𝙸: 𝟷𝟽

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Alyssa estaba caminando por la orilla del mar pensativa, como últimamente estaba

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Alyssa estaba caminando por la orilla del mar pensativa, como últimamente estaba. Había adelgazado muchísimo en tan sólo dos semanas, el vestido que tenía para la boda de su padre ya no le quedaba y su rostro era pálido y demacrado. En unos días sería la boda de William, aunque él y Ava insistieron en aplazarla, Alyssa se negó, no quería que detuvieran sus vidas. Pero ella no podía seguir. Seguía estancada en ese momento donde vio el cuerpo de Cedric en el piso.

Tal y como fue dicho, Alyssa estaba en la playa, pero no podía evitar pensar que aquel viaje tendría que ser feliz y con su hermano...

Sin darse cuenta, fue metiéndose más y más al agua, hasta llegar a un punto donde ésta la consumía y tapaba todo su ser. Una mano empezó a llamarla, y ella al pensar en que no había un motivo por el cual no ir, empezó a nadar hasta esa mano. Era la de Cedric, Alyssa abrió los ojos de par en par, y antes de que pudiera tomar su mano, fue jalada hasta el exterior.

—¡Carajo, Alyssa!—Exclamó el chico, bastante molesto y asustado.

Alyssa tosía y tosía sin parar, el rubio empezaba a preocuparse.

—Te llevaré dentro.—Sin pensarlo dos veces, la cargó. Estaba muy asustado. Pues Alyssa no podía parar de toser—¡William! ¡William! ¡Papá!

Los adultos corrieron a donde venía Carlo con la muchacha en brazos, William palideció y fue corriendo hasta dónde se hallaba el mayor de los Morningstar, seguido por los demás.

—¿¡Qué fue lo qué pasó!?—Gritó Alfred, que ponía a Alyssa en el suelo y le daba reanimación cardiopulmonar, pues Alyssa ya estaba quedando inconsciente.

—E-estaba caminando por la playa cuando vi que empezó a entrar al mar... Corrí lo más rápido que pude para detenerla, pero ella ya había entrado demasiado, estaba ahogándose y entré en pánico...—Explicó llorando—Se va a salvar, ¿Verdad?

—Dios mío...—Exclamó William, derrumbándose a un lado.

—Cariño, ella estará bien—Reconfortó Ava.

Alfred reanimó a Alyssa y ella escupió toda el agua que estaba en sus pulmones, todos sacaron un gran suspiro de alivio.

—¡Merlín santísimo! ¿En qué pensabas, Alyssa?—Le gritó su padre entre lágrimas—¡Pudiste haber muerto!

—Y-yo...—Alyssa no supo qué responder. ¿Qué le podía decir? ¿Qué vio el brazo de Cedric diciéndome que nadara hasta él? La tomarían por loca y la internarían en San Mungo. Así que mejor decidió quedarse callada y bajar la mirada.

Algo que juró no volver a hacer.

—Vamos, te llevaré al dormitorio,ocupas darte un baño y después descansar—Frannie ayudó a Alyssa a que se pusiera de pie, Alyssa era tan frágil como si de un lápiz se tratase.

—¡No! ¡Ya basta de descansar!—Gritó William—Sé que te duele. Sé que te duele bastante, pero un día tendrás que superarlo.

—¡William!—Regañó Ava. Los presentes no podían creer que William estuviera gritándole a Alyssa.

 𝙳𝚎𝚊𝚛 𝚃𝚑𝚎𝚘.     ||𝚃𝚑𝚎𝚘𝚍𝚘𝚛𝚎 𝙽𝚘𝚝𝚝|| ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora