Capítulo 13:

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Tanjiro apretó a su bebé contra su pecho en señal de molestia.

— Yo... — Senjuro se acercó a la mujer titubeante, con una clara mueca de disgusto en el pilar.

— Lamento haberla dejado — declaro avergonzado, mientras sus mejillas se encendían.

— No hay nada de qué avergonzarse, estoy feliz de que hayan arreglado parte de sus diferencias —la mujer alfa se acercó también, pero a diferencia del omega ella lo hizo con seguridad, lo abrazo de forma maternal que hizo a Senjuro sollozar, tenía tiempo sin experimentar tan agradable sentimiento, su madre había muerte hacia años, casi no la recordaba, pero al parecer el destino le estaba entregando otra oportunidad.

El gruñido sueve de Tanjiro le dio un golpe de realidad a Senjuro, separándose tentativamente de su seudónima madre que no sabía que tenía.

— Significa ... — estaba avergonzado de preguntar.

— ¿Significa que eres mi madre? — tartamudeo un poco ante sus palabras casi duras.

— Ruka Rengoku fue tu madre Senjuro, nunca podría reemplazarla en tu corazón, ella te llevo en su vientre por cinco meses y luego te crio amorosamente, yo solo aporte lo mío para que sobrevivieras — volvió a acariciar su rostro con cariño, besando su frente con tanto amor que Senjuro supo que no era verdad ninguna de sus palabras.

En momentos, sin saber cómo el malestar se apodero de su cuerpo tambaleándose sin fuerza, pudo sentir claramente el lazo con su cachorro desgarrándose, trato de llegar a Rokuta, pero sus piernas temblorosas no se movieron, provocando que un gemido lastimero saliera de su boca casi doloroso.

En segundos ya tenía que Tanjiro a su lado y cuando sintió el brazo de su alfa sobre su cintura por fin se dejó caer, no sin antes pronunciar dos nombres, en un susurro tan débil que asusto al pilar.

— Tanjiro, Rokuta....— pronunció inútilmente tratando de alcanzar a su cachorro.

— ¡¿Qué es lo que le sucede?! — exigió Tanjiro a quien pudiera responderle, su omega estaba indefenso, tenía un cachorro a punto de llorar y la desesperación a punto de explotar.

— Tráelo aquí — ordeno con suavidad la mujer señalando el futón.

Tanjiro no estaba pensando del todo con claridad, así que se aferró a su cachorro y a su omega como si su vida estuviera en completo peligro nada ni nadie se los quitaría, era puro instinto en ese momento.

— ¡¿Que sucede?! — otra vez la misma pregunta, pero ahora era de distinto pilar, pero no sin ser con la misma desesperación.

Zenitsu entro a la habitación con una Nezuko desfallecida en sus brazos, la misma desesperación de Tanjiro reflejada en su rostro.

— Es la misma pregunta que les hago — Inosuke llego con una tranquilidad envidiable.

Aoi estaba en las mismas condiciones que los otros dos omegas, estaban inconscientes, sus respiraciones dificultosas y con sus temperaturas en aumento.

— Es una técnica demoniaca — la voz de Yoshiro los saco de su espirar de miseria.

— Todos los omegas del complejo han desfallecido, creo que lo que trata es de dejarlos indefensos, los demonios o Muzan sabe que casi todos los alfas de la sede de cazadores de demonios están unidos aun omega, si los extermina ganar el premio gordo — analizo el omega demonio.

— Pero, ¿Una técnica demoniaca? — preguntaron confundidos.

— Es la única manera de que puedan llegar aquí, busquen al demonio antes de que sus omegas mueran — pronuncio exigente Yushiro.

Tanjiro salto ante la orden no por asustarse si no por el asombro, nunca habia visto a Yushiro tan preocupado por alguien más que por la difunta Tamayo.

Los tres alfas se tensaron, era claro, ninguno quería dejar a su omega desprotegidos y mucho más Tanjiro, ya una vez no estuvo ahí para proteger lo que más amaba, su familia, su hermano y ahora su omega e hijo.

— Estúpidos alfas, déjenme dejárselos más claros, si no matan al demonio sus omegas morirán y si ellos mueren ustedes también y no tendrán a quien proteger, así que muevan sus asquerosos culos antes de que una desgracia suceda— regaño el omega demonio.

— Yo los protegeré, vayan — murmuro Mikami preocupada.

Tanjiro apretó a sus dos tesoros, pero sabia conscientemente que Yushiro tenía razón, sin sus omegas morirían y Muzan sabía que se negarían a dejar a sus omegas hasta su fatal final, era seguro.

Mataría a ese hijo de puta algún día, estaba jugando con sus naturalezas.

Suspirando temblorosamente, dejo a Senjuro y a Rukota en el futón, regresaría y ellos estarían bien, se repiyio eso una y otra vez en lo que se obligaba a correr en busca del demonio que apuntaba a su pequeña familia, ahora que tenía una oportunidad de su omega, no la desaprovecharía por un maldito demonio de mierda. 

Hermosa Bestia⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora