ánimos.

-Necesitamos hablar, te veo con el licenciado.-

¿Quizá  se arrepentía?

Termine mis pendientes y salí hacia la oficina del licenciado.

Llegué rápido y ella estaba ahí puntual.

Estaba de espaldas hacia mi.

-Elizabeth-

Ella escucho su nombre y giro hacia mi.

Su mirada tenía un brillo especial que ya había visto antes.

Me acerque a ella y le tome las manos, acaricie suavemente su mejilla y ella dejó caer sus lágrimas.

No entendía que sucedía y solo la abraze.

Ella lloro todo lo que pudo y yo intentaba consolarla.

Hasta que por fin pudo hablar.

-Estoy embarazada-

Quedé congelado.

La separé suavemente de mi y la miré directo a los ojos.

-¿Es en serio?-

Ella asintió con la cabeza.

-Me di cuenta al mes de salirme de la casa. Pero con tantos papeleos lo dejé pasar. Hasta que me dieron fecha de sentencia y antes de venir primero fui a hacerme la prueba y salió positivo. Meliodas tendremos otro bebé.-

Quería gritar emocionado.

La amaba

La vida y el destino nos estaban dando una nueva oportunidad de amarnos el resto de nuestras vidas.

La bese

Y ella me correspondió.

-Te amo. Por favor Elizabeth. Regresa a mi lado.-

Nuevamente lloraba

Pero no le solté ni un segundo la mano.

Ella se mantuvo en silencio.

Sabía que estaba pensando mucho.

-Tendremos que cambiar muchas cosas Meliodas. ¿Estarás dispuesto?-

-¡Por supuesto que sí! Eres mi vida entera.-

Asintió con la cabeza y me abrazo de nuevo.

Entramos a hablar con los licenciados para cancelar el trámite de divorcio.

Salimos de la mano y nos sonreímos mutuamente.

El sol volvía a ser brillante para mí.

Subió a su carro y yo al mío, yo parti hacia la oficina y ella a su hogar.

El fin de semana la ayudaría a pasar sus cosas de nuevo a nuestra casa y así poder continuar con nuestras vidas juntos y está vez será para siempre.

*Fin*

¡¡Muchas gracias a todos por leer!!