10.- Melascula Faith

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Después de aquel encuentro pasional con Mael, continuamos viéndonos, Meliodas había pasado a segundo término, y aunque Mael no me ayudaba económicamente, si pagaba algunos gastos cuando me invitaba a salir.

Cierto día mi padre llegó a mi departamento, lo recibí gustosa y le ofrecí su trago de whisky.

El bebió un sorbo y después me miró muy serio.

-¿Te gustaría ser la imagen del nuevo proyecto que tengo en mente?-

Me agarró de sorpresa su propuesta.

Mi padre se dedicaba a la publicidad de muchos productos, entre ellos lácteos, galletas etcétera.

Usualmente siempre usaba modelos famosas

Yo sabía sobre modelaje, mi rostro era particularmente lindo y especial.

No era la primera vez que realizaría ese trabajo de promocionar productos.

Lo pensé un poco, me hacía falta el dinero si, me había mudado a vivir sola porque no soportaba estar bajo las órdenes de mi padre sobreprotector.

-¿Me pagarás?-

Pregunté con cierto tono de ambición.

El me miró y sonrió.

-Por supuesto, es como un trabajo cualquiera, además esto te beneficia a ti también, ya que colaborará conmigo Meliodas Barbrow.-

Escuchar su nombre me lleno de esperanza puede que logré reconquistarlo.

Así que acepté.

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Llegó el día en que iríamos a la empresa de los Barbrow.

Me puse el vestido más entallado y bello que tenía en mi clóset.

Era de color rosa con ciertos encajes en la parte baja de la falda, pero estaba entallado desde el cuello hasta arriba de mi rodilla

Ese vestido me encantaba, tenía toques muy femeninos pero era realmente sexy y elegante.

Mis zapatos blancos de tacón sonaban por todo el piso de la empresa.

Caminaba segura de mi misma como siempre.

Mi padre saludaba mientras yo solo continúe caminando quería ver a Meliodas cuánto antes.

Llegamos al elevador y apreté el botón del piso correspondiente.

Llegamos en seguida y salí rápido.

Apenas salí lo pude ver de espaldas, caminaba con una carpeta en manos.

Mi padre lo hablo y el se detuvo, miro hacia atrás y me estremecí completamente.

Su mirada fija y seria esmeralda era tan excitante.

Me encantaba todo de el.

Quise correr a abrazarlo pero me contuve.

Así que camine lento detrás de mi padre mientras nos acercábamos más y más.

Se saludaron de mano y comenzaron a hablar de negocios mientras yo estaba ahí de pie intentando aparentar indiferencia.

En cuanto Meliodas me miró me derreti.

Perdi toda cordura y lo abrace como una adolescente enamorada.

-¡Meliodas! ¡Cuánto gusto me da verte!-

El como buen caballero solo se quedó inmóvil ante mi abrazo.

Mi padre carraspeo y sabía que significaba eso.

Gruñi de enojo.

Me separé de Meliodas y mire a mi padre para dedicarle mi cara de molestia por interrumpir el abrazo que le daba al rubio de mis pasiones.

Acomodé mi cabello y lo tome del brazo.

-¿Mi padre ya te dijo que seré la imagen de esta campaña?-

Preguntaba mientras pegaba su brazo hacia mi pecho.

Meliodas solo sonrió, aparentando "normalidad" y asintió con la cabeza.

-Tienes talento para esto Mela, así que lo harás bien, pasemos a la sala de juntas por favor.-

Nos mencionó para luego estirar su brazo hacia la sala.

Yo no solté su brazo ningún segundo y camine con el así hasta entrar a la sala.

En cuanto entramos escuché un saludo de una mujer.

Mi mirada habia estado sobre el rostro de Meliodas todo ese tiempo.

Así que en cuanto estuche la voz mi mirada se fijo en aquel tono

Sabía quién era

Sonreí de manera malvada.

Era obvio que tendria problemas con el rubio por verlo tan cerca de mi

Pero mi triunfo duró muy poco.

Me alejo rápido de él y se acercó a ella.

La tomó de la mano y pude ver cómo ella la alejo de el.

-Buen día, bienvenidos, me llamo Elizabeth Liones, soy una colaboradora en el proyecto de la nueva colección de ropa. ¿Puedo usar su oficina mientras están usando esta sala joven Barbrow?-

Primero se había dirigido hacia nosotros y luego miro hacia Meliodas.

No soy tonta pude ver molestia en sus ojos, celos

Justo lo que quería ocasionar.

-¿No te quedarás en la junta cariño?-

Mientras le hacía esa pregunta acarició levemente su mejilla derecha.

Acción que hizo sonrojarla.

Mi padre no entendía bien que pasaba obviamente pero yo sí

-¿Colaboradora? Crei que era una secretaria o algo así.-

Interrumpí aquella escena ridícula.

Entonces ella me miró y yo a ella.

Nuestras miradas se centraron una en la otra.

Había una clara rivalidad entre ambas.

El padre de Meliodas entro a la sala y el ambiente se calmó, ella decidió quedarse y la junta comenzó

Por momentos sentía su mirada de enojo en mi y por supuesto se la devolvía.

Tenía mi autoestima y mi confianza por los cielos, sabía que era bella tanto o más como ella.

Y que era normal causar ese tipo de envidia en las mujeres.

Al terminar la junta Meliodas no se separó de aquella chica en ningún momento.

Trate de no prestarle atención.

Salíamos de la sala de juntas y me detuve de golpe para girar hacia Meliodas y volver a tomarlo del brazo.

-¡Estoy ansiosa de trabajar contigo de nuevo Meliodas! ¡La pasamos tan bien juntos!-

Esto último lo dije con cierto tono de lujuria en mi voz.

Elizabeth se enojo y me apartó rápido de él.

-¡Que atrevida eres!-

Yo moví mi cabello y reí.

-¿Celosa? ¿Envidia? ¡Lo que sea! Se ocasionar esas emociones en las mujeres inseguras.-

Nuestras miradas chocaban una en la otra.

Una rivalidad sin duda iniciaba.

~ Comprando Amor ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora