Capítulo 7:

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Tanjiro necesitaba alejarse, huir lejos del obstinado omega, la bestia dentro de él quería ejercer su dominio sobre el omega y lo último que el alfa quería era herir a Senjuro, no de nuevo.

El berserker arañaba debajo de su piel por regresar al lado de su omega, someterlo y enseñarle quien estaba a cargo, aunque ambos supieran, el hombre y la bestia, quien tenía las riendas de esa relación, su sueño era ese.

Frunció los labios con incomodidad cuando el viento golpeo su rostro, respirando profundamente el aire limpio, a veces lo único que necesitaba era correr para tranquilizar sus tempestuosos pensamientos y a su bestia, pero había momentos en que deseaba ir más lejos, solo perderse.

Miro sus temblorosas manos, apretando sus puños, hasta que sus pobres nudillos se volvieron blancos, sus ojos dolieron de lo fuerte que los apretó, pero era demasiado fuerte, quería tomar el control, dominarlo.

Con prisa se dirigió al bosque que rodeaba la sede, solo quería alejarse lo más que sus pies y conciencia le permitieran, tenía terror de que la bestia regresara y lastimara a Senjuro o peor aún a su cachorro.

Su respiración forzada por correr lo más rápido pudo ¿Cuándo tan siquiera había comenzado su carrera? No importaba solo necesitaba alejarse del dulce y delicioso aroma del omega en la sede.

Aléjate, corre, caza, cambia, eran los únicos pensamientos que logro reconocer en su alborotado subconsciente.

El solo pensar en Senjuro hacia que su corazón golpeara contra una y otra vez en dolorosas palpitaciones, su omega se negaba y negaba a su cachorro.

La carrera se hizo más veloz, más feroz, su respiración atorada en su garganta en un nudo furioso, su corazón aun bombeando contra sus adoloridas cotillas, el abismo que crecía cada vez más grande entre Senjuro y el, era una brecha que sería difícil de cerrar, la bruma en su mente se volvió pesada y espesa, no dejándolo pensar con claridad, parecía extenderse sobre todos sus pensamientos coherentes, eso pensamientos lógicos le decían que debía gritando que debería volver con Senjuro.

En un momento de lucidez sintió el sabor metálico de la sangre sobre su boca y su mente lucho por el control, que le fue arrebatado tan rápido como volvió, pudo distinguir a un ciervo muertos no muy lejos de su posición antes de que la bestia volvía a tomar el control, su razón se volvió a esfumar.

El sonido del agua corriendo llamo su atención e instintivamente se dirigió a ella, bebió con ganas, saciando su garganta seca, hilos rojos carmesí bañaron el agua cristalina, su hocico manchado se limpió ¿Cuántas presas había cazado? ¿Había lastimado a algún ser humano?

La idea carcomió su alma y un sonido lastimero escapo de su garganta.

Un aroma suave floto hasta su nariz y lo obligo a olisquear el aire, dócil, relajante y pasivo, frunció el hocico cuando no encontró lo que desesperadamente su alma deseaba, el aroma característico de Senjuro no estaba en ese tan adorable e inquietando aroma.

No era su omega.

Con el rabillo del ojo capto movimiento, gruño hacia el enseñando sus afilados caninos, ¿Quién sería tan loco para acercarse a él en su estado?

Los ojos oscuros lo miraron sin miedo, encendiendo una pequeña llama de memoria, rápidamente siendo reemplazada por la neblina oscura.

El acogedor aroma a sándalo inundo su sistema.

Omega.

Pero había otro aroma escondido, muy tenue, era como... demonio, podría ser un demonio, una muy inusual, pero su tonta cabeza no lograba descifrar si era su enemigo o su amigo.

Hermosa Bestia⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora