Cap. 5 Dylan

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 —¡Claire! —escuché gritar a mi madre—, ¡Despierta, debes ir a la escuela!.

—¡Enseguida bajo! —era mentira, cinco minutos más.

 Era el primer día de no sé cuantos que iba a pasar sin ver a Tom, decidí vestirme a duras penas como siempre, unos jeans oscuros y una camiseta a rayas con una chaqueta abrigada bordo, y claro mis zapatillas. Bajé por mi desayuno y pude notar que mi madre se había largado al trabajo, da igual, comería en la escuela hoy.

 Tomé mi mochila y mi cámara fotográfica para después.

 Pude darme cuenta que no era tarde, incluso si caminaba tenía tiempo de sobra ¿Por qué no?, despejarme de la idea de Tom Odell y su viaje debía salir de  mi mente, él ya lo ha dejado en claro, no se enamorará y menos de alguien como yo.

  Estaba a una manzana de mi escuela cuando un idiota en bicicleta comienza a gritarme.

 —¡Hazte a un lado!.

 —¡Oye, estoy caminando por aquí, tú hazte a un lado!.

  Era Dylan, solía ir con él en Ciencias, pero afortunadamente nuestros turnos habían cambiado, ¿Por qué afortunadamente?, porque es un maldito, exasperante y totalmente arrogante chico.

 —Vete a la mierda entonces.  

¿¡Qué?!, ¿¡Me había insultado?!.

 —¿Ah sí?, pues tú primero  —dije empujándolo mientras avanzaba a mi izquierda. No supe lo que hice hasta que lo vi tumbado en la vereda. Diablos —. ¡Oh lo siento! No quise que pasará esto, es que tú... y bueno yo, entonces ¡Lo siento, lo siento, lo siento!, ¿Te encuentras bien?.

 No parecía estar bien sinceramente...

 —¡ES OBVIO QUE NO!, ¿ERES DEMENTE? ¡CASI ME MATAS!  —Dylan estaba en una posición algo graciosa y no pude evitar reír — Sí, lo eres.

 —No, lo siento. Es que, bueno, te ves gracioso así, algo deforme diría yo —reí, y extrañamente Dylan igual.

 —¿Vas a ayudarme o me dejarás aquí, ocultando tu crimen?  —dijo por fin.

 —Vale.  

  Dios, era muy gracioso, si lo hubieran visto se descostillarían. Dylan un arrogante accidentado por mi, esto de tener lejos a Tom hizo su efecto. Tomé su brazo con fuerza y lo puse en mi hombro, este tío pesaba como un edificio, pero debía hacerlo. Se aferró a mi cintura inclinándose un poco, ya que el tenía casi la misma altura que Tom, ¡Debo dejar de pensar en ese!, entonces estuvimos bastante juntos de lo que hubiera preferido, el espacio personal que me corrompió ya me estaba dando cosquillas por todo el cuerpo, y eso no me gustaba.

 Caminamos así una manzana hasta llegar a la enfermería de la escuela.

 —¡Oh! ¿Qué ha ocurrido?—gritó exageradamente la enfermera.

 —Eh...Bueno. Dylan, digo, yo...  —farfullé algo nerviosa.

 —Caí y me doblé el brazo, soy un estúpido, Señorita Holmes  —me interrumpía Dylan, ¿Qué pretendía a ocultar que yo misma provoco su casi muerte?. Lo miré incrédula y simplemente guiñó un ojo—. Descuida.

 Quedé esperando afuera un buen rato, nada me obligaba hacer excepto que yo tuve la culpa y que no quería ir a mis clases de matemáticas avanzadas. Sólo esperé hasta ver su silueta, ahora lucía más indefenso, pero su pizca de arrogancia se le reflejaba en la mirada profunda color azul y en esa sonrisa hermosa que tiene.

¡Basta ya!

—Hey te quedaste esperando, ¿La culpa es demasiado para ti?.

—De hecho sí. No creí que con empujarte pueda pasar esto —señalé su brazo inmovil—. Lo siento tanto...

I know (Tom Odell) TERMINADA. Parte I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora