Capítulo 9:

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Senjuro vio casi estupefacto como Yoshiro se perdía entre los brazos de la mujer que aún no sabía nada más que ahora su nombre.

— ¿Por qué te fuiste? — había dolor en la voz del demonio, dolor, perdida y tristeza.

Senjuro se abrazó así mismo, aun existía el fuerte anhelo de sentir los cálidos brazos de su alfa alrededor, no su alfa no, no era su alfa.

— Tuve que irme — la dulzura de su voz era dirigida especialmente a su persona, murmurando mirado solo al omega.

— varios acontecimientos sucedieron antes de mi partida, como ayudar al hombre que ame y a su esposa con su hijo no nato—

Senjuro la miro con ojos grandes, parpadeando lentamente, la elegante mujer dejo los brazos del demonio para acercarse lentamente a él.

Senjuro pensó, estrangulo su mente, pensando en cómo su madre lo sobreprotegía, cuando jugaba con otros niños y niñas, sus indicaciones de cómo debía cuidarse, su padre siempre cuidándolo custodiándolo, ellos ya sabían que sería un omega, mucho antes de la edad para presentar, ellos sabían que debían cuidarlo como su tesoro.

¿Qué significaba aquello?

No pudo evitar que las lágrimas escurrieran por sus mejillas, no pudo ocultarlas más.

Un sinfín de preguntas se aglomeraron en su cabeza, necesitaba sabe más, mucho más, ¿su madre no era su verdadera madre? ¿Quién era esta persona? Y lo más importante porque sentía que la quería, su instinto golpeaba.

Las mejillas de Senjuro ardían ante la mirada de la alfa frente a él, tenía demasiado tiempo que no sentía la mirada materna de una madre con su cachorro.

Ella había dicho que era hermoso, y ese cumplido le provocaba un calorcito en su pecho, era como si su propio alfa se lo hubiera dicho.

— Hace casi 40 años, yo era joven e intrépida y me gustaban los mortales, sus fragilidades y sus fortalezas, me forme una vida, una rutina y un hogar— relato.

— Entonces conocí a este hombre que lo tenía todo, una esposa hermosa, un hermoso hijo y una vida digna, pero existía una vida en camino, un pequeño bebé omega enfermizo que no podría vivir mucho fuera del vientre de su madre, me rogo y me suplico que utilizara algún medio mágico para salvar a su cría, ahí comprendí lo que era el amor de un padre aun hijo, ellos harían lo que fuera por sus cachorros.

— Soy la diosa del sol, de la vida y no me fue muy difícil transportar a ese niño moribundo a mi seno, lleno de poder y fuerza divina, sentir esa débil vida luchando para sobrevivir, sosteniéndose de mi hizo que me sintiera importante, amada y necesitada como nunca antes, habite la tierra hasta que la cría humana, impregnada con si escancia estaba lista para nacer, tan pequeño pero perfecto, tras e primer llanto el símbolo de los mani se hizo presente, otorgándole el poder sobre otros , un omega único entre la especie humana — los cálidos dedos de la alfa acariciaron su mejilla, tuvo que cerrar los ojos para poder disfrutar de aquel amor incondicional.

— Cuando mis hermanos y hermanas se enterando me obligaron a volver al mundo divino y no tuve otra opción más que dejar a ese espectacular omega en manos de sus padres, con mi magia oculté el símbolo del omega grabado en su vientre, era un pequeño omega especial, lleno de fortaleza para luchar por los demás, con el poder y la inteligencia para hacerlo— Senjuro abrió los ojos, enojado y frustrado ¿Cómo esto era posible? Su madre nunca se lo dijo, debió hacerlo si era tan especial como la alfa le aseguraba.

— ¡Suficiente! — espeto el pequeño omega, sus pies temblorosos dieron un par de pasos hacia atrás para poder alejarse, necesitaba pensar.

Mikami suspiro dándole espacio, lo necesitaba y sus ojos al fin repararon en el cansado alfa, la mirada rojiza era poderosa e indomable, ingobernable, por nadie más que por su pequeño omega, su pantalón y piel sucio y su falta de ropa en su parte inferior.

Un leve gruño freno su investigación sobre el otro pelirrojo alfa, volteo para encontrarse con el rostro ardiente y carmín del pequeño omega.

Yochiro sonrió con sorna.

— No deberían acercarte mucho Mikami, al parecer tu hijo es muy posesivo con sus cosas — casi rio el demonio.

Senjuro no puso ponerse más colorado, era vergonzoso, el gruñido había salido sin control, primero el pesar el Yoshiro y Tanjiro solos en el bosque, el estado de agotamiento del pilar, como si hubiera tenido "acción" durante toda la noche haciendo que sus nerviosos y celos se crisparan y ahora aquella bella mujer parecía más que interesada en su alfa simplemente no podía controlarlo.

Yochiro suspiro aliviado el omega rubio no era indiferente a su pareja, solo necesitaba el empujón adecuado.



Nota Irenne:

otro corto capitulo, pero por lo menos estoy tratando de continuarlo, espero les haya gustado ;3 

Hermosa Bestia⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora