Hermosa Bestia⌠TanjiSen⌡

Capítulo 16:

Senjuro se sentía nervioso, más allá de nervioso, el nudo en su estómago solo le podía decir que era malo muy malo, sus manos no podían detenerse al tratar de mantenerlas quietas.

Necesitaba hablar con Tanjiro, con su...con el alfa, al parecer Tanjiro parecía ser el alfa de toda la cofradía de cazadores de demonios, mucho más que el propio patrón, los cazadores de bajo rango acudían a él ante cualquier inconveniente, hasta los pilares aun en pie lo trataban con respeto y reverencia y por consecuencia al ser el compañero de Tanjiro todos lo trataban con igual consecuencia.

Todos agachaban la cabeza a su paso mostrando su respeto y eso comenzaba a.... molestarlo, no era como si Senjuro fuera el verdadero "compañero" del alfa, si habían manejado mejor su interacción y se trataban con amabilidad, ya no se gritaban y no trataban de asesinarse cada vez que se veían, bueno... Eso era por parte de Senjuro, Tanjiro aún seguía rogando con que lo aceptara, y a veces solo a veces lo dejaba acercase solo lo suficiente para zacear a su insistente instinto, pero el orgullo de Senjuro aun no estaba listo para soltar, toda esa actitud positiva era por su hijo en común.

Senjuro recordó por qué se dirigía hacia el ala de entrenamiento al sentir el retortijón de sus entrañas.

Su padre, su padre estaba enfermo, el hombre que durante toda su vida se había mantenido en pie fuerte y reacio estaba mal y necesitaba verlo .... pero .... al no aceptar Senjuro la sugerencia de amo y señor de la cofradía Tanjiro Kamado de que se mudara a su finca, estaba confinado en la sede de cazadores de demonios hasta que Tanjiro dijera lo contrario y todos, y cuando dice todos eran todos, los cazadores y los ocultos seguían las ordenes de su estúpido alfa así que no habia posibilidad de Senjuro de salir.

Y necesitaba atender a su padre, Shinjuro lo habia apoyado cuando Senjuro no habia querido que Tanjiro se enterara de su hijo y lo habia ocultado y aunque todos parecían doblegarse a Tanjiro, su padre se habia mantenido firme al no dar su ubicación aun con los ruegos del alfa, se lo debía y aunque Kyojuro y Gyuu estaban ahí para él, ellos eran pilares y no tenían tiempo para mantenerlo bien atendido.

Aunque no le debía nada y no necesitaba pedirle permiso para nada, ese hecho bien reafirmado, aun necesitaba infórmale que necesitaba salir, por el "puesto" que podía o no tener entre los cazadores.

Senjuro trago duro y se detuvo, aun a esa distancia podía oler el aroma a sudor y feromonas del alfa y fue en ese momento en el que Senjuro se preguntó, entrar ahí, a la sala de entrenamiento, ¿Acaso estaba buscando eso? No, no podía ser cierto, Senjuro estaba ahí por su padre, no por la imperiosa necesidad de oler y sentir el tacto de Tanjiro.

Hacia apenas unos pocos días senjuro habia explotado, habia estado harto de como su cuerpo reaccionaba a la cercanía del alfa y le habia pedido espacio, espacio que Tanjiro le habia dado, pero Senjuro nunca calculo el dolor físico y mental que conllevaría no tener a su alfa cerca, tocándolo, sintiendo sus feromonas y aroma ¿Por qué se sentía así? Antes de regresar no se habia sentido tan desolado por dejarlo, aunque tal vez se estaba mintiendo, ahora era más consciente del alfa, tal vez ya habia aceptado que le pertenecía.

Senjuro agito la cabeza tratando de sacar esos pensamientos absurdos, nunca le pertenecería a esa cabeza hueca.

Senjuro no podría jamás negar la atracción física que sentía por Tanjiro, su ritmo cardiaco se encendió y todo su cuerpo se calentó cuando lo vio dar un golpe limpio al maniquí de práctica, anhelaba sentir la fuerza cerca de él, aquella sensación de poder rodeándolo y sometiéndolo.

Sonrió ante sus pensamientos lujuriosos, Tanjiro era absolutamente sexy, dominante y caliente, esos músculos duros y febriles al alzar la katana, esa mirada de concentración total y como olvidar las venas de sus brazos al sobre salir por esa piel tostada por el sol, el sudor que recorría cada músculo bien definido, Senjuro apretó sus manos juntas, sentía su interior derritiéndose y humedecerse solo de pensarlo.

Tanjiro dejo de golpear una vez que la esencia de Senjuro lleno el lugar, Senjuro se miraba con su cuerpo rígido en su lugar, como si supiera que si daba un paso más cerca de él se desmoronaría en sus brazos.

Podía oler su lujuria.

Senjuro trago visiblemente y dio un paso rígido e inestable hacia delante, Senjuro probablemente trataba de ocultar las reacciones que provocaba con tan solo su presencia, no estaba haciendo un buen trabajo.

Tanjiro gruño a los cazadores a su alrededor y como una manada salieron casi despavoridos de la sala de entrenamiento, Tanjiro inhalo profundamente al dar un paso en dirección a su terco compañero, su cuerpo se tensó en el instante que su cerebro proceso lo que su cuerpo e instinto ya sabían, cada fibra de su ser respondía a las señales claras del omega, su celo estaba cerca, tal vez en un día o dos.

Un gruñido bajo y seductor salió de su garganta ante la respuesta inmediata de su cuerpo y la forma en como su verga se endureció sin previo aviso y sin mucha estimulación.

En dos zancadas largas tenia a Senjuro acorralado contra la pared más cercana, sus manos acariciando la cintura enfundada en el yukata.

— ¡Dios mío Senjiro! — su gran cuerpo impidiendo que cualquiera los mirara.

—¿Eres consciente del aroma que estas desprendiendo? — por un momento Senjuro lo miro confundido, pero cuando se dio cuenta de a lo que se refería su rostro tomo un leve tono sonrosado.

— ¡Aun no estoy en temporada Tanjiro! —aseguro riendo ante el cosquilleo que causaba la manera en que Tanjiro recorría su cuello olfateando.

— Aún no — aseguro Tanjiro, su lengua recorriendo el largo del cuello del omega, Senjuro gimió ante el húmedo asalto y las manos insistentes que apretaban su trasero y lo molían contra la erección dura.

— Pero lo estarás pronto, puedo olerlo, puedo sentirlo — y Senjuro podía dar fe de eso.

La manera en que la verga dolorosamente dura se clavaba en su vientre, la manera en la exigía fricción, la manera en que sus labios suaves y tibios lo besaban con exigencia, si tanjiro era conciente de su inminente celo, Senjuro no lo habia recordado hasta que el alfa lo olfateo.

Senjuro no sabía cómo habia terminado de esa manera, pero termino montado con las piernas alrededor de la cintura estrecha de Tanjiro, con Senjuro moliéndose con una puta en celo y gimiendo con abandono.

En el momento en que Tanjiro soltó sus labios para recorrer sus labios por su mandíbula hacia su cuello, Senjuro recordó brevemente porque lo habia venido a buscar, debía luchar contra la abrumadora lujuria entre los dos.

— Tanjiro ... — balbuceo a penas —por favor espera... — sin poderlo evitar enredo sus largos dedos gráciles entre el cabello pelirrojo de la nuca de su compañero.

—¿Realmente quieres esperar? — pregunto Tanjiro contra la piel del cuello donde se aseguraría estaría su marca.

— ¡Tanjiro! — regaño el omega sin mucho calor.

Tanjiro respiro hondo tratando con todas sus fuerzas de reunir todo su auto control, era difícil sin embargo.

— Dime Senjuro — logro decir en un suspiro casi desesperado.

— Necesito pedirte algo — la seriedad del omega preocupo a Tanjiro.