I know (Tom Odell) TERMINADA. Parte I.

Cap. 10 R U mine?

— No me parece buena idea —solté. Mi corazón latía a mil por hora y él simplemente lucía tranquilo, sin indicios de nada.

— Tienes razón —soltó mi muñeca y dio vuelta.

— Quizás deba irme, son más de las seis.

— Te llevo a casa —respondió de espaldas.

— Estoy bien, gracias.

— No, yo te llevaré —dijo en tono brusco, como si fuera una orden.

—  Gracias, pero...

— Sólo deja que tome mis llaves.

 Jamás lo vi de esa forma, parecía enojado consigo mismo y me sentía algo culpable, no entendía lo que sucedió entre ambos. Si no soportaba que lo llamase amigo ¿Por qué?.

 Subí al auto, un precioso MINI Cooper   y hasta llegar a casa ninguno emitió palabra, su cejo estaba fruncido y no me observó en ningún momento, incluso cuando me despedí no respondió.

 En mi habitación lo único que pude pensar era en lo mucho que le quería. Estaba completamente enamorada.

*                     *                     *                         *                  

 Ignoré a Dylan toda la mañana y no respondí ningún mensaje, era una tarea ardua, pero me sentía sucia por dentro, una traidora. 

 Mi corazón latía deprisa conforme iba llegando a ver a Tom nuevamente. Debía enfrentar la situación extraña por la que estábamos pasando y eso me asustaba. ¿Qué pasaría después del día anterior?.

 Golpeé la puerta, no me atrevía a entrar y encontrar a Cara, aún temía que pasará de nuevo. El rubio apareció detrás de ella.

— ¿Por qué no has entrado?.

 No respondí.

— Esta bien, ya estás aquí —sonrió amable.

 Sólo mire su rostro por unos segundos y luego caminé hasta mi lugar.

— ¿Por qué no hablas? —sus pasos se acercaban y mi corazón latía con más fuerza—. Ayer...No pude controlarme —más cerca de mí—, por favor háblame, Claire. Necesito oírte, no volverá a pasar si no lo deseas, sólo dí algo —podía oír mi respiración chocando en su pecho.

— Yo...—intenté formular una respuesta a todo eso.

 Se oyó un abrir y se aproximó la voz de Cara, arruinando el perfecto momento para declararme por fin.

— ¡Tom, he vuelto! —gritó.

 Los tres nos quedamos en silencio, no sabía como actuar y estaba segura que la tensión entre ambos se reflejó ya la rubia me dedicó su peor mirada. 

— ¿Interrumpo algo?.

— Para nada, sólo estaba dando unas indicaciones de...

—...Una nota.

—¿Ah sí?, en ese caso no importa —se acercó a Tom, y lo besó ¡En frente mío lo besó!. Mi corazón se había partido nuevamente—. Traigo buenas noticias, el sábado habrá una fiesta y necesitamos estar allí.

— ¿Una fiesta? —el músico lucia confundido, había hecho caso omiso a mí y a lo sucedido anteriormente, me destrozaba— ¿Dónde?.

— En Underground, es un sitio nuevo en el centro de Londres.

— No creo que iré...

— ¿Cómo que no?, ¡Tommy, debemos ir!.

— Yo no me siento de humor para ir a esas fiestas, lo siento.