Cap. 18

161 9 1
                                    

— ¿Dylan? —pregunté una vez que marqué su número.

— Hola, ¿Claire?, ¿Qué ocurre?.

— Oh Dylan, te extraño, y necesito verte. Necesito hablar contigo, dime que puedes, por favor...

— Oye, suenas desesperada y...

— Lo estoy.

— Claro que puedo —rió—, aunque me das miedo...¿Claire?.

— ¿Sí?.

 — Yo también necesito verte. 

 Dylan cortó y me sentí tan aliviada, pero ¿Por qué resignaba todo lo que mi corazón había construido por Tom?, tan de pronto e inesperado...

 Llegué a su casa, estaba esperando en su jardín delantero, sentado. Miraba su rostro, estaba sorprendido, quizá.

— Linda noche para extrañarme —dijo mirando al cielo.

— Me sientan bien las estrellas, tal vez —él rió e inmediatamente corrí hacía donde se encontraba.

Si antes había deslumbrado con el llamado, ahora no sabría como reaccionar, ya que corría como una loca por él. Abrió los brazos, un gesto que esperaba encontrar y de pronto nos abrazamos, como si eso hubiera estado previsto.

— No quiero irme sin haber hecho esto...

 Nos observamos unos instantes, y quisiera decir que le robé un beso, pero de hecho Dylan lo hizo primero. 

 Era lo que quería, sin dudas quería a Dylan muchísimo en ese momento. 

Ambos sonreímos.

 Luego de eso comenzó a decirme que no quería dejarme ir, en cierto momento solté que no quería irme y así era. Magnifico. Ver las estrellas tomados de la mano como si en verdad fuésemos pareja y no una tonta mentira infantil que le vociferé a Tom.

— ¿Cuánto crees que estarás lejos?

— Hmm, no lo sé. Carl dice que puede ser mucho tiempo o quizás nada en absoluto, no pensemos en eso.

— Es imposible no pensarlo, Claire. Diablos te vas en unos días, y recién te beso, nunca me ha pasado esto con una chica.

— ¿He sido una conquista difícil? —bromeé.

— Claro que sí, me has dejado seco en esto tía.

— Jamás creí que podría gustarte, o que lleguemos a estar tomados de la mano.

— Resulté igual de impresionado que tú, tal vez fue el hecho que me empujaras fuerte ese día. 

— Oye, me habías insultado, ¿Qué esperabas?, ¿Qué me corriese? ¡JA!.

— Obstruías mi paso, claro que esperaba eso —dijo con la vista en mis ojos—, ahora puedes obstruir mis labios si quieres —me besó nuevamente.

 — Quizás sólo lo haga por lastima —comencé.

— No hay problema, con tal de que cumplas.

 La noche transcurría, y de pronto tuve que volver a casa.

— Llamaré cuando este de regreso. 

— ¿Segura que no quieres que te acompañe? 

— Claro que no, Dyl. Todo estará bien, conozco mi ciudad por Dios.

— Esta bien, adiós.

 — Llamaré luego, adiós —saludé.

*                                                                         *                                                                 * 

I know (Tom Odell) TERMINADA. Parte I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora