I know (Tom Odell) TERMINADA. Parte I.

Cap 3.

 Al día siguiente comenzaba mi segundo día junto a Tom, mientras por muchas horas de charla anteriormente, comprendí que no era tan malo mi empleo. ¡Por favor, estaba junto a un musico famoso ¿Qué mas podía pedir?!. 

 Claro que era menor de edad y debía por obligación ir a la escuela secundaria ubicada en Londres, más precisamente en Ealing, y luego ir a Sonic.

 Para ser sincera necesitaba el empleo que mi amigo Josh me ofreció, mi familia es de clase media; mamá Alice, papá Alfred y mi hermana pequeña de trece años Carrie, pero aun así mis padres no pueden pagar toda mi carrera de cineasta y mi hobbie favorito que era la fotografía. 

 En la escuela no era un tía muy popular, siempre odiaba seguir modas y aborrecía a las idiotas que al parecer eran "populares" allí. Mi cabello no es nada especial, pero en verdad me gusta, se puede observar su color castaño con su textura lisa y su largo es perfecto hasta mis hombros, ¿Mis ojos?, bueno, no son como los de Tom sino que tiene un particular color miel. En cuanto a mi vestimenta, pues ya lo he dicho, nunca seguí modas, prefería unos jeans y una camisa dónde me ajustara los pocos pechos que tenía y una cómoda chaqueta, ¡y zapatos de cuero!.

  Caminé rumbo a Sonic luego de bajar del autobus. Tom abrió la pueta cuando golpeé.

—Hola —sonrió.

—Hola, ¿He llegado muy tarde?.

—De hecho, yo he llegado temprano.

—Veo que eres un músico muy ocupado —reí.

 Me senté en el escritorio esperando arreglar los horarios de Tom, al parecer no hacía falta, alguien ya los había organizado y no fui yo.

—¿Has ordenado tus fechas?.

—Eran pocas, y tu recién empiezas como para complicarte tanto.

—Pude resolverlo bien por mi misma ayer —agregué. Lo cierto es que suelo ser orgullosa en todo sentido.

—No dije que no podías, Claire.

 ¡Me había llamado 'Claire' por primera vez!

—¿Entonces qué se supone que debo hacer ahora?.

—No lo sé, ya he dicho que no necesitaba una secretaria, puedo hacer todo por mi mismo, pero ahora que lo dices tal vez te mande a comprarme unos cigarrillos.

 —No puedo comprarlos —odiaba admitir esto—, sigo siendo menor.

—Diablos, lo olvidaba —rió sarcásticamente—. ¿Cuándo podrás comprármelos?.

—Bueno, mi cumpleaños es en dos meses precisamente el primero de Marzo, así que supongo que ese día podré comprarte unos...

—Lucky Strike —terminó.

 Si me ponía a pensar, no era tan malo que me paguen por ir a comprar cigarrillos.

—Lo siento, no puedo apoyar tus vicios en estos momentos.

 Mis bromas eran un chiste al aire y sin gracia, quizás es mi descripción en sí.

—¿Por qué tomaste el empleo? —preguntó de repente.

—Hmm, tenía un amigo que me lo ha ofrecido, dijo que era fácil —hice un gesto con mis hombros—, y tan sólo durarían unos días, entonces acepté.

—No me refiero a ese antiguo empleo, sino a este.

 En realidad no lo sabía, podía no aceptarlo si no lo deseaba así y simplemente buscar otros, pero algo me dijo que esperase a que se resuelva solo.