Después de eventos desafortunados, Elizabeth Swan y Isaac Lahey, van a Forks tratando de alejarse del mundo sobrenatural. Sin embargo, no esperaban encontraste con un grupo de chicos de ojos dorados, quienes pondrían su mundo de cabeza mucho más de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Lizzie
15 minutos tardamos en llegar a casa, todo el camino me contuve de dormirme porque Bella estaba en el auto y sería como dejarla sola con Jasper y Edward.
—¿Le dirás a tu padre? —me pregunta Jasper mientras Bella sale enojada del auto, enserio que no la entiendo. Yo asiento a su pregunta y salimos del auto para después entrar a la casa. Veo a Isaac y Alice, llegaron antes que nosotros.
—Hola papá —lo saludo y creo que Alice y Isaac ya le explicaron todo.
—¿A donde irán? —pregunta serio.
—Ahora solo iremos a la casa de los chicos, pero venimos a dejar a Bella, mientras ella no salga de la casa estará a salvo —digo con una pequeña sonrisa.
—Lamento decirlo, pero ella se metió donde no debía —le dice Isaac a papá.
—Ella tiene una pequeña obsesión con ellos —hago una mueca, mientras Edward me abraza y agarro la mano de Jasper— Vuelvo en un momento —digo antes de hacer un viaje sombra fuera de la casa, frente a la ventana de Bella.
La veo empacando sus cosas, pongo mi mano en la ventana y propago electricidad, gracias tío Zeus, por tu bendición.
Ningún ser sobrenatural puede entrar pero ella si puede salir y sé que es muy estupida como para largarse de aquí, no quiero que papá sufra, por eso la protegeré.
Regreso a la sala, donde están los demás.
—Iré a hablar con Bella —no dejo que respondan y subo las escaleras, abro la puerta y ella sigue guardando sus cosas—. No irás a ningún lado, Bella —digo y ella da un brinco del susto.
—Iré con ellos, ahora que sé la verdad, estarán conmigo —dice segura.
—No lo harás, entiende que ellos están conmigo —una pequeña sonrisa se forma en mis labios.
—¿Por que te eligieron a ti?, pudiste tener a uno, pero no, quisiste a los dos. Eres igual de zorra que tu madre —yo me acerco y le doy una bofetada.
—No te atrevas a hablar así de mi madre, antes de juzgarla, primero ve a la tuya, ella engaño a papá desde antes que estuviera con mi mamá —y era verdad, mi madre me lo contó, y papá me lo confirmó, pero nunca le quiso decir a Bella para no bajar los estándares que le tiene a su madre.
—¡Mientes!, mi mamá nunca engañó a Charlie.
—Estoy tratando de protegerte porque papá te quiere, eres su hija, ¿y sabes que es lo peor? —cuestiono pero yo misma respondo—, que se nota que él no te importa ni un poco —digo con tristeza—. Ahora te quedarás aquí por las buenas, o las malas.
—No te haré caso.
—No esperaba que lo hicieras, pero si tratas de salir por la ventana, te dará una descarga eléctrica que te puede dejar desmayada —camino fuera de la habitación—. Al igual que esta puerta —cierro la puerta y pongo la electricidad como en la ventana.
