Después de eventos desafortunados, Elizabeth Swan y Isaac Lahey, van a Forks tratando de alejarse del mundo sobrenatural. Sin embargo, no esperaban encontraste con un grupo de chicos de ojos dorados, quienes pondrían su mundo de cabeza mucho más de...
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Narra Victoria
Toda la noche me la pase pensando en todo lo que ocasione. Lizzie se ha portado tan bien conmigo y ahora está en peligro por mi venganza.
Y aunque haya desistido del ejército, si llego a tener alguna oportunidad de matar a Bella, lo haré. Y se lo diré a Lizzie, porque sé que aunque sea su hermana, muy en el fondo de ella, también quiere matarla.
Lizzie es fuerte e inteligente pero también tiene su ego. Es complicado definir su personalidad. Por lo que he visto de ella, puede ser la persona más bondadosa del mundo pero también, la persona más despiadada si se meten con ella o con los que quiere.
Me doy una rápida ducha, y salgo de la casa cuando ya me cambié. Lizzie me dió ropa que tenía nueva y que nunca ha ocupado. No sé de donde saca tanta ropa.
Me adentro en el bosque y camino a paso de humano, solo se escuchan los animales del bosque, las ramas crujir y las hojas moverse por el viento.
Me concentro y escucho a lo lejos un jaguar, corro rápidamente hasta él y lo derribo, lo sostengo con ambas manos para que no se mueva y encajo mis dientes en su yugular.
Siento como el líquido caliente con ese extraño sabor metálico y un poco ácido pasa por mi garganta. Sigo bebiendo hasta que ya no quede ninguna gota en su sistema. Me levanto satisfecha y llevo al animal a un lugar donde sé que los animales podrán comer de él, no hay que desperdiciar.
Me doy vuelta y me encuentro con esos ojos marrones que solo vi una vez. Todo es tan extraño. Antes creía que James era mi compañero, pero él solo me engañó porque sabía que mi don le servía para pasar desapercibido. Llevaba demasiados años sin tener a alguien conmigo, que le creí.
Lizzie me habló de él, dijo que se llama Jacob. Lo veo un poco pálido aunque sigue teniendo ese color moreno que ahora me doy cuenta que me encanta.
—Así que es cierto –es lo único que dice, yo frunzo mi ceño y creo que nota mi confusión por qué aclara mi duda–. Que ahora eres vegetariana.
Yo suelto una risa, me siento nerviosa. La despiadada Victoria se siente nerviosa por tener a un lobo frente a ella.
No es cualquier lobo dice una parte de mi subconsciente.
—Solo así puedo quedarme –aunque Lizzie me dijo que no le importa de que me alimente, sé que los de la reserva no confiarían en mi, por eso decidí cambiar mi dieta.
—Te quedan bien los ojos dorados –siento una emoción que no sé como identificar, lo veo de nuevo y ya no está tan pálido como hace unos momentos. Chasqueo la lengua.
—Los rojos me quedaban mejor –es lo único que digo. Aunque me estoy mostrando un poco borde, justo ahora me estoy muriendo de nervios.
Ya estas muerta dice otra vez esa voz. Y no puedo evitar rodar los ojos. Veo que Jacob se da vuelta empezándose a alejar.
