Hermosa Bestia⌠TanjiSen⌡

Capítulo 3:

Kyojuro no tuvo que pensarlo mucho antes de partir rumbo a la cabaña de su hermano, si estaba tan angustiado como su cuervo le informo, estaría en mal estado y necesitaría a alguien a su lado.

Tanjiro estaba bien, fue trasladado a la sede una vez que Zenitsu acabo con todos los demonios, inconsciente pero ileso, aun no podía creer lo que les conto el pilar del rayo, aun mas, aun no podía creer que fuera capaz de romperle las costillas a su amigo.

Sabía perfectamente lo desesperado por encontrar a su hermano se encontraba, pero se lo había prometido a Senjuro y había algo en esa promesa que lo obligaba a obedecerla ciegamente, aunque viera a su antiguo pupilo a punto de enloquecer por no tener al omega cerca, lo necesitaba, el mejor que nadie lo que era estar lejos de su compañero por mucho tiempo, era un sentimiento de abandono que estrujaba tu corazón al punto de doler y no poder respirar.

Estar mucho tiempo lejos de Giyuu era doloroso y hasta melancólico, ahora si era así para ellos que estaban enlazados, imaginemos a unos compañeros destinados a estar juntos, con un lazo incompleto, debía ser catastrófico, no podía imaginar la agonía de Senjuro todos los días, era valiente y fuerte para mantenerse alejado de su alfa.

Sus pensamientos se hicieron más profundos conforme subía el monte a toda velocidad, un mal presentimiento se instaló en sus huesos, debía apresurarse, Senjuro estaba en peligro, estaba seguro de eso, apresuro el paso.

Y no se equivocó al estar cerca de la casa, el olor a sangre le llego fuerte, corriendo lo más rápido que pudo, se apresuró hacia la entrada, encontrando no más que pedazos de la puerta esparcidos, en medio de la pequeña sala de estar un diminuto charco de sangre, con ojos entornados y el corazón acelerado, no, no podía estar muerto, su hermano pequeño era fuerte y defendería a Rokuta con su vida, comenzó a inspeccionar la pequeña vivienda, cuando el aire frio lo golpeo, supo por dónde había salido apresurado su hermano o lo habían obligado a salir, otro charco de sangre mezclada con el blanco piro de nieve.

Aún estaba vivo, logro escapar, así que hizo lo único que podía hacer, basarse en sus instintos más básicos, respiro profundo tratando de identificar el aroma a azúcar y frutos rojos de Senjuro, al principio fue todo normal, los olores regulares al bosque, pino, hojas secas, tierra mojadas y los pequeños animalillos, pero escondido, enterrado entre todos esos aromas pudo identificar el aroma a terror y tristeza de su hermano, además de un par de demonios, el cachorro parecía estar bien y a salvo, dormido más que nada.

Al acercarse encontró más sangre ¿El pobre omega se estaba desangrando por las heridas? ¿Eran mortales? Con cierto desconcierto apresuro el paso, solo esperaba llegar a tiempo.

Daba gracias porque llego justo en el momento en el que uno de los demonios atravesaba su brazo y pegaba una patada tan fuerte que obligo al omega a soltar por fin a su cachorro, que lloraba incomodo, se paralizo por un instante al mirar a su hermanito casi inconsciente luchando aun por salvar a su bebé, tirado sobre la fría y congelada nieve susurro solo un nombre.... Tanjiro, antes de desmayarse suponía que por la pérdida de sangre.

Eso fue lo que lo saco de su estupor antes de cotar ambas cabezas con su katana en un movimiento limpio, tomando a Rokuta entre sus brazos, antes de que cayera junto con el cuerpo del demonio.

El pequeño y adorable cachorro, ajeno a todo lo que su padre omega lucho por su vida, se comía el puño entre gorgoreas, tratando de arrullarse para dormir de nuevo.

Kyojuro se sentía orgulloso de Senjuro, proteger con uñas y dientes a su cachorro, hasta casi caer muerto era de un héroe.

No le costó mucho esperar a los kakushis, la brigada de limpieza de los cazadores de demonios, después de decirle a su cuervo que informara lo que había pasado en esa montaña.