Cap. 7

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Al día siguiente Dylan y yo esperamos que la tarde cayera en el parque, ambos mirábamos al cielo con la vista perdida.

—¿Puedo preguntarte algo? —rompí el silencio.

—Sí, claro. Dime.

—¿Crees que alguien famoso puede fijarse en alguien común y corriente, como yo?.

—¿Acaso estas enamorada de Justin Bieber?.

—¿Qué?, no, claro que no es sólo... —no podía decirle que hablaba de Tom, no podía—, sí Justin.

—No creí que seas de esas fans —dijo dudoso—. En mi humilde opinión, y lamento romperte el corazón: no.

Claro, ¿qué podría esperar?.

—Los famosos se codean sólo con ellos, quizás seas magnifica Claire, pero acuérdate que hay supermodelos antes que tú, nadie se involucra con fans teniendo modelos, con esos perfectos cuerpos y... En fin, lo siento cariño.

—Descuida.

—No te pongas así, Claire. Es sólo un tío famoso.

—Lo sé, estoy bien.

De regreso a casa todo tenía sentido. Dylan tenía razón, ¿Cómo podría Tom fijarse en mí con miles de modelos famosas a su lado?. Pero por otra parte, Tom jamás saldría con alguien si no estuviese enamorado, y no lo vería de la mano con ninguna por suerte.

***

Los días pasaron y sólo supe de él por entrevistas, las cuales siempre decían lo mismo.

Todo cambió cuando recibí su llamada, era por fin él. Dejé esperar unos segundos, no quería que suene desesperada ni nada de eso.

—¿Sí? —dije con vos misteriosa.

—Claire, soy yo, Tom.

Su voz me hacía estremecer nuevamente.

—¿Tom?, h-hola...

—¿Cómo has estado?.

—Muy bien, ¿Y tú?.

—Genial sí. Sólo quería decirte que regresaré en la noche, mañana podremos vernos, espero que no tengas planes —pude notar que sonreía y eso me hizo sonreír— ¿Ok?.

—Oh, sí claro. Entonces, nos vemos mañana.

—Genial, adiós.

—Adiós.

¡Estaba saltando como una niña cuando recibe el regalo tan esperado en Navidad!. Necesitaba buscar mi atuendo para el día siguiente, ya tenía dieciocho años y debía hacerlo notar frente a Tom

, no era más una niña.

***

Había despertado llegado temprano ese día...

Entré al estudio como solía hacerlo antes, extrañaba cruzar la puerta principal y dirigirme hacía mi espacio de trabajo, extrañaba muchísimo la presencia del músico y sentía que mi corazón se rompería de alegría.

Abrí la puerta.

—Hol...

¡¿Quién era ella?!, ¿Qué hacía besando a Tom?, ¿Por qué aquí?, él mismo me confesó que debía estar muy enamorado ¿Lo estaba?, ¿De ella?, ¿Por qué, Tom?.

Mi voz hizo que se detuviera como si fuera una alarma de incendio, se apartó de ella y miro mi cara de perplejidad, trataba de contener algún signo de tristeza en todo aquello.

I know (Tom Odell) TERMINADA. Parte I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora