Habían pasado casi 2 meses desde que comencé a vivir con Leonna, todo era tan diferente y mis brazos dolían por todo ese esfuerzo que en mis días de princesa jamás aplique.
Y tras todo este tiempo. Lo que no pude hacer... Lo que tengo tanto miedo de hacer...
Es leer esa nota.
Cada vez que la oportunidad llegaba, me acobardaba y volvía a meter ese papel en el frasco.
¿Por qué tenía miedo?
¿Sería un secreto?
¿Una carta de un posible suicidio?
¿Un texto donde decía cuanto me odiaba?
¿O simplemente estaba en blanco?
No lo sabía... Tenía mucho miedo de saberlo. Después de todo, seguía siendo una niña cobarde.
Cerré los ojos y trate de dispersar mis pensamientos... No había noche en la que mis sueños no se convirtieran en pesadillas al recordar la muerte de mi hermano.
—¿Miley?— Escuché.
—¿Uh?— Elevé la mirada —¿Leonna? ¿Qué sucede?—
—No es nada, solo quería avisarte que saldré a comprar algunas cosas al País de Morado. ¿Sabes? Las cosas han mejorado mucho estos meses...—
Miré el reloj.
—¿A las 6? ¿Aún habrá algo?—
—Si, no te preocupes—
Asentí. —Está bien, ten cuidado—
Sonrió y salió de la cabaña.
Aunque en realidad lo ignoraba, era verdad que nuestra comida se comenzaba a agotar, pero decidí no acompañarla ya que alguien podría reconocerme.
Me quede tendida unas 2 horas intentando dormir, pero de vez en cuando soltaba una mirada hacia el frasco que estaba sobre la mesa de noche a mi lado.
Me senté el la cama y sostuve el frasco con fuerza. Quité el corcho y saqué la nota; lo que sea que estuviera allí... Tendría que afrontarlo.
Desenrolle la nota y me dispuse a leerla."Bueno... Usualmente nadie cree en estas cosas pero, ¡La verdad es que a mi me emociona! El poder liberar tu deseo y que las olas lo cumplan es algo que siempre ha estado en mi cabeza; y aunque siempre había querido que mi hermana arrojara un deseo en el frasco junto a mi, la verdad es que ella no cree en estas cosas. Estuve pensando mi deseo mucho tiempo, pero siempre llegaba al mismo punto, algo que quería desde siempre...
Lo único que pido es poder nacer otra vez, poder vivir una vida mejor, con mas oportunidades y menos tragedias; pero sobre todo, junto a mi hermana. Si pudiera lograr mi deseo; con solo jugar de niños con ella una vez más sería feliz".Mis lagrimas caían lentamente por mis mejillas mientas leía cada palabra, ese tonto...
Sonreí débilmente.
Abracé a la nota mientras intentaba contener las lagrimas ante ese deseo que mi hermano había escrito.
Escuche que Leonna llegaba y me sequé las lagrimas, odiaba verla preocupada.
—Ya llegué...— Abrió la puerta.
—Bienvenida— La abracé. —¿Quieres que prepare la cena?-
Su expresión paso a un pánico divertido, y lo entendía.
—¡N...No Miley! ¿Sabes? Es mejor si me ayudas y yo lo preparo—
En realidad yo era un asco cocinando... Incluso casi incendio la cocina un día al hervir agua.
Sonreí.
—Esta bien, pero prométeme que me enseñarás a cocinar como tú—
Ella me devolvió la sonrisa y asintió. —Por supuesto—Fuimos a la cocina y ella empezó a preparar una mezcla entre vegetales y un poco de carne.
—¿Una ensalada?— Pregunté y ella negó.
—Um... ¿Brochetas?— Negó.
—¿Un caldo o algo así?— Sucedió lo mismo.
—Solo es carne con vegetales...— Dijo para después reír.
—¡Leonna!— Sonreí y le di un ligero golpe en el hombro.
Ella siguió preparando la comida.
Alcé la mirada y a través de la ventana divisé el mar, y las olas formandose.Por ti tonto hermanito... Por ti empiezo a creer en estas cosas.
Porque... Mi deseo es exactamente el mismo.
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La Saga del Mal (TMNT)
FanfictionHace mucho tiempo existió un reino lleno de inhumanidad, y ese lugar era gobernado por la joven Princesa Michelle de catorce años de edad, poseía lujosos y elegantes muebles. Así como un sirviente con un rostro similar al de ella, todo lo que quisie...