6.- Meliodas Barbrow

1.2K 102 2
                                    

No debería pensar en el de ninguna manera que no sea de negocios, pero me fue imposible.

El era un caballero en muchos aspectos.

Me sentía muy atraída por su inteligencia y su seguridad, sobretodo por la conexión en nuestro ambiente laboral.

Iniciaba una nueva semana, decidí arreglarme un poco más de lo normal.

Me vestí de falda entallada lisa de color rojo, que me llegaba justo a la rodilla, blusa blanca de vestir de mangas cortas con botones rojos, mis zapatos de tacón algo altos, de color blanco, mi maletín siempre era negro, me peine está vez de manera diferente, me hice una coleta alta, y dejé un mechón de mi cabello largo de lado, cubría mi ojo derecho por completo, me veía diferente pero me gustaba.

Me maquille ligeramente como acostumbraba, delineador negro arriba y abajo de mis ojos, labial matte color rosado.

Aretes y gargantilla en forma de corazón.
Reloj en mi mano y por último me rocíe un poco de mi perfume favorito.

Me vi una vez más al espejo, creo que estaba algo exagerada, no solía ir así, pensé en cambiarme pero ya era tarde así que no lo pensé más y salí rápido de mi habitación.

Camine por el pasillo hasta llegar a la sala principal, saludé a mi madre.

-Luces radiante hija.-

Me mencionó mi mamá con su típica voz dulce.

Le agradeci y me despedí de ella

Salí de mi hogar y fui directo a la empresa.

Llegue puntual como siempre.

Saludé a la recepcionista y ella me entrego un sobre.

-Es para usted señorita Liones -

Lo tome un poco confundida, le agradecí y subí al elevador.

No tenía oficina, así que usaba la sala de juntas

No me molestaba, de hecho era muy cómoda y espaciosa, ahí estaba una cafetera y podía servirme las veces que quisiera.

Llegue a la sala y puse mi maletín sobre la mesa, abrí el sobre y comencé a leer.

-Fiesta de caridad anual de la empresa Barbrow.-

Había escuchado rumores de que la empresa hacia ese tipo de eventos, subastaban cuadros, entre otros objetos con el fin de donarlo a fundaciones.

Era un noble acto.

Los Barbrow hacían ese evento cada año sin falta, daban un banquete digno de cualquier rey, e invitaban solamente a las personas más influyentes de la sociedad, así como políticos y gente que le interesará ese tipo de eventos.

No solía ir a ese tipo de fiestas, no me gustaba el tener que convivir con tantas mujeres vanidosas y caprichosas.

Pero me habían dado una invitación, estaba comprometida a ir.

Guarde la invitación en mi maletín y saqué la carpeta de los avances de la construcción.

Mientras revisaba los papeles, escuché el ruido de la puerta abrirse.

Mi mirada se centró hacia la puerta.

-Buenos días Elizabeth, ¿Puedo pasar?-

Meliodas pedía permiso para entrar, sonreí de inmediato

-Porfavor, sabes que si, pasa, Buenos días.-

Me puse de pie y el me miró a detalle, pude sentir que su mirada era diferente está vez y no pude evitar sonrojarme.

Sabía que me había pasado con arreglarme.

-Luces muy bella hoy Elizabeth.-

Mencionó sincero con un leve sonrojo en sus mejillas.

-Gracias.-

Contesté aún apenada.

-¿Te entregaron la invitación?-

Comentó Intentando cambiar el tema y parecer normal

-¡Si claro! Eh escuchado mucho sobre su evento, muchas personas importantes van, mi padre solía ir con mi hermana Margaret, yo no soy muy afecta de ir a ese tipo de eventos, pero este año al no estar mi padre supongo que tengo que ir.-

Comenté muy sincera.

-Si, tu padre era un invitado especial, es por eso que me tomé el atrevimiento de invitarte, Elizabeth esa es una invitación especial, ya que no quiero que vayas como una simple espectadora más.-

Respondió muy serio.


-¿A qué te refieres?-

Pregunté algo confundida.


-Quiero que vayas como mi pareja.-

Me sonroje demasiado, era una petición muy seria de su parte.

¿Pero a qué se refería con pareja? ,

¿Cómo novios?

Mi mente se invadió de muchas cosas me sorprendió demasiado su petición.

El lo noto de inmediato, bajo su cabeza y se rascó avergonzado.

Su padre entro en ese momento tenso en ambos.

Meliodas brinco un poco sobresaltado del susto.

-¿Sucede algo? La junta empezaría en unos minutos.-

Yo reaccione de inmediato

-Buen día señor Barbrow, si todo bien, Meliodas y yo revisabamos algunos detalles.-

Contesté con una sonrisa.

Meliodas me miró, recupero la cordura y me dio la espalda.

-Si padre.-


Contestó muy serio.


El señor Barbrow salió de nuevo y Meliodas avanzó hacia la puerta para salir

-¡Espera!-

Mencioné un poco fuerte.

El se detuvo aún sin verme a la cara.

-¿Almorzamos juntos para continuar ésta plática?-

Ahora sí miro a verme y asintió con una sonrisa en su rostro

~ Comprando Amor ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora