PROFECÍAS OCULTAS || [#1] Entre Fragmentos [COMPLETA]

42. Planes de boda.

"Mi corazón es tuyo, siempre será así".

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NARRADOR OMNISCIENTE. 

¿Quién era Jace Brett cuando no estaba con Morgan? Fácil, una persona totalmente distinta... o quizás solo fue así al principio. 

Jace Brett siempre ha emanado un gran misterio en sus ojos, justo como si se tratase de la frialdad de un invierno sin fin. Mentía con facilidad sabor a elegancia, digno de un rey sin castillo, pero cuando llegaba a decir la verdad sucedía lo inimaginable; se descontrolaba como un huracán arrasando todo a su paso.

Eran muy pocas veces las que lograba ser sincero con las demás personas, a excepción de Morgan, con ella siempre lo era.

La rabia, el orgullo y el rencor era una de las desafortunadas virtudes de Morgan, por eso él no se atrevía a mentirle nunca. Aunque en una sola ocasión sí que lo llegó a hacer, pero jamás lo reveló, ya que, supuso que, al enterarse la chica de semejante hipocresía por parte de él, se encontraría resentida por haberle arrebatado al único amigo sincero y bondadoso que decidió entablar una amistad con ella sin importar las consecuencias.

Y es que Jace Brett no toleraba ver a la pelirroja molesta con él, pues su resentimiento por el rechazo era como el de un niño herido al cual le quitaron su paleta favorita. No podía permitir que el amor de su vida llegara a sentir repulsión hacia él, ya que fue el causante de la expulsión definitiva de Lyon en Fordale, y todo por celos.

Sabía que si Morgan se enteraba le aplicaría la ley del hielo —y él no podía estar ni un solo segundo sin hablarle a la chica—, o lo ignoraría cada vez que intentara cruzar miradas con ella. En el peor de los casos, ella intentaría entablar conversación con otras personas del sexo opuesto solo para molestarlo, cosa que no podía siquiera imaginar. Cada situación que tuviera que ver con ella, le afectaba en lo más mínimo. Pero lo cierto es que él era peor que Morgan. Sin embargo, nunca tuvo la intención de lastimarla.

Jace Brett tenía secretos, unos más oscuros que otros. Enigmas que por mucho que amara a la pelirroja, jamás se animaría a revelárselos. No por egoísmo, sino por protección, la cual estaba resultando ser inútil últimamente.

Desde muy pequeño mostró ser una criatura arrogante, oscura y siniestra, incluso un asesino de nacimiento. A los dos años de edad comenzó a asesinar a sangre fría a personas inferiores a él, su padre fue su maestro en ese arte, pero algo cambió cuando la conoció.

Todo comenzó con un Jace de diez años, quien se encontraba en el comedor del internado rodeado de uno de sus amigos: Lyon, quien al instante notó como su amigo observaba embelesado a la niña de seis años entrar al sitio con Robert de la mano.