Después de eventos desafortunados, Elizabeth Swan y Isaac Lahey, van a Forks tratando de alejarse del mundo sobrenatural. Sin embargo, no esperaban encontraste con un grupo de chicos de ojos dorados, quienes pondrían su mundo de cabeza mucho más de...
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Narra Lizzie
Muevo mis pies por el aburrimiento. Estar en un hospital es muy aburrido si eres un paciente.
Trajeron a Bella porque al parecer la aventé un poco fuerte, lo que provocó que se diera un golpe en la cabeza.
Observo a Isaac, quien seguramente está más aburrido que yo y no dudo que en cualquier momento se quede dormido. Mientras que papá discute con Tayler, el que manejaba la camioneta.
―Isaac ―llamo su atención―. Estoy aburrida.
―Yo también, Lizzie ―me dice
―Deberíamos irnos de vacaciones ―sugiero.
Quería estar con papá, pero consoderando que siempre estamos en peligro, ya sea porque algún ser del inframundo no quiera matar, o porque aparezca algún cazador, y en el peor de los casos, por algún ente sobrenatural.
Al menos si estamos alejados de la mayoría, no nos preocupamos porque mueran por nuestra culpa.
―Dudo que nuestros padres nos dejen ir.
Las puertas se abren, interrumpiendo nuestra conversación, dejando ver a un doctor de cabello rubio, alto, piel pálida y muy guapo. Su esencia me llegó y supe de inmediato que se trata de otro vampiro.
―Escuché que las hijas del jefe están aquí ―el doctor muestra una amable sonrisa.
―Doctor Cullen ―habla papá en forma de saludo.
―Yo me encargo ―le dice a la enfermera que nos está atendiendo―. Elizabeth e Isabella Swan.
Lee nuestro nombre en el expediente.
―Solo Bella ―el doctor asiente a las palabras de Bella.
Me mira a mí, esperando a que le diga sobre algún sobrenombre, aunque que me llame Elozabeth está bien para mí.
―Lizzie ―responde Isaac por mí. El sonríe y asiente.
Al parecer nuestra sangre huele normal porque no ha tenido alguna expresión extraña.
―Bueno, Bella. Te diste un golpe en la cabeza, pero estarás bien ―Bella parece querer decir algo, pero se ve interrumpida―. Lizzie, tú quedaste en medio de todo, sin embargo, estás bien. Aún así, si tienen algún malestar, no duden en venir.
―Podría haber sido peor si Edward y Jasper no hubieran estado ahí, ellos me salvaron ―ruedo los ojos con molestia.
―Te empujé para salvarte, Bella ―digo―. En todo caso, ellos me salvaron a mí ―Isaac tiene el ceño fruncido, pero después muestra una pequeña sonrisa.
-Yo fui la que te empujé para salvarte Bella, ellos me salvaron a mi -Isaac tiene el ceño fruncido pero con una sonrisa.
Lo miro y muevo la cabeza, negando, para que no haga ningún comentario al respecto.
