PROFECÍAS OCULTAS || [#1] Entre Fragmentos [COMPLETA]

48. The fall of an empire.

"Los monstruos más temibles, son los que se esconden en nuestras almas".

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NARRADOR OMNISCIENTE.

Zeus observa con fascinación y perspicacia a la pelirroja que lo mira desafiante desde el otro extremo de la mesa. Lleva puesto un vestido negro de cuello alto, y es corto, llega arriba de sus rodillas. Es de mangas largas y lleva unas votas negras altas, con el cabello agarrado en una coleta. 

—Ya te lo dije Morgan, yo no soy tu enemigo —le asegura.

Le sorprendía verla ahí, justo frente a él, dispuesta a entablar una conversación, cuando él había matado a su hijo. No creía que la pelirroja lo quisiera ver tan rápido, por lo que él estaba dispuesto a esperar lleno de paciencia; pero al parecer fue más pronto que tarde, ya que la tenía frente a sus ojos. Si bien dicen que el que persevera alcanza. Pensaba el rey.

—¿Alguna vez has bailado con el diablo? —le pregunta Zeus levantándose de la mesa para invitarla a bailar.

—No sé bailar —responde Morgan.

—Solo déjate guiar por mí —pide y ella obedece.

Se colocan al centro del salón, y pide a uno de sus sirvientes que ponga algo de música clásica. Una vez la música suena, comienzan a bailar al son del compás; Zeus rodeado de un aire de éxtasis y felicidad, aprovecha para inhalar a profundidad el aroma que emana el cuerpo de su ninfa. Mientras que Morgan, analiza todos los posibles escenarios que le esperan.

La proximidad del rey incomoda a la joven, pero eso no la detiene para conseguir lo que quiere y es venganza. Momentos más tarde, pasan a tomar asiento en la gran mesa, para dialogar y degustar algo.

Zeus comienza a sospechar de lo que está sucediendo, pues no le queda claro el por qué Morgan lo buscó tan rápido.

—¿Me crees tan tonto, pequeña ninfa? —se mofa—. ¿En serio crees que no era consciente de tu hermano? He sido piadoso y misericordioso; él sigue vivo y todo por ti —se mantiene en su lugar, y no muestra ni un ápice de molestia en su rostro.

Morgan lo observa confundida y dubitativa ante el repentino cambio de tema que hizo el dios, pues se esperaba de todo, menos que hablara de su hermano.

—¿Cuándo entenderás que siempre voy mil pasos más adelante que tú? Sabía muy bien lo que hacía al enviarte en busca de la fuente de poder junto con tu hermano —confiesa.

—Por eso no querías que nos viéramos en un principio —comenta la pelirroja.

—No delante de mí, no tenía planeado que sus caminos se cruzaran. ¿A caso tienes idea de por qué nunca encontraron esa fuente de poder? La percibían, pero nunca daban con ella —canturrea.