15.- ¿Dudas?

923 66 5
                                    

*Capitulo Narrado por Meliodas*

Veía la expresión de ella, estaba realmente molesta.

No tenía otra opción que contarle la verdad así que me acerque a ella y comencé a contarle sobre el testamento de mi abuelo.

-Mi papá es el más chico de los tres hijos de mi abuelo, el más grande hizo su propia fortuna lejos de aquí, la hermana de mi padre se casó y se fue también, el único que se quedó aquí fue mi padre, cuándo el conoció a mi madre y se casaron y nací el lo dejo a cargo de esta empresa, fui el único nieto de mi abuelo que prácticamente creció con el, mis otros primos nunca estuvieron tan cerca de el como yo. Debido a esto es que el siempre ah pensado en mi para dejar todos sus bienes. Pero cuando se enfermo el quiso verme realizado con una familia.-

Hice una pausa y la mire, su expresión ya estaba más tranquila, se veía más calmada, se sentó en el sofá, sabia que seguiría hablando.

Fui por un vaso de agua y se lo ofrecí.

Ella lo tomo y me senté junto a ella en el sofá

-Estuve en una relación de casi 5 años con una mujer, desde que inicie mi carrera la conocí. Siempre la trate bien, conoció a toda mi familia, mi abuelo en ese entonces estaba bien de salud, creyó que con ella me casaría y por eso puso esa cláusula en su testamento, pero ella me traicionó y me hundí en el alcohol y las fiestas. Mi abuelo cayó enfermo al poco tiempo y fue que me calme. Me dedique a trabajar y a nada más.-

Mire a verla ella seguía con su mirada fija en mi, ya su rostro denotaba cierta preocupación.

Le tome las manos y luego acaricie su mejilla aún enrojecida.

-Te amo Elizabeth, tu eres esa luz que me hacia falta en la vida. Si tuve una relación con Melascula pero fue solo pasional, no hubo nada más con ella. Lamento no haberte dicho todo esto antes.-

Tomé sus manos y esperé paciente mirándola a los ojos a qué me dijera algo.

Pero ella no decía nada solo dejo caer unas lágrimas en silencio que enseguida limpie.

Escondió su rostro en mi pecho y se mantuvo así algunos segundos.

La abrace fuertemente hacia mi, consolandola.

Debió dolerle tanto aquellas palabras de Melascula sobretodo como pudo haberlas dicho.

Cuando se calmó se separó de mi y mirándome a los ojos por fin dijo algo.

-Quiero irme a mi casa.-

Quedé sorprendido.

Creí que me diría que me creía y que no pasaba nada.

Pero estaba más dolida de lo que pensé

La solté lentamente y baje mi mirada al piso.

-Voy a checar si no tenemos algún pendiente para hoy.-

Me levanté del sofá y me dirigí a la computadora.

No había nada pendiente.

~ Comprando Amor ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora