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Alyssa estaba caminando en la sala común, era grande, había mucha luz alrededor, era muy acogedora y gracias a Merlín estaba cerca de la cocina.
Alyssa no era para nada tonta, sabía que Cedric no la quería, al contrario, la detestaba y por esa razón se había alejado de ella. Cedric estaba en su cuarto año, él trataba de evitarla, pues el simple hecho de verla le recordaba a su madre. La misma gesticulación y la misma sonrisa, era el mismo rostro de Stella, lo único que diferenciaba a Alyssa de su madre era el color de sus ojos y cabello, Stella era una rubia de ojos color miel, con una sonrisa que iluminaba felicidad a cada lugar donde iba, Cedric odiaba eso. Sí, era su hermana, pero no podía olvidar que por culpa del padre de Alyssa, su madre había dejado a su padre. Amos era un buen padre, claro que lo era, pero solo cuando estaba sobrio. Cuando estaba ebrio le decía cosas bastante hirientes al pequeño Cedric y en ciertas ocasiones llegó a golpearlo. Todo eso estaba en la mente del joven de 14 años, algo que por más que quería no podía borrar.
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Era fin de semana, las clases habían sido algo extrañas para Alyssa, estaba tan acostumbrada a variar entre lo muggle y lo mágico, ahora todo era mágico y le encantaba. Su clase favorita sin duda era pociones, aunque el profesor era algo intimidante y su labor favorita era quitarle puntos a Gryffindor, pero eso no quitaba que era bueno en la materia. Compartía la clase de herbología con un pequeño grupo de Slytherin's, en éste se encontraba la rubia del tren y el chico de los ojos verdes, "Nott" era lo único que recordaba Alyssa.
Azael y ella últimamente no se veían tanto, él había hecho nuevos amigos al igual que ella y no compartían tantas clases, a los más chicos los dividían en 5 grupos por casa y los mezclaban para las clases, es decir, había diferentes grupos por así decirlo, Alyssa y Azael estaban juntos en 3; herbología, historia de la magia y la clase de vuelo donde también estaban el platinado engreído, la hermana del rubio, Via, Harry y Ron, claro, y una chica llamada Hermione que no se llevaba para nada bien con Alyssa.
-¡Alyssa! ¿Si eres Alyssa, verdad?-Una chica que se veía mayor que ella llegó con un papel en mano, posicionándose frente a Alyssa.
-Lo soy, ¿Te puedo ayudar con algo?-Preguntó la castaña con una sonrisa en su rostro.
-Sí, bueno... Oí que tu padre es William Holland-La rubia soltó una risa-Dile de parte de los sagrados 28 que se joda, maldito traidor-La chica empezó a reírse con crueldad, los ojos de la pequeña castaña se empezaron a nublar de lágrimas, ¿Habían insultado a su padre?- Ya basta de lloriquear, estúpida-La rubia empujó a Alyssa, haciéndola chocar con un muro detrás de ella-Eres una vergüenza para el mundo mágico- Y sin más, se fue.
Alyssa se deslizó por el muro hasta llegar al piso de mármol, donde se sentó con las rodillas hasta la altura de su pecho, dejando caer sus lágrimas. Ella creía que nadie la veía, pero no era así, Theodore Nott la estaba mirando desde lejos. Miró todo, pero no escuchaba la platica de la rubia y Alyssa, posiblemente de haberla oído hubiese corrido hasta donde estaba y la hubiera defendido, pero no, no escucho. Cuando vio que la empujó y después Alyssa estaba en el piso llorando no dudó ni un segundo en acercarse, sintió una punzada en el corazón verla así. Corrió hasta donde estaba Alyssa y se hincó para quedar cara a cara con ella.
-Hey... No llores-Theo pasó un mechón de cabello detrás del rostro de la castaña, llamando su atención-Todo está bien-Sonrió.
-Lo insultó... Insultó a mi padre-Sollozó Alyssa.
Ahí fue cuando Theo lo entendió, aquella chica seguro era perteneciente a los sagrados 28, en ese grupo (Al cual, por cierto, correspondía) William Holland y los Weasley eran odiados, William era el único primogénito de los Holland, él era el único que podía seguir con el linaje de sangre, pero no fue así. Nació Alyssa, una niña y además mestiza. Los jefes de aquel prestigiado grupo no lo dudaron ni un segundo y sacaron a los Holland de esa lista, ahora eran atacados al igual que los Weasley. A William le daba igual estar ahí o no, A fin de cuentas siempre odio ese ambiente
-Tranquila, Holland. Sabes que tú padre no es nada de lo que ellos dicen, es tu padre, tu mejor amigo, tú mejor que nadie lo conoce-Sonrió. Alyssa lo miró perpleja. ¿Aquel era el chico del tren?
-Tú no eres... Cómo ellos?-Preguntó mirándolo a los ojos.
-No lo sé... No me gusta todas las cosas horribles que piensan sobre las personas, pero he crecido con eso.
-¡HEY! ¡La hiciste llorar! ¡Ese es mi amigo!-El chico rubio gritó desde la otra punta del pasillo, llamando la atención de los dos niños. Inmediatamente se empezó a acercar, Theodore no sabía qué hacer, si le decía que la estaba consolando Draco lo molestaría por el resto de su vida y le diría a su padre, el señor Nott era capaz de mandarlo a Durmstrang- Asquerosa mestiza-Dijo Draco dándole una mirada de desprecio a la niña.
Theo se paró inmediatamente y limpió su suéter, no sabía qué decirle al platinado ni como safarse de ahí, la niña sólo lo veía con confusión ¿A caso la iba a molestar? ¿Iba a mentir?
-Y-y ya sabes-Dijo Theo con la voz temblorosa-Si vuelves a acercarte a mí te irá mal, traidora-Draco sonrió victorioso y rodeó con los brazos a su amigo, casi arrastrándolo para llevárselo de ahí. Theo giró su cabeza levemente para ver a la niña en el suelo que seguía con una expresión de confusión.
Alyssa no entendía si él la había salvado o se había salvado a sí mismo ¿Se podían ambas?, las palabras del niño la habían hecho reflexionar y era cierto... Ella sabía quién era su padre, no tenía por qué dudar sobre él, todo lo que él había pasado lo convirtió en el hombre que era actualmente, sin prejuicios, que ama a las personas, a su hija más que a nadie. Quizá dentro del ojiverde no había tanta maldad como en su amigo rubio... Quizá existía la posibilidad de que Theodore Nott fuera diferente a Draco Malfoy.
¡No olviden comentar y votar! Con amor, Liz. 13-02-21.
