Europa, 2020
—¿Ya llevan todo? —habló la mujer de cuarenta años.
—Ya llevamos todo Sana —la menor respondió con una sonrisa que dejaba ver sus perfectos dientes blancos.
—Deben cuidarse bien —advirtió la mujer que las había cuidado desde el momento en que supo de su secreto.
—Creo que eso no será problema —la morena rió dejando al descubierto sus afiliados colmillos.
—Usen los poderes con sabiduría, en especial tú Jisoo —miró a la mayor.
—Lo haremos, sabemos nuestra fuerza —dijo Jisoo.
—Rosé ¿Todo bien? —le preguntó a la rubia de pelo morado ya que estaba un poco seria.
—Es solo que creo que aún no es momento de ir —miró a todas.
—Chicas, adelántense al auto -miró a las demás, estás hicieron caso y salieron de la habitación dirigiéndose al auto —¿Por qué crees eso Rosé?
—Porque somos vampiras Sana, no somos personas que puedan encajar, Jisoo es la más poderosa ¿Qué tal si en algún momento se enoja demasiado y nos descubren? Hemos estado escapando por años de...—la mujer la interrumpió.
—Lo sé cariño, pero aquí han notado que se ven de la misma edad, deben viajar a otro lado y volver a fingir que son chicas normales —la mayor acarició la suave cabellera de Rosé.
La menor solo se limitó a asentir, ambas salieron de la habitación ditrecwéndose escaleras abajo para poder ir con las demás, una vez todas en el auto se dirigieron al aeropuerto.
Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa han vivido por cuatro años en Europa con su madre Sana, bueno, así es como ellas la ven; tienen que ir a Corea, pues en Europa supuestamente llegaron de quince años, pero las chicas no han cambiado ni un poquito.El viaje a Corea del Sur sería un poco largo, pues prácticamente Europa está al otro lado; una vez que llegaron a su destino bajaron sus maletas y se adentraron al aeropuerto, todas caminaron hasta la puerta siete, dónde entregarían su boleto de viaje a Corea. Sana se despidió de cada una de ellas, no lloraron puesto que las vería en unos meses, todas entregaron los boletos y caminaron al avión.
Corea del sur, 2020
Los siete chicos estaban sentados en una de las mesas de la cafetería, cada uno con su respectiva novia.
—Creo que debemos entrar a clase ya —habló el moreno.
—¿Tan pronto? —preguntó Jeongyeon, la novia del güero y bajo, Jimin.
—Cariño, ve a clase —Jimin la miró fijamente a los ojos haciendo que lo obedeciera.
Jeongyeon y las demás se alejaron de la mesa con una sonrisa en su rostro.
—No deberías usar los poderes en público Jimin —dijo el mayor, Seokjin.
—Blah blah blah —Jimin movió sus labios imitando a su hyung —Me aburres con tus sermones Jin.
—No son sermones Jimin, él tiene razón, no uses tus poderes en público —ordenó el más blanco de todos, Yoongi.
Jimin asintió y todos se dirigieron directamente a su aula. Cualquiera diría que ellos realmente querían a sus novias, pero estaban en lo incorrecto, ellas solo eran un banco de sangre.
En realidad, Jisoo, Jennie, Rosé y Lalisa son bastante diferentes a NamJoon, Seokjin, Yoongi, Hoseok Jimin, Taehyung y Jungkook, ellos son más irresponsables, inmaduros, s excepción del mayor, el es un poco más consiente; mientras que ellas nunca han usado sus poderes para el mal, siempre ven por el beneficio de los demás.
Corea del sur, 1220
En un pequeño pueblo de Corea se encontraba una pequeña cabaña, dónde vivían Irene y Lee, una pareja con unos mellizos de veinte años de edad, Irene y Lee eran pobres, por lo que se la pasaban trabajando, incluso estando embarazada trabajaba, unas horas antes de que diera a luz, Irene se calló, por lo que acasionó que día hijos nacieran con un pequeño problema en su cerebro.
En Corea había una bruja muy poderosa y poco conocida, su nombre era Hirai Momo. Lee la contactó veinte años después de que nacieran sus hijos, pues creía que ya era el momento. Hirai Momo se negó a ayudarlos, ella sabía que eran pobres y no podrían pagarle su favor, pero después de pensarlo un buen rato accedió.
—Ya estás avisado, una vez que les des mi sangre ellos olvidarán que son hermanos —les entregó dos frascos— Denselos separados, si se enteran que son estando juntos habrá muchos problemas —y cómo por arte de magia Momo desapareció.
—Tú dáselo a ella —habló el padre entregándole un frasco. Irene asintió
Al caer la noche en Corea los hermanos caminaban a su casa de vuelta, pero se encontraron a su padre en el camino y se llevó a uno de sus hijos al bosque a qué le ayudara con unas cosas, mientras que ella volvió a su casa.
—Mamá, he llegado, y he traído más dinero —la madre asintió.
—Debes estár cansada, hice un té, siéntate.
La chica hizo caso y se sentó, Irene ya había vaciado la sangre en una taza, ésta se la entregó a su hija y ella lo bebió un poco asqueada.
—¿Qué haces? —la chica se paralizó cuando vió qué su mamá se acercaba a ella con un cuchillo en manos.
—Es por su bien —Irene no se lo pensó ni dos veces y acuchilló a su hija en el pecho.
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Vampires; Blacktan [terminada] ✔️
Vampiri• 𝑺𝒐𝒎𝒐𝒔 𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒂𝒏𝒊𝒎𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒊𝒏𝒅𝒐𝒎𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔, 𝒏𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒄𝒉𝒂𝒓𝒏𝒐𝒔 • « 𝐎𝐧𝐜𝐞 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬, 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐢𝐠𝐮𝐚𝐥𝐚𝐛𝐥𝐞𝐬, 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐞𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 » 𝑪𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 𝒗𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒂𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒏 𝒂...