Capítulo 17 - Perdón por vivir

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[LEONNA POV]
La acomodé en mi cama y puse un trapo húmedo sobre la frente de aquella chica. No la conocía pero parecía muy cansada, parecía haber caminado por horas sin descanso hasta la frontera del País de Morado...
El... País de Morado....
Las lágrimas comenzaron a salir sin que me diera cuenta, le levanté y recargué en la ventana de mi cabaña junto a la playa.
—Perdón... Perdón por sobrevivir— Murmuraba una y otra vez.
Todo comenzó hace 3 años... Cuando yo tenía 14.

[FLASHBACK]
Toda la gente del País de Morado se burlaba de mi. Por ser huérfana, por ser pobre, por ser débil, y sobre todo... Por mi cabello negro.
Casi toda la gente de la capital del país tenía el cabello de un color castaño hermoso, pero yo... con este cabello oscuro era como un fenómeno. Jamás lo entendí.
Cada día que caminaba, cada día que alguien me arrojaba una roca o me gritaba "basura".
Todos los días me adentraba en el bosque. Había un árbol gigantesco detrás de un viejo pozo; y cada día me quedaba allí, rezando. No para tener riqueza ni poder, todo lo que quería... Era un amigo.
El vivir por ti sola todo el tiempo... Resulta ser algo demasiado triste.
Me encontraba rezando como cualquier otro día cuando escuché un grito y un golpe, me levante sobresaltada y vi a una chica en el piso inconsciente; se había tropezado con una de las raíces del árbol y se había golpeado la cabeza.
Me incliné y me quedé con ella hasta que se despertara, era una chica hermosa, o mas que eso... Su cabello castaño distinguía de los demás y su piel clara le quedaba muy bien. Jamás la había visto, pero parecía una aldeana común.
Empezó a despertar ladeando ligeramente la cabeza, yo retrocedí, sentí que me iba a golpear o a burlarse como los demás.
Pero no lo hizo.

—Huh...— Me miró. —Oh, como lo siento ¿La he molestado?— Sonrió tiernamente. —Lo lamento... Soy algo despistada—
Negué rotundamente la cabeza y la ayudé a levantarse.
—N...No— No sabía que decir.
—No eres de por aquí ¿Cierto?— Se limpió la tierra que tenía en su vestido.
—De hecho... Vivo en la costa— Respondí balbuceando.
—Ya veo...— Acarició mi cabeza —¿Con quién tengo el honor?—
—M...mi nombre es Leonna—
—Donatelle—
—¿¡P...Princesa!?— Bruscamente me incliné —¡Como lo lamento! ¡No me di cuenta por favor no me lastime!—
—¿Lastimarte?— Rió. —Jamás lastimaría al alguien... Y menos a alguien tan tierna como tu, consideraría un honor que fuéramos amigas ¡Las mejores amigas!—
—¿Habla... Habla en serio?—
—¡Por supuesto! ¿Qué dices Leonna?—
Asentí tontamente. —Es... ¡Es todo un honor!—
Tomó mi mano y paseamos por toda la ciudad, la gente que antes se burlaba de mi ahora era amable, simplemente porque estaba con ella.
Pasaron varios días y ahora toda la gente era amable conmigo.
Caminábamos como de costumbre en la plaza cuando alcé la mirada y me dispuse a preguntar lo que había tenido en la cabeza desde hace tiempo.
—¿Por qué...?— Con esto llamé su atención.
—¿Por qué eres tan amable conmigo? ¿Solo te comportas así porque soy inferior a ti...? ¿Solo sientes lástima, no es así?—
Y desvergonzadamente ella me abrazó, justo después susurró. —Tu eres la mejor persona que he conocido...—
Sin darme cuenta las lagrimas ya inundaban mis mejillas. La abracé fuertemente y ella me conforto.
Paso el tiempo y me ofreció vivir en el castillo, acepté con una condición y aunque ella insistía que no lo hiciera, me ofrecí a trabajar cono sirvienta, y es que la verdad... Si estoy con ella me da igual.
[....]
Caminaba por los pasillos del castillo para limpiar las ventanas cuando lo vi... Un chico de cabellos negros y ojos azules. Estaba mirando el castillo y vi a Donatelle.
En cuanto se conocieron ella y él, fue cuando toda mi vida cambió, el era un príncipe de el otro lado del mar y rápidamente se enamoro de Donatelle, tanto que rechazo su matrimonio con la princesa con la que estaba comprometida.
El país quedo atrapado entre la guerra y aquella princesa del País de Naranja dio la orden, y al solo conocer básicamente a la chica que Leonardo había escogido para reemplazarla, se basó en unas simples palabras. —Encuentren a la chica de cabello castaño y quiero... ¡Que los maten!—
Todos... Todos se han ido, excepto yo y mi cabellera negra.
[FIN DEL FLASHBACK]

Yo debí de haber muerto en lugar de ella... ¡Todo esto es mi culpa!
Un ruido me hizo reaccionar.
Volteé y era aquella chica que encontré, por fin estaba despertando.
Me acerque temerosa y lenta...
Ella me miró desconcertada y lagrimas empezaron a caer de sus ojos, desvió la mirada y cubrió su rostro.

La Saga del Mal (TMNT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora