~ Comprando Amor ~

9.- Con el pie derecho

Mi relación con Elizabeth causó tanta sorpresa que fue la noticia del año, los periodistas me llamaban frecuentemente para obtener una entrevista personal con nosotros.

Pero Elizabeth era algo tímida, apenas iniciaba a socializar, así que aplazaba aquella entrevista.

Mi abuelo pareció recuperar vida y salud en cuanto escucho la noticia.

Le emocionaba saber que por fin tenía una relación estable

Habíamos quedado en invitar a las Liones a mi casa para un almuerzo familiar

Estaba algo nervioso y entusiasmado ya que era la primera vez que conviviria con la familia de Elizabeth.

Fui puntual por ellas.

La mamá de Elizabeth y sus hermanas me esperaban en la sala.

La mayor Margaret la conocía mucho antes que a Elizabeth, ella solía ir a las reuniones con su padre.

La mediana de nombre Verónica era algo neutra, tenía la impresión de que no estaba muy de acuerdo en ir.

La mamá de Elizabeth era muy amable y social, era muy elegante y sotisficada.

Elizabeth bajaba de las escaleras, mientras terminaba de colocarse sus aretes.

Vestía de falda algo larga de holanes color negro, la blusa color rosada de mangas cortas con botones brillantes, se había dejado el cabello con una media coleta.

Lucia tan bella como siempre.

Se acercó a mi y nos besamos fugazmente en los labios, le acaricie la mejilla y caminamos hasta mi coche.

Salimos todos de la casa y entramos al carro

Elizabeth se sentó junto a mi, mientras que sus hermanas y su mamá en la parte de atrás

Prendí el carro y puse marcha hacia mi casa.

Mi casa era bastante grande, tenía dos jardines, uno adelante que usábamos para estacionar los carros, y en el de atrás teníamos una piscina chica, un asador, varias mesas con sus respectivas sombrillas y sus sillas

Elizabeth y su familia estaban emocionadas al ver tan grande casa.

Saludaron amablemente todas y yo las presente a mi familia

El rostro de mi abuelo lo decía todo, estaba feliz por mi, por nosotros.

Yo no solté en ningún momento la mano de ella.

La reunión fue un éxito, las Liones socializaron rápido con mi familia y todo parecía ir muy bien.

Iniciamos bien nuestra relación y me sentía pleno y en paz .

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*Narra Melascula*

En las revistas de sociedad no se hablaba de otra cosa más que de la relación de Meliodas con aquella mujer.

Me daba mucho coraje y rabia, era la razón por la que Meliodas ya no iba a visitarme.

Me afectaba bastante a mi bolsillo ya que el me daba una buena cantidad de dinero al irme a visitar.

Todo fluía bien, hasta que llegó esa mujer.

Arrugue la revista con coraje y odio y la tire a la basura

Necesitaba despejar mi mente.

Me cambié, me vestí con el mejor vestido que tenía y decidí ir a un bar.

Llegue hasta la barra y pedí un trago.

Sería solo uno o dos.

Solo quería salir

Estaba tomando el primer sorbo de mi amarga bebida cuando alguien me llamo.

-Melascula Faith, que milagro encontrarte por aquí.-

Mire en dirección a quien me hablaba y sonreí.

-¡Vaya Mael Shine! Eso mismo digo, ¡Que sorpresa! Vine por un trago, ¿Gustas acompañarme?-

Aquel chico bastante fornido, musculoso, de cabellera plateada y ojos color miel me sonrió y asintió.

-¡Claro! Que gusto verte de nuevo, ¿Que ah sido de ti?-

Se sentó a mi lado para después pedir una copa.

Yo le sonreí y comencé a platicar con él.

La plática se alargó tanto, al igual que los tragos.

Sentía ya algo de mareo y decidí irme.

El se ofreció a pagar todo y a llevarme a mi casa.

En realidad vivía cerca del Bar pero accedí a su compañía.

Tenía una motocicleta de esas grandes que usan los hombres que tienen apariencia mala, iba perfecto con el.

Subí en ella y prendió marcha.

Llegamos a mi departamento rápido. Algo en el me atraía bastante. Había estado sola ya casi dos meses, me hacía falta algo de acción, así que me atrevi a preguntar.

-¿Quieres pasar un momento?-

El me sonrió de una manera tan pervertida que me mojé al instante.

Metió su moto al estacionamiento de los condominios y me siguió.

Llegamos a la puerta de mi departamento, abrí y entramos.

Cerré apenas el entro.

Sonreí lujuriosamente.

El era un hombre apuesto tenía que admitirlo, tenía apariencia ruda pero también tenía una sonrisa cautivadora.

Lo hice sentarse en el sillón sin prender las luces, ya que por mi ventana se colaban algunas de la calle.

-¿Gustas algo de tomar? Tengo media botella de whisky.-

Le pregunté mientras me daba vuelta y caminaba hacia la cocina

El no contestó, me abrazo por la espalda y sin decir nada más me bajo el cierre del vestido.

Quedando solamente en ropa interior frente a el .

Sonreí y me abalanze a sus brazos, comenzamos a besarnos con pasión.

Lo tire al sillón y le baje rápido todo el pantalón, para llevarme a mi boca su miembro ya mojado.

Lo lamía como solo yo sabía hacerlo, veía el rostro de el con mucha satisfacción.

Limpie mi boca y le sonreí.

-¿Quieres ir a mi cuarto? ¿O lo hacemos aquí?-

El se puso de pie y se quitó toda la ropa frente a mi.

Me cargó en brazos y enrede mis piernas a su cadera.

Caminamos así hasta mi habitación y ahí en la oscuridad nos entregamos a la pasión.

*¡Nota!*

¿Se preguntaran porque el capítulo de Melascula ardiente?

Bueno porque si porque quise jajaja. Ok noooo.

En si Melascula me parece un personaje divino, me encanta por eso quise darle cierto protagonismo, ella es una clave importante para este fic

¡Gracias por leerme!