PROFECÍAS OCULTAS || [#1] Entre Fragmentos [COMPLETA]

2. Entrenamiento.

"De todas las criaturas que respiran y se mueven sobre la Tierra, no hay nada que sea más agonizante que el hombre".

Homero.

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MORGAN.

La semana avanza con una lentitud exasperante. Mis horas se consumen entre sesiones agotadoras de entrenamiento, estudios intensivos y más entrenamiento. En medio de esta vorágine, Jace, apenas aparece en mi vida. Su ausencia se siente como un vacío en mi rutina. Un eco de días pasados llenos de risas y complicidad que ahora parecen distantes y esquivos.

Nos encontramos a mitad de semana y hoy tengo programada una reunión con mi instructor. Se ha propuesto enseñarme nuevas técnicas, por lo que me dirijo al salón acordado con anticipación, preparado para aprovechar al máximo esta oportunidad.

Llego al salón, y el inepto de mi instructor, Dorian, ni siquiera se encuentra aquí. Mientras espero, recorro el salón, tratando de ocupar el tiempo. Me acerco a una de las estanterías y tomo uno de los libros, hojeándolo distraídamente.

—Lamento la tardanza, Morgan. Tuvimos una junta con los instructores que se prolongó más de lo esperado, pero finalmente estoy aquí —se disculpa Dorian, aunque su tono denota cierto orgullo por la importancia de la reunión.

—No se preocupe, de todos modos no tengo una agenda tan ocupada como para perder el tiempo esperándolo —le confieso mientras devuelvo el libro a su lugar en la estantería.

—De acuerdo, te cité aquí en lugar del campo porque quiero que te enfoques en aprender la teoría del combate. Morgan, eres una de mis mejores estudiantes; dominas a la perfección los enfrentamientos cuerpo a cuerpo sin necesidad de armas, y créeme que no cualquiera puede lograrlo. Pero tú lo haces ver demasiado fácil, como si fuera un baile. Eso es un gran don —expresa, mientras camina de un lado a otro.

—¿Quién dijo que el baile es fácil? Yo no tengo ni idea de cómo hacerlo —trato de hacerlo reír con movimientos torpes, pero los adultos no parecen muy receptivos a mis intentos de humor.

Me mira con expresión seria, dejándome claro que mi comentario no le hizo gracia. Le devuelvo una sonrisa forzada y un tanto antipática.

—Ese no es el punto. Lo que quiero decir es que todos en el internado somos conscientes de tu falta de habilidades, lo cual es decepcionante. Pero tú no necesitas habilidades para combatir. Tu energía, esa determinación de ser la mejor y seguir adelante, son más que suficientes. Eres capaz de enfrentar cualquier desafío sin necesidad de habilidades especiales, y eso ya te hace destacar por encima de los demás. Ahora imagina si desarrollaras todo tu potencial máximo, incluyendo esas habilidades —se oye bastante fascinado. Ojalá yo pudiera creer lo mismo.