Capitulo 8

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Narra Lizzie

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Narra Lizzie

Nos dirigimos a la sala, todos en silencio, no quisiera que mi padre vea como matamos, pero sé que no querrá irse.

Entramos y los veo a todos con una sonrisa y sus ojos un poco brillantes, me siento mal por las personas que mueren de esa forma pero es como el ciclo de la vida, cada depredador se alimenta del más débil.

—Entonces, pequeños, ¿A qué se debe su visita? –pregunta tío Aro.

—Hades nos mandó para hacerle un favor –responde Isaac con una pequeña sonrisa, sé que él también se quiere deshacer de esas vampiras.

—¿Y de qué se trata? –es Caius el que pregunta.

—No sé que hayan hecho para que Hades las quiera muertas —digo con una sonrisa—, pero tengo que admitir que me encanta que seamos nosotros quienes las maten.

—¿Matarán a alguien de la guardia? –pregunta sorprendido tío Aro.

—Hades dió la orden directa que matáramos a Heidi –ella empieza a oler a nervios, pero no se mueve– Y a Renata —termina de decir Isaac.

Ambas se quieren escapar pero nosotros hacemos un viaje sombra hasta ellas, Isaac sostiene a Heidi y yo a Renata.

—Sabes que nunca me agradaron, tío Aro, en especial su ego de superioridad –digo, ellos no hacen nada, saben que una orden de Hades se tiene que cumplir.

Renata es la que más lucha, no puede desviar mis ataques, pero si logra esquivar unos, veo que Isaac ya tiene a Heidi en el suelo y sus manos están en su cuello.

—Jane –ella asiente y le empieza a provocar dolor a Renata, no necesitaba la ayuda de Jane, pero sé que también la odiaba, tanto o más que yo. Le hago una seña de que pare, luego me posicionó frente a Renata, la cual ya está de rodillas en el suelo y sujeto su cuello.

—¿Incluso ahora sigues intentando que caiga en tus redes? –musita mi amigo con una sonrisa burlona, y ahora me doy cuenta que Isaac a cambiado mucho desde que lo conocí. Creo que mi ego se le pego un poco.

—Hasta nunca –le digo con una sonrisa y Isaac y yo les arrancamos la cabeza al mismo tiempo.

Tiramos los cuerpos juntos y lanzamos una llama de fuego para que se quemen, gracias Hefesto, me encanta tu bendición.

—¡Esto fue genial! –Isaac exclama riéndose.

—Bueno queridos Vulturi, nos tenemos que ir, pero los volveremos a ver.

—Los estaremos esperando –les doy un corto abrazo a todos y agarro a Edward y Jasper, mientras Isaac toma de los hombros a Alice y a papá. Nos damos una mirada y después nos sumergimos en las sombras.

En segundos, aparecemos en la sala de nuestra casa y veo a Luke sentado en el sofá comiendo palomitas.

—Chicos, ¿nos llevarían a casa?– nosotros asentimos y aparecemos en su casa, donde ya se encuentran todo el Clan Cullen.

Semidiosa Swan «E.C & J.H» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora