PROFECÍAS OCULTAS || [#1] Entre Fragmentos [COMPLETA]

38. Enfrentando al enemigo.

"Maldito el día que naciste y bendito sea el día que caíste del cielo". 

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MASON.

Morgan se ha mantenido encerrada en la habitación que se le asigno. Se niega a salir, lo que me recuerda que hace nada Karsten estaba actuando igual que ella.

Desconozco como se sienta psicológicamente en estos momentos —pero a juzgar por lo poco que la conozco—. Dudo mucho que le haya afectado el ver a Dionne, lo que en realidad le molestó fue el hecho de que Karsten la haya obligado a venir a un lugar en el cual no quería estar, para que después se pusiera en su contra defendiendo a su madre.

Confirmo mi teoría cuando al subir las escaleras encuentro a Karsten recargado en la puerta de la habitación de Morgan con rostro de exasperación.

—¿Sucede algo? —indago.

—No quiere hablarme —se queja—. Kai, ya no somos niños como para estar haciendo berrinches inútiles —dice a la puerta.

—Eso la molestará más —resalto lo obvio—. Técnicamente le estás diciendo inmadura, y a la señorita perfección no le gusta que la discriminen —comento.

—Para no importarte mi hermana mira que estás al tanto de todo lo que tenga que ver con ella —me clava una mirada despectiva y solo me encojo de hombros.

—Estaré en mi habitación por si necesitas algo —ofrezco.

Mientras avanzo un leve dolor punzante se apodera de mi cabeza. Decido ignorarlo, pero después vuelve a suceder con mayor intensidad.

"Ven a mi habitación, fósil. Ahora". La voz de Morgan invade cada centímetro de mi cerebro.

La detesto. En serio lo hago.

Me hago invisible al pasar por el pasillo de la habitación de Morgan, y veo que Karsten sigue ahí.

Claro que no se iba a mover de ahí. Idiota.

Doy la vuelta al lugar entrando a mi habitación, para subir y poder entrar por su ventana.

Una vez me encuentro trepando paredes, unas extrañas pelotas flotantes pasan alrededor de mí. Parecen ser pelotas con cámaras dentro... La reina sí que tiene muy bien vigilado su palacio.

Deduzco que captan el movimiento, por lo que espero a que terminen de dar la ronda de vigilancia en el área en la cual me encuentro. En cuanto se alejan, comienzo a trepar a toda prisa.

Al llegar a la ventana de Morgan veo que está cerrada por lo que comienzo a tocar para que me abra, pero la muy desgraciada solo se asoma y comienza a hacer muecas de superioridad burlándose de mí. Le pongo cara de pocos amigos, indicándole que me está estresando y solo así decide abrir la maldita ventana.